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– Jungkook, ¿Con quién hablas? ¿Con el repartidor? ¿Llegó la pizza? – Su hermana salió de la cocina – Oh, hola Jimin, ¿Cómo estás?
– ¿Qué? – Jungkook parpadeó y repentinamente, él ya no estaba, Yoongi ya no estaba –
No supo en qué momento había comenzado a divagar nuevamente, lo de hace unos segundos sólo lo había pensado/imaginado, desde que había comenzado todo esto de los sueños y demás, le llevaba pasando aquello a la par, no sabe si eso se debía a que se estaba sugestionando demasiado y viendo cosas donde no las había, porque algo raro en verdad estaba pasando o bien, que alguien ajeno a ellos trataba de hacer pasar un mal rato, había muchas opciones y todas igual de posibles al parecer de Jeon.
– Estoy bien Heri, ¿Tú qué tal? – la voz del repartidor le hizo salir de sus pensamientos nuevamente, por inercia se hizo a un lado para dejarlo entrar, pues al parecer se conocía con su hermana –
– Me alegro, igual estoy bien, ¿Y eso que ahora eres repartidor? – se acercó a recibir la pizza que su amigo le extendía – creí que no buscarias empleo por buen tiempo luego de haber renunciado en ese acuario
– Pues ya ves, de algo tengo que sustentarme, hay gastos que cubrir y más ahora que pareciera que soy invisible para HyeYun y JungSoo
– Son tus padres igualado, ¿Cómo puedes referirte a ellos de esa manera? – le extendió ahora la pizza a su hermano y este rápidamente fue a ponerla en la mesa –
– ¿Mis padres? – rió – pues yo no veo que ellos me recuerden como a su hijo
– Suspiró – Insisto en que últimamente no son así por gusto, tiene que haber un motivo detrás, los conozco hace tiempo, desde que tú y yo éramos mocosos de secundaria y este uno de primaria – señaló a su hermano menor con el pulgar, quien por su parte solo le miro de mala gana, ella a pesar de estar ocupada en la conversación con el repartidor, le regresó la volteada de ojos, jamás se le escapaba una sola –
– Como se nota que no los conoces – se cruzó de brazos –
– Jimin
– Oye, ¿Entonces él es Jungkook? – en un intento de evadir el tema preguntó –
Suspiró, pues sabía que no lograría nada más por el momento, sobre todo porque su amigo era demasiado terco a veces y muy apegado a sus ideales, pero esto no se quedaría así, Jeon Heri jamás se quedaba con la duda, más temprano que tarde sí o sí terminaba respondiendola, triunfando.
– Sí, él es, Jungkook, te presento al tarado de mi mejor amigo, Park Jimin
– Mucho gusto – hizo una leve reverencia con la cabeza –
– El gusto es mío – sonriendo leve, de igual manera hizo una – vaya, has crecido bastante, cuando Heri me dijo que ya tienes 18, no creí que crecerías tanto
– Creo que eso era un poco lógico
Trató de suavizar su tono, no dejando al descubierto el mal presentimiento que tenía en cuanto a ese chico, o mejor dicho, la energía que parecía asecharle de cerca, Jungkook siempre fue muy sensible a ese tipo de cosas, así que.
– Tienes razón, disculpa – volvió a sonreír, y Jungkook sintió aquella sonrisa más como un disfraz antes que como una real y genuina, no sabe por qué, pero se comenzó a preocupar por él de repente, no tenía un buen presentimiento al respecto –
– Sí tonto, es obvio que iba a crecer, podrá parecer bebé aún, pero ya tiene sus años
– ¡Oye!
– Es verdad Jungkook, oye, ¿No tienes más pedidos? No es que te esté corriendo pero
– Sí amm, de hecho me acaba de llegar otro, si me disculpan debo irme, fue un gusto conocerte conocerte Jungkook – volvió a hacer una reverencia –
– Igualmente – le devolvió el gesto –
El chico se acercó a la entrada, y antes de tomar el pomo de la puerta, se volvió hacia su amiga.
– Heri
– ¿Mhm?
– No siempre se conoce a las personas al cien porciento, y cuando menos te lo esperas, cambian, todos cambiamos, en fin, me dió mucho gusto verte Heri, cuídate
– Cuídate Jimin, nos vemos – sonrió leve, despidiéndose con la mano, a pesar de que Jimin no se volteó completamente, ella sabía que igual estaba sonriendo, sin más, agitó su mano como despedida –
En ese momento, la chica fue a la cocina por unos snacks que planeaba compartir con su hermano, aunque fuera raro de ella, no sabe por qué, pero de repente le apeteció hacerlo. Una vez ella fue a la cocina, sólo quedaron los otros dos.
– Jungkook – juraba que su voz había cambiado, pareciendole de repente familiar –
– ¿Dime?
– Se volteó dejando mitad de su rostro al descubierto – Si al despertar me logras recordar, significa que a encontrarnos en la realidad vamos a estar
Al terminar de decir eso, como si de una falla de computadora o algo similar se tratara, Jungkook juraba que por un momento había visto la cara de Yoongi nuevamente.
– ¿Eh? – tardó un poco en reaccionar, pero eso le costó más de lo que hubiera imaginado, pues en esos diminutos instantes, pareciera que a pasos agigantados, "Jimin" logró llegar en un ratito a dónde al parecer había estacionado su moto – ¡Hey! ¡Regresa! – salió de la casa, ya no había rastro del chico – ¡Jimin Hyung! – había Sido algo inútil, tal como su anterior intento por alcanzar al chico y hacer que regresara – Ahg – se pasó una mano por el cabello algo frustrado –
Su hermana justo salió en ese momento al oírlo gritar el nombre de su amigo.
– ¿Jungkook? ¿Por qué gritaste? ¿Jimin olvidó algo? O... No me digas que se nos olvidó pagar... Ah no, pero ahora es por cuenta bancaria, entonces, ¿Qué pasó? ¿Por qué le gritaste para que volviera?
– No es nada Heri
– Jungkook
– Enserio, vayamos a comer pizza mejor, se enfriará – con un semblante serio se aproximó a la puerta de su casa nuevamente, moviendo con el dorso de su mano a su hermana –
– ¡Esto me lo tendrás que explicar tarde o temprano Jungkook-ah! Ash – dió un pisoton – bien, comamos pizza – suspiró rendida cerrando la puerta, pues su querido hermanito ya se encontraba sentado esperándola para comer –
Lo que Jungkook no sabía, era que desde el momento que la pizza fue entregada en ese mismo lugar pero en una cara diferente de la situación, a cierto chico de 23 años, de igual forma le había pasado algo inusual al parecer o... ¿Quizá no tanto?
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_________________________________________11:11, 26/10/23
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𝑬𝒍 𝑷𝒊𝒂𝒏𝒊𝒔𝒕𝒂
FanficDurante mucho tiempo, sólo fueron la fría noche, el escenario, su piano y él, pero, ahora que había aparecido ese joven, nunca más sería así. Ya no le tocaría una melodía a la soledad, ahora, tocaría para ese chico especial que desde ahora estaría a...