𝑬𝒍 𝑷𝒊𝒂𝒏𝒊𝒔𝒕𝒂

♪³⁵·♪

♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪

– Sunoo Hyung, señora Park, hola – sorprendido por la repentina visita, saludó a ambos reverenciando –

– Hola Wonnie

– Hola Jungwon querido

Ambos respondieron al saludo, con una leve sonrisa.

– No es que me incomode ni mucho menos, pero, ¿Puedo preguntar el motivo de su regreso? Si mal no estoy nos veríamos hasta mañana

– Lo sé querido – la señora suspiró – Pero tengo algo importante que decirles a tu hermano y a ti, ¿Nos dejas pasar para platicar con más calma adentro?

– Oh sí, lo siento, claro, pasen – se hizo a un lado, para dejar a madre e hijo entrar –

Estaban a punto de entrar, cuando Sunoo notó algo en el suelo, deteniendo sus movimientos en breve.

– ¿Qué es esto? – preguntó con duda con cierto tono serio y hasta golpeado de repente –

– ¿Por qué eso está esparcido por todo el suelo? ¡QUITALO DE INMEDIATO!

La señora Park, de repente no parecía ella, mucho menos porque no se solía exaltar y precipitar de ese modo, sobre todo por ese tipo de cosas, era supersticiosa, sí, pero Jungwon y cualquiera que le conociera, sabía perfectamente, que por eso no sucedería tal cosa, no sería para tanto, pediría amablemente que quitaran algo que no le gustara y le incomodara de cierta forma.

– Lo sabía, ustedes definitivamente no son la señora Park y Sunoo – pensó – Oh claro, enseguida, lo lamento mucho, lo que pasa es que intentamos proteger nuestro hogar debido a que en estas fechas ciertos intrusos se toman la libertad de perturbarnos – observó a los supuestos Jihie y Sunoo de arriba abajo – pensé que lo recordarían – alzó una ceja –

– Claro claro, sí, lo siento, pero por favor limpia eso – habló apresurada y casi que sudando, se le veía bastante nerviosa, al mostrarse así, sólo le pudo confirmar una cosa al Min menor –

– Ya vuelvo, esperen aquí – con un rostro inexpresivo emparejó la puerta y volvió adentro –

En el suelo, no había otra cosa, que sal.

♪

– Yoongi, Yoon – sigilosamente se acercó a su hermano, procurando no hablar tan fuerte en caso de que esas cosas siguieran afuera de su casa –

– ¿Qué pasó? ¿Sucedió lo que te dijo?

– Sí, Sunoo tenía razón, afortunadamente pudo avisarnos a tiempo

– ¡Jungwonie! ¡Querido! ¿Tardarás mucho? ¡No podemos esperar tanto!

– Carajo... – susurró – Ya vuelvo, quédate aquí, y por cualquier cosa, estate aprevenido

– Claro

♪

Una hora antes.

– Bueno Sunoo Hyung, me debo ir, nos vemos

– Claro, pero antes debo decirte

– Sí claro, ¿Y qué es?

– Mira, no sé qué esté ocurriendo ahora, pero tengo un mal presentimiento sobre algo que puede pasar

– ¿Algo como qué?

– Entes

– ¿Ajá? Y.... ¿Qué se supone que pasará y debo hacer?

– Pon sal afuera de tu casa, y en alrededores, por nada del mundo dejes un sólo espacio sin la protección que la sal brindará, es posible que nuestros yos malvados de mi madre y míos vayan a visitarlos antes que nosotros, así que por favor Wonnie, por lo que más quieras y el amor que le tienes a tus colecciones, tengan cuidado, ¿Sí? Sabrás a lo que me refiero cuando lo veas, no estoy ciem porciento seguro que pase, pero por si acaso, traten de evitarlos a toda costa hasta que nosostros lleguemos, ¿Está bien?

– Está bien, gracias por advertir Hyung

– No es nada, la verdad que no me perdonaría si algo les pasa

♪

– Listo regresé

– Por fin, espero y ya vayas a limpiar esto de aquí

– No, en realidad antes les daré un pequeño regalo – sonrió para ambos con aparente inocencia –

– ¿Regalo? – preguntaron al mismo tiempo los supuestos –

– Sí, regalo

– Hey, Min, sólo espero que no vayas a hacer nada estúpido

– Para nada Hyung, sólo una pequeña sanitización, tú sabes, por los virus que asechan en estas fechas

– No, te prohíbo hacer eso – la voz de la supuesta señora Park cambió de repente –

– Vamos señora Park, ¡No es para tanto! – Les aventó una buena cantidad de agua, que instantáneamente empezó a quemar literalmente a sus visitantes – ¡Sólo una pequeña – los volvió a rociar – limpieza!

– ¡DETENTE! – como si de un demonio se tratara, comenzaron a rogar por ¿Su integridad demoníaca?

Jungwon no les hacía ni el mínimo de caso, seguía rociandolos, hasta que logró alejarlos poco a poco de su casa, a los entes no les quedó más, que marcharse.

Al menos por aquella inicial ocasión.

♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪♪
_________________________________________

11:11, 06/10/23