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– Jungwon, qué.... ¿Qué quieres decir con eso?

– Aún respiraba agitada y dificultosamente, pero como pudo, hizo el esfuerzo por responder a su hermano – No sé cómo explicarlo, ¿Okay? – su respiración permanecía errática – pero, sólo...

– Tranquilo, no te sobreesfuerces, poco a poco, ¿Sí?

– Asintio, al ser practicante de medicina, sabía cómo controlar la situación – Sólo sé que no es para nada bueno – logró decir al fin, ahora su respiración estaba más regulada –

– De la mesita de noche, tomó el vaso que había ahí y se lo pasó – ¿Recuerdas algo de lo que viste, viviste o soñaste?

– No mucho, pero recuerdo lo relevante – dió un pequeño sorbo al vaso, y lo dejó de nuevo donde estaba –

– ¿Me puedes contar? No importa si es poco, lo que sea es de utilidad

– Claro, bueno... para empezar, esto parecerá raro, pero en el sueño/ parálisis del sueño, el primer "escenario" era como si hubiera volvido en el tiempo, años atrás

– ¿Años atrás?

– Sí, ¿Recuerdas la primer vez que te ocurrió el haberte quedado dormido tocando el piano?

– Sí, claro que lo recuerdo, pero como te dije la otra vez, no pensé que lo recordaras

– Aunque te cueste creerlo sí, lo recuerdo perfectamente con cada detalle, porque a pesar de que yo era tan sólo un bebé prácticamente, sobre todo a tu lado – Yoongi rió, porque prácticamente le estaba recalcando la diferencia de edad – aún así me percaté de ello y, lo que sentiste tú, lo que te estaba pasando a ti, no me explico como, pero también lo sentí, también me pasó a mí

– Pero cómo es eso posible, si esa vez tú tan sólo dormías... te veías tan tranquilo, que no parecía que nada te perturbara

– Una cosa es lo que se ve por encima del iceberg y otra muy distinta lo que ocurre en el fondo de él, estamos de acuerdo

– Bueno, eso es cierto

– Además, eso no significaba que no pudiéramos estar en "sincronía" de alguna forma

– También es cierto, pero ¿Sabes qué es lo más extraño?

– ¿Um?

– Que no entiendo a qué hora terminaste dormido encima de mi cama y en mi habitación, dudo mucho que tú solito hayas llega–

– Sí lo hice de hecho, yo sólo llegué a tu habitación, pero no lo notaste porque estabas muy concentrado componiendo

– Espera, ¿Qué? ¿Pero cómo?

– No sé si recuerdes que yo tenía dos años y estaba aprendiendo a caminar

– Bueno, eso explica un punto, pero ¿Cómo explicas el haber entrado? Eras muy enano como para alcanzar el picaporte

– Estaba entreabierto, ni siquiera notaste que no cerraste bien la puerta, porque en ese momento tu mente estaba más distraída y concentrada en la nueva melodía que de repente se te había ocurrido

– Si que dabas miedo a esa edad...

– No wow, ¿Por explotar mi alrededor lo era?

– La cama, ¿Cómo lograste subir?

– El escalón que había en tu habitación en aquel entonces, incluso tú eras demasiado bajo para tu propia cama

– Me sorprendes, pero ese no es el punto, el verdadero es, ¿Qué te llevó a ir a mi habitación esa vez?

– Ni siquiera yo lo sé, sólo sentí el impulso, tal vez, las cosas debían ocurrir así, ¿No te parece?

– Puede ser

– Ahora, volviendo al tema inicial del cual ya nos desviamos mucho, ¿Sabes qué estaba ocurriendo en mi parálisis, en el momento justo que estabas a punto de salvarme?

– ¿Qué cosa?

– Si hubieras tardado un poco más... te juro que habría caído por ese acantilado

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11:11, 08/10/23

𝑬𝒍 𝑷𝒊𝒂𝒏𝒊𝒔𝒕𝒂 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora