Ningning estaba tan nerviosa que no podía permanecer en casa ni un momento más. Decidida a finalizar los últimos detalles de la boda, no se lo pensó dos veces para terminar lo antes posible.
Wendy estaba lista para salir; Jaehyun y Renjun estaban desayunando tranquilamente.
Ning se materializó en la cocina y apremió a su madre para que fuera al garaje y encendiese el motor del todoterreno.
—Mamá, vamos —masculló—. No quiero perder más tiempo…
—Ya voy, tesoro. Dame un minuto.
Wendy se abrochó la chaqueta marrón y se colocó el bolso en el hombro. Reparó en la mirada perdida de Renjun. No pudo evitarlo.
—Ren —susurró—, ven con nosotras.
—¿Qué? —espetó Ningning—. Ni hablar.
Renjun se encogió de hombros, decepcionado.
—Creo que no, mamá. Será mejor que me quede aquí.
Wendy resopló y negó con la cabeza.
—De eso nada, chicos. Me da igual por qué están así, no quiero saberlo. Pero son hermanos y tienen que apoyarse el uno al otro…
—Eso díselo a él —gruñó Ning.
—Ya está bien, no quiero ni una pelea más. —Wendy se aproximó a Renjun y le acarició la mano—. Renjun, vamos. Te sentará bien tomar el aire.
Renjun se levantó de la silla y resopló.
—De acuerdo, pero dame un minuto.
El todoterreno negro iba a toda velocidad. Ning estaba aferrada al volante y se negaba a soltar el pie del acelerador. Deseaba con todas sus fuerzas llegar a la ciudad. Tenía todo memorizado en su cabeza y quería ir punto por punto.
A eso de las diez de la mañana, doblaron una esquina de la calle principal y el vehículo paró en seco.
—Ya hemos llegado —anunció—. La primera parada.
Renjun se bajó del coche y automáticamente sintió una punzada en el pecho. Se encontraban en la entrada de una gran pastelería.
—Vamos —instó Ning—, pasen.
Todo el aire del establecimiento olía deliciosamente bien. Era una visión literalmente dulce, con tartas, galletas, magdalenas y demás productos de bollería adornando cada centímetro de las vitrinas.
Ning no perdió ni un segundo para entablar conversación con la mujer encargada de la tienda. Quería mostrar su mejor cara para obtener lo que quería: consejo para acertar en su decisión.
Pocos minutos después, los tres se quedaron momentáneamente solos, ya que la mujer desapareció en la parte de atrás, seguramente para volver con unos cuantos álbumes y muestras para proponer ideas acerca del proyecto final.
Renjun sentía una gran desazón; ese no era su sitio y no tenía ganas para disimular. Su cara era demasiado expresiva a esas horas de la mañana.
—Renjun —susurró Wendy—, ¿te encuentras bien?
No sabía muy bien qué decir.
—Sí, pero sinceramente aún no sé qué hago yo aquí.
—Puedes distraerte mirando todas esas tartas —sugirió Ning—. Nosotras mientras decidiremos cuál será el pastel definitivo.
Renjun asintió con la cabeza, sin ninguna gana para discutir.
—Está bien, como quieras.
Obedientemente se retiró y comenzó a observar con ojos mudos. Un montón de pasteles preciosos lo rodeaban, recordándole inconscientemente el día inminente de la boda.
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Los ángeles también lloran [ADAPTACIÓN JAEMREN - NCT]
FanfictionAutor: Concepción Liébana García Adaptación: Renmin/Jaemren (principal), mención de otros shipps. Caps: 181 + epílogo Actualizaciones rápidas. ¿Y si la vida te diera una segunda oportunidad ¿Lo arriesgarías todo por volver a ser feliz o renuncia...