𝑬𝒍 𝑷𝒊𝒂𝒏𝒊𝒔𝒕𝒂

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No lo había cuestionado en el momento, pero hasta ese momento que se puso a pensar más detenidamente y a detalle, se percató de algo importante, con quien había por fin tenido la dicha de "conocer" y hablar, era la misma persona que aquella noche había aplaudido y alargado su pieza musical, sí, justo ahora se reprendía a sí mismo por no haber notado algo tan importante.

- Me sorprende tu habilidad de ser tan despistado, y tan ágil a la vez - habló en voz baja para sí mismo -

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por un par de toques en la puerta de su habitación.

- Yoon, soy yo, ¿Puedo pasar? - preguntó su hermano menor al otro lado de la puerta -

- Adelante Wonnie - dejó de recargarse en la silla de su escritorio, tomando una postura más recta -

- Hola - saludo como de costumbre, su hermano por su parte respondió el saludo -

- Hola, ¿Pasó algo?

- Ah sí, Sunoo me llamó hace unos minutos diciendo que tenía algo importante que mostrarnos y decirnos, dijo que venía para acá, y que esto nos sería de mucha ayuda, de hecho dice que vendrá con su madre, le comentó lo sucedido y ella está dispuesta a ayudar

- Entiendo y se agradece, pero, ¿No se suponía que su madre estaba fuera de la ciudad por asuntos de su trabajo?

- Se suponía, pero según las palabras de Sunoo, cuando se trata de algo relacionado a esto, ella deja de lado todo lo demás, lo cual significa que en verdad es importante

- Siendo así - se levantó de su silla giratoria - hay que prepararnos para recibir a tu futura suegra - con una sonrisa burlona en el rostro, le dió una palmada en el hombro -

- Rodó los ojos - Deja de decir sandeces y camina - le empujó leve pero firme fuera de la habitación con cuatro de sus dedos -

- Niegalo mientras puedas, pon resistencia, pero en el fondo sabes que pasará

- Ajá sí

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Ambos hermanos, bajaron a la sala y esperaron pacientemente, no pasó mucho tiempo cuando tocaron a la puerta, el menor de ambos fue a la entrada a recibir, quien suponía serían Sunoo y su madre.

- Señora Park, Hyung, hola, buenas tardes - hizo una reverencia -

- Hola Jungwonnie querido

Respondió la señora con una enorme sonrisa, le dió un beso en el cachete y un fuerte abrazo, dejándolo algo apenado, pero aún así correspondió con todo el gusto del mundo, ella mentiría si dijera que no le tenía un gran aprecio al muchacho.

- Hola Wonnie - le sonrió Sunoo, dejándolo más apenado aún -

- ¿Cómo ha estado todo por acá, mijito? - preguntó -

- Todo bien señora, muchas gracias, ¿Ustedes?

- Me da gusto, sí, todo en orden también, pero ve que apuesto te has puesto últimamente - acarició su mejilla -

- M-Muchas gracias - más apenado que antes, sólo volteó un poco el rostro -

- No es nada - sonrió, viendo como el chico no se atrevía a mirar a su entorno - pero que no te dé pena, no es pecado ser alguien atractivo, se lo he dicho a Sunito, pero parece no escucharme - obervó mal a su hijo -

- ¡Mamá!

- Ay qué, este chico verdaderamente es apuesto, no sé por qué no lo notas y finges que es cualquier otra persona - se le acercó y Susurró sin ninguna pizca de disimulacion -