Las cuerdas vocales de Lionel se habían puesto en huelga, no podía soltar ni un mínimo sonido proveniente de su boca. Su piel se erizo, su sangre se enfriaba y el temor sólo lo expresaba por medio de su mirada que buscaba por todos lados algo con que defenderse de forma desesperada. Estaba sentado en una esquina de la cama de la habitación.
Por otro lado, después de que Guillermo mencionó aquello que quedó muy marcado en la mente de Lionel, se sentó en su escritorio y saco un cúter pequeño. Lionel se paralizó al ver tal objeto en las manos de Guillermo, pedía a todo volumen en su corazón que pudiera salir de ahí.
-tranquilo- mencionó Guillermo para después llevar el cúter al brazo de Lionel pero este pudo reaccionar rápido y tomó la mano de Guillermo para evitar que le hiciera daño.
-No lo hagas...- suspiró Lionel mientras miraba a Guillermo a sus ojos almendrados y sostenía su mano con fuerza. Por otro lado, Lionel pensaba por qué le había dicho Guillermo que iba a morir, lo decía de verdad.
Guillermo se sorprendió por la reacción de Lionel -¿Por qué? En este momento nadie me detiene- sentía como un calor abrazaba su cuerpo y sentir la mano de Lionel lo estaba haciendo dudar de todo lo que alguna vez prometió no hacer; enamorarse.
-Sólo no lo hagas, por favor y mejor hablemos sobre nosotros...te quiero conocer- habló Lionel con paciencia mientras quitaba con delicadeza el cúter de la mano de Guillermo.
El chico de rulos no dijo nada más y bajo su mirar mientras por dentro estaba enloqueciendo, había prometido matar a ese chico y ahora iban a hablar como si nada.
Lionel guardo el cúter en el bolsillo de su pantalón mientras que con su mano disponible acariciaba la mano de Guillermo -¿Cómo es que sabes mi nombre completo?- dejo salir una sonrisa pequeña.
Guillermo ni loco contestaba, apretó sus puños con fuerza hasta el punto de que sus venas de marcaban tanto que parecía que iban a reventar, sus ojos se llenaban de ira y su respiración soltaba la frustración reprimida. Posteriormente, Guillermo se levantó de la silla del escritorio y dió un leve empuje en los hombros de Lionel haciéndolo caer.
Tomo a Lionel de los antebrazos y se acercó a su oído para mencionar -juro apagar tu luz y que pronto estés en un ataúd-
Lionel trago saliva pero el amor que estaba empezando a sentir por Guillermo lo estaba cegando y no quería decir nada.
-Guille...- mencionó Lionel totalmente perdido, sentía el aroma de Guillermo cerca de él. Guillermo se quedó tan confundido que no dijo nada y soltó a Lionel.
-¡Lárgate de aquí!- Guillermo sacudió su propio cabello mientras miraba a otro lugar para no volver a ver a Lionel.
Lionel no quería salir de ahí, realmente quería compartir tiempo con aquel chico tan "oscuro" y al parecer un chico que buscaba la felicidad en cosas que no debería. Así que Lionel no salió, sólo se volvió a sentar en la orilla de la cama. Esto hizo que se enojara Guillermo.
-¡¿Por qué no te vas?!- Guillermo vió a Lionel sentado -¡Yo no soy raro como tú! A mí no me gustan los hombres...¡lárgate!- explotó, por su mente pasaban tantas cosas que ya no quería abrir más la boca.
Por otro lado, Lionel se quedo atónito, esas palabras parecieron flechas con llamas de fuego que fueron directo al corazón sin avisar o sospechar. No tuvo más remedio que salir de aquella habitación con un paso lento. Bajó a la sala y fingió una sonrisa, se sentó dónde estaba anteriormente y empezó a tomar de su taza de café mientras sus manos temblaban y sus ojos buscaban no llorar.
Mientras Guillermo sólo se tomó de su cabello con fuerza mientras su frustración lo ahogaba, sus ojos se movían para ver a todos los lados, apretaba sus dientes con fuerza y su respiración era incontrolable, estaba perdiendo la cordura totalmente. Se recostó en su cama y soporto más lágrimas... alguien como él no debería llorar, o a menos eso pensaba aquel chico de rulos. En la oscuridad dentro de esas cuatro paredes se abrigaba Guillermo y su mente sólo reflexionaba a detalle todo...entre ello, se sintió muy culpable por lo que le dijo a aquel chico de baja estatura pero era raro ese sentimiento en él...tal vez estaba enamorándose pero Guillermo no estaba dispuesto a aceptar aquello.
