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Guillermo se fue con una sonrisa de oreja a oreja, ese secreto que había conseguido valía mucho. Era una arma de doble filo que, sin hacer mucho, Rafael podría morir.

Esa madrugada Guillermo no iba a llamar a nadie, sólo quería concentrarse en como conseguir más datos a fondo sobre lo de Rafael, quería saber lo que sucedió en aquel momento. Todo parecía estar bajo control.

Por otro lado, hablemos de Rafa, un chico con una vida ciertamente...miserable desde el fallecimiento de sus padres, pues tuvo que quedarse viviendo con sus tíos por parte materna. Cada que llegaba a casa veía como sus tíos estaban ebrios y se golpeaban entre sí por la mínima situación; y a él lo ponían a hacer todas las tareas domésticas mientras lo agredían físicamente y psicológicamente. Después, sólo se subía a su habitación, ponía seguro a la puerta y se ponía a escuchar música a todo volumen. Tiempo después, tenía que ir a trabajar limpiado casas, por consecuencia sufría algunos ciertos malos tratos. Posteriormente, acababa su jornada laboral y llegaba a casa arrastrando los pies del cansancio físico y psicólogo, y tratando de ocultar las heridas nuevas y algunas cicatrices. Sus tíos lo esperaban y le empezaban a gritar y regañarlo sin algún motivo. Luego Rafa se ponía a hablar con si mismo para, finalmente, cerrar sus ojos y empezaba a imaginar un mundo donde el fuera feliz y tuviera a sus padres vivos. Lo único "feliz" que tenía y era su parte preferida del día era cuando maltrataba a Guillermo y reía con sus "amigos".

Volviendo con Guillermo, él se encontraba investigando a fondo las redes sociales de Rafa, sin embargo, no hubo éxito pues Rafa era muy reservado en ese aspecto y no le interesaba tener una vida pública. No obstante, pudo encontrar una noticia sobre el accidente automovilístico en el que sobrevivió y sus padres fallecieron, con eso tenía una ventaja más al respecto de como tenerlo entre la pared y la espada. 

Posteriormente, Guillermo fue a dormir sin ninguna culpa ,bajo la oscuridad de su habitación sombrío y mientras el viento pegaba con fuerza en las ventanas.

Al siguiente día, Edson no asistió a la preparatoria, era raro, nunca faltaba, siempre iba a pesar, de que se sintiera mal o que estuviera viviendo una situación difícil. Esto alarmó a Andrés y Alan pues sabían lo que estaba pasando con Edson y la tal llamada y sobre sus sospechas ante Guillermo.

Por otro lado, Guillermo llegó ciertamente tarde a la preparatoria y cuando entró por la puerta todos murmuraron, algunos lo miraban con asco y otros aterrizados. Era entendible la reacción de esas personas; Guillermo tenía sangre seca en sus labios, su tez ya era muy pálida, sus venas se marcaban completamente, en sus ojos parecía haber inyectado sangre...parecía un completo maniático.

A lo lejos, Guillermo notó que venía Alexis con Rafa hacia él –Una bañada no te haría nada mal– Todos soltaron carcajadas, a lo cual Guillermo se limitó a morder su labio inferior y formó puños y sentia como en sus nudillos querían estallar de la presión que ejercía, en sus venas recorría una gran impotencia, quería darle golpes a Oribe en el rostro hasta el cansancio.

–Cállate Oribe...y tú más Rafael, no te conviene ahorita– amenazó mientras sus ojos se hundían en furia y mientras abría más sus ojos. Todos lo tomaron de burla y no pararon de reír, aún lo veían como una hormiga indefensa.

Oribe aún entre risas tomo a Guillermo de su hombro –Guillermo hasta crees que te tenemos miedo, vete a dormir un rato y de paso atiéndete, estás mal de tu cabecita–

Guillermo tomó la muñeca de Oribe con fuerza y presión y la quito sobre él con un movimiento brusco haciendo que se le quedara una marca roja a Oribe, y Guillermo salió de ahí con un paso acelerado, sin antes dirigirle una mirada a Rafa, cosa que notó Rafa e hizo que tuviera escalofríos y quedará petrificado a tal mirada llena de odio y rencor.

𝐑𝐮𝐞𝐠𝐚 𝐩𝐨𝐫 𝐞𝐥𝐥𝐨𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora