JUNGKOOK
Cuando era más joven era igual a Hoseok. Estaba tan ávido de aprender, de conocer, de darme a un estilo de vida que me llamaba. Al igual que el pequeño rayo de sol, quería encontrar a una persona que me dijera cómo hacerlo bien. Tenía una preferencia, sabía las partes que me llamaban la atención del estilo de vida y decidí que no había mejor manera de aprender que el ejemplo.
Entonces conocí a Taehyung. Llevaba unos años en la dinámica, me dijo. Era un Dom y sabía todo lo que debía aprender. Dijo que una cosa era lo que me interesaba a primera vista y otra lo que se me daba hacer. Que no había mejor manera de definir que la práctica.
Y le creí.
Tenía razón, de hecho, en que explorar y conocer mejor lo que se me daba hacer era una manera fácil de entrar al estilo de vida.
Me llevó a cada club cercano, me invitó a ver a otros jugar y con cada escena, con cada juego, con cada vistazo de primera mano a la sumisión y la dominación más quería aprender, más me veía a mi mismo en un rol, más comprendía los aspectos menos físicos de la dinámica. Conocí los juguetes que me llamaban la atención, aprendí a definir límites, palabras seguras, el subespacio. El cuidado posterior.
Y mientras más me invitaba a ver Taehyung, más confiaba en él. Incluso si durante un tiempo se negó a permitirme jugar.
—Aprende primero. Observa, entiende —había dicho.
Todo el tiempo era consciente de que Taehyung era un dominante, pero yo... yo también.
Quería dominar, quería castigar, anhelaba la entrega de un sumiso, la confianza. Que me permitiera tomar el control y darle lo que quería a cambio de que fuera bajo mis propios términos. Tomar lo que quería dándoseme por voluntad propia y al mismo tiempo ser quien prodigara cuidados.
Esperaba que Taehyung me guiara la primera vez, cuando le aseguré que estaba listo. Prometió guiarme y confié en que saldría bien.
El club al que me llevó era exclusivo. Habitaciones privadas, salones atestados de Dominantes y sumisos metidos en sus escenas, en sus mundos privados. Todos llevaban compañía y pensé por un momento que no encontraríamos a alguien dispuesto a jugar. Debí saberlo mejor, porque no lo había.
—¿Listo?
—Todos están acompañados aquí, Taehyung ¿Con quién vamos a jugar?
—Tú y yo, Kook.
Todavía recuerdo su sonrisa ladina. Y confiaba en él. Era, creí, mi mentor.
—Tú eres un Dom.
—Seré el tuyo está noche.
Debería haberlo sabido en ese momento, sino antes. Y, aun así, confié en él.
—No quiero practicar la sumisión. No es lo que quiero.
—No sabrás lo que quieres hasta que lo pruebes.
De nuevo, confié en él.
Dejé que me convenciera de probar aun cuando sabía que no era un sumiso. Dejé que me llevara a una habitación privada en el club y le escuché hablar sobre como lo había aprendido todo. Que era muy bueno conociendo cada cosa sobre la sumisión y se me daría bien practicarlo. Yo lo sabía, pero también sabía todo sobre dominación y quería dominar para poder obtener todo lo que ya sabía que se esperaba de la sumisión.
Escuché a Taehyung alardear de los límites y las palabras de seguridad, pero nunca preguntó los míos, aunque supuse que después de conocernos y de que me enseñara tantas cosas, lo sabría.
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Dominus |KookHope| #1.5
FanficHoseok le dice a Jimin que lo suyo es lo vainilla. Lo que no le dice, es la cantidad de veces que ha husmeado en su historial de internet tratando de llenar la curiosidad que le provoca el estilo de vida BDSM. Porque Hoseok sabe que tiene un vacío q...