Al día siguiente, todo parecía normal hasta que Guillermo llegó a su infierno de cada día. Caminó por los pasillos mientras escuchaba música, en su mente, buscaba la respuesta o la explicación aquel sentimiento tan extraño y repentino en él, hasta que a lo lejos vió a Lionel...estudiaba en el mismo lugar que Guillermo.
Lionel pasó a lado de Guillermo sin cruzar mirada, sin decir nada, esto a Guillermo lo consternó y sólo lo siguió con la mirada...para sopresa de todos; Lionel estaba con el grupo de Oribe, sorprendente. Guillermo se dió cuenta que aunque tratara de arreglar las cosas con Lionel para quitarse ese sentimiento que tenía sería imposible pues ahora estaba con ese grupo.
Tal vez Guillermo sólo iba a ser un producto de una semana y Lionel lo iba desechar o tal vez Lionel entro a esa escuela para hacer sufrir a Guillermo de amor, tantas preguntas y dudas retumbaban la cabeza de Guillermo en plena clase que ni si quiera se dió cuenta que ya todos se habían ido del salón y sólo quedaba él. Recogió sus cosas y ya iba a salir pero el grupo de Oribe llegó y fue de esperar ver a Lionel hasta atrás del grupito. Guillermo sabía que no era momento para reír pero le causó mucha gracia que ya había dos integrantes menos en el grupo de Oribe.
Oribe notó que Guillermo estaba aguanto reírse -¿de qué te ríes? ¡maldito privilegiado!-
-Veo que ya tienes otro gato- siguió Guillermo en un tono de burla para después mirar a Lionel.
-¡Yo no soy ningún gato!- reclamo Lionel mientras fruncía el ceño.
Alan rodó los ojos -Si no te sabes defender, no digas nada- susurró para Lionel.
-Oye...es raro que andes por aquí, deberías estar pagando por lo que le hiciste a Rafael- recordó Guillermo mientras alzaba las cejas y sonreía de lado.
A Oribe le recorrió un escalofrío por todo el cuerpo -¡Cállate imbécil!-
-Mira...mejor te dejo para que le enseñes a tu nuevo gato a defenderse- Guillermo antes de salir choco con el hombro de Lionel y lo miro de arriba hacia abajo.
A Lionel se le partió el alma ver qué había entrado en el lugar incorrecto... él no sabía que ese grupito le hacía bullying a Guillermo y claramente no quería estar ahí, él sólo quería que Guillermo lo amará, a pesar de lo que le dijo la noche anterior, quería confiar en el corazón necio que tenía. Estaba tan concentrado pensando eso que no había escuchado que Oribe le hablaba.
-¡Lionel!-
Lionel sintiéndose incómodo llegó sus manos a los bolsillos de su sudadera -Si... perdón ¿En qué te ayudo?-
-Rompelé el corazón a Guillermo...lo vamos a hacer sufrir hasta que ya no soporte y este tan mal que va arrepentirse de haber nacido- ordenó Oribe mientras en su rostro se dibujaba una sonrisa de oreja a oreja. Lionel por el miedo solo asintió con la cabeza y no dijo nada más, realmente no quería hacer eso, él aún creía que podía nacer un amor con Guillermo.
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𝐑𝐮𝐞𝐠𝐚 𝐩𝐨𝐫 𝐞𝐥𝐥𝐨𝐬
Fanfiction𝔈𝔫 𝔩𝔞 𝔟𝔲𝔩𝔩𝔦𝔠𝔦𝔬𝔰𝔞𝔰 𝔠𝔞𝔩𝔩𝔢𝔰 𝔡𝔢 𝔐é𝔵𝔦𝔠𝔬, 𝔯𝔢𝔠𝔬𝔯𝔯í𝔞𝔫 𝔭𝔞𝔫𝔠𝔞𝔯𝔱𝔞𝔰 𝔠𝔬𝔫 𝔲𝔫 𝔯𝔬𝔰𝔱𝔯𝔬 𝔱𝔢𝔪𝔦𝔡𝔬. 𝔘𝔫𝔞 𝔰𝔢𝔯𝔦𝔢 𝔡𝔢 𝔡𝔢𝔣𝔲𝔫𝔠𝔦𝔬𝔫𝔢𝔰 𝔥𝔞𝔟í𝔞𝔫 𝔰𝔦𝔡𝔬 𝔞𝔩𝔢𝔯𝔱𝔞 𝔯𝔬𝔧𝔞 𝔭𝔞𝔯𝔞 𝔩𝔞 𝔭𝔬𝔟...