Bienvenidos al capítulo final, de antemano os agradezco haberle dado una oportunidad a mi libro y por todo el apoyo que le han mostrado, estoy en una deuda infinita con vosotros.
¿Están listos para decir adiós a este libro? ¡YO NO PUEDO AÚN!
Alerta, contendido cargado de azúcar, no apto para diabéticos JAJAJA.
[...]
—Sí.
—Sí, ¿qué?
—¡Claro que quiero casarme contigo, idiota! —Nicolae se rio entre dientes, se soltó del agarre de Romeo y se lanzó sobre éste para abrazarlo con fuerza, intentando mantener el equilibrio, ya que se encontraba de rodillas sobre el césped.
Bajo los festejos de Año Nuevo, los gritos de alegría que soltaban los presentes en las gradas y los fuegos artificiales que brillaban en el cielo, Romeo cogió el rostro del menor y lo besó. Acarició aquellos labios con los suyos, se impregnó de aquel sabor que tanto había extrañado y del que, de ahora en adelante, iba a ser dueño. Apretujó al menor entre sus brazos hasta que éste necesitó aire, riendo suavemente.
—Mi anillo —estiró la mano frente al mayor, los dos se encontraban de rodillas frente a frente, en su burbuja de felicidad. Romeo sonrió y, con delicadeza, le colocó el aro de compromiso alrededor de su dedo anular—. Oh, mi amor, acabas de sentenciar tu muerte.
—Era lo único que deseaba —ambos volvieron a abrazarse y Nicolae apretó los ojos contra el cuello del moreno, sintiendo como su respiración se cortaba. No quería llorar, no en un momento así, pero era inevitable ponerse de esa manera cuando sabía que su vida iba a cambiar de ahora en adelante—. Hey, no llores.
—Te amo —murmuró y se separó un poco, cogiendo el rostro de Romeo y volviendo a unir sus labios en un suave beso.
—¡Nico, cariño!
Nicolae se separó rápidamente del mayor y giró el rostro para ver a su madre. Sonrió enormemente y se reincorporó para lanzarse a abrazarla; no sabía decir con exactitud cuanto tiempo había pasado sin ver a la mujer que lo trajo al mundo, pero ya no importaba las veces que habían discutido, ni los momentos en que se hicieron falta. Estaban juntos otra vez, ella había venido en un momento tan importante para él gracias a Romeo.
—Escúchame, cariