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El lugar quedó en silencio. La respuesta había sido inesperada y tan escalofriante que lo único que se escuchaba en el lugar eran las manecillas del reloj de pared.

-Retirate Guillermo- balbuceó el director con temor mientras evitaba la mirada de Guillermo.

Guillermo recargó sus manos en el escritorio y se levantó de su silla -No lo haré...ustedes dos saben bien lo que sufro y nunca hicieron nada, ojalá se pudran- volteó a ver a la profesora-y usted claro que con Edson para que no se quede solita en su infeliz vida-

-¡Guillermo! No le grites a tu profesora- intervino el director mientras se levantaba de su silla.

Guillermo frunció el ceño y sus respiraciones eran fuertes y aceleradas, sacó su teléfono y buscó más fotos en las cuales Edson y la profesora estaban besándose -Mire-

El director se quedó sorprendido y atónito, miraba una y otra vez las fotos y no podía creer lo que veía, después volteó a ver a la profesora. El silencio abrazaba aquel lugar mientras los libros del lugar desprendían su olor.

-Lo siento...pero estás despedida yo no puedo permitir esto-

Guillermo tomó su teléfono y salió de ahí sin decir una cosa más, su primer paso estaba hecho, faltaba informales a la escuela.

Por otro lado, Andrés notó que no había ido ese día Edson, era raro y la verdad si se alarmo un poco. Alan en cuanto puso un pie en la preparatoria sabía que algo estaba mal, había un ambiente que provocaba un mal presentimiento, por ello busco lo más rápido a Andrés. Al llegar a donde estaba Andrés, lo tomó de los brazos.

-¡Andrés! ¿sabes algo de Edson? ¿Qué le hizo el imbécil de Guillermo?- preguntó con desesperación Alan, estaba realmente preocupado.

-¡Yo que sé! No he hablado con Guillermo... nunca le hablado- contestó Andrés mientras fruncía el ceño.

Alan puso los ojos blancos -¡Ya sé que estás aliado con él! No me interesa, sólo dime algo de Edson-

-¡Carajo Alan! Yo no sé nada, pero algo si estoy seguro, Guillermo va a vengarse de todo lo que le hicimos pasar- Andrés se le erizó la piel al decir de ese nombre. Posteriormente, volteó a ver al final del pasillo y vio a Guillermo con su celular en manos, parecía ser eso muy extraño.

Todos murmuraban sobre Edson y no quitaban ningún ojo de la pantalla de sus celulares, algunos estaban asqueados, otros no podían parar de reír, otros miraban raro, era una mezcla de sentimientos y emociones en aquel lugar.

Ver que todos miraban sus celulares se le hizo raro a Andrés y Alan por ello sacaron sus celulares y entraron a una red social muy conocida. Quedaron horrorizados, no tenían palabras para la foto que habían visto.

Fue hasta que Guillermo llegó a donde estaba Andrés y Alan.

-¿Qué? ¿esto es en serio?- cuestionó Andrés muy confundido. Guillermo asintió con la cabeza y una sonrisa burlona.

Expresó Diego ciertamente furioso -¡Maldita sea Edson! Por eso pasaba con diez la clase y ni iba-

Paso un tiempo y Guillermo había acabado su tarea de haber publicado aquellas fotos de Edson con la que ahora ex-profesora. Todos estaban muy preocupados, nadie sabía quién había conseguido esas fotos, el porque las habían publicado, etc.

Guillermo después buscó a Rafa, tenía que decirle lo que sabía, su secreto. Vió que Rafa había entrado al baño, así que lo siguió y espero a que saliera del cubículo. Estaban solos. Se escuchaban las gotas de agua caer del lavamanos. Rafa salió del cubículo y vio el aspecto moribundo de Guillermo.

-¿Qué quieres idiota?- cuestionó Rafa muy molesto mientras lavaba sus manos.

-Lo sé todo Rafael...no te conviene hablarme así- contestó Guillermo mientras se recargaba en la pared sin quitar la mirada de Rafa.

Rafa se asustó en cierto punto -¿Qué vas a estar sabiendo de mí?-

-Te suena algo como a un accidente automovilístico - a Guillermo se le dibujó una sonrisa de oreja a oreja en su rostro.

-¡Cállate!- gritó Rafa mientras dirigía un golpe hacia el rostro de Guillermo, pero este sujeto su antebrazo y lo desvío.

-Ay Rafis, conmigo ya no funcionan los golpes conmigo, si me vas a tocar que se para matarme- Guillermo sonrió, se separó de la pared y estiró sus brazos hacia los lados como Cristo Redentor.

-Esto apenas inicia Rafita. Cuídate, no te queda mucho tiempo, el reloj dice "tic tac tic tac"- agregó Guillermo mientras sonreía y permanecía en la postura.

Rafa con las manos aún mojadas, sólo sintió como su boca había quedado seca, se escuchaba solamente el agua caer, se escuchaban las respiraciones de aquellos dos chicos, las luces parpadeaban.

-¡Eres un sínico!- exclamó Rafa en su desesperación de saber que Guillermo sabía algo tan personal de su pasado.

-Shhhh...esto no hubiera pasado si no me hubieras molestado y tu padre hubiera sido más cuidadoso al manejar- contestó Guillermo mientras reía y cruzaba sus brazos.

Rafa se enfureció más y salió de aquel baño azotando la puerta. Sus nudillos querían sangrar de la presión que estaba ejerciendo en sus puños, estaba ejerciendo tanta fuerza que estaba enterrando sus uñas en sus palmas de las manos. Estaba perdiendo la cabeza, quería golpear lo primero que viera.

Por otro lado, Alan vió a Rafa y decidió ir hacia él.

Rafa seguía absorto en sus pensamientos, en su mirada se veía una gran impotencia y frustración, apretaba sus dientes con fuerza, estaba tan concentrado que ni siquiera escucho que Alan le hablaba.

-¡Rafael! Carajo-

Rafa inclinó un poco su cabeza y vio a Alan -¿Qué quieres? Este no es el momento...-

-¿Ya viste lo que publicaron de Edson?- preguntó Alan con sus cejas alzadas. Rafa negó con su cabeza y saco su teléfono.

Rafa se quedó atónito, esas fotos eran reales, no se veían para nada editadas -Pero ¿Qué carajo es esto?-

-¡Rafael debemos cuidarnos! Creo que el que está atrás de todo esto es Guillermo- declaró Alan con una cara pálida y aterrorizado.

Rafa solo trago saliva y cerró sus ojos por unos segundos.

En otra perspectiva, Guillermo salió del baño y empezó a caminar por los pasillos mientras escuchaba música a todo volumen, ya sólo esperaba ver llegar a Oribe y ver cómo hacia cualquiera maltrato hacia Guillermo.

𝐑𝐮𝐞𝐠𝐚 𝐩𝐨𝐫 𝐞𝐥𝐥𝐨𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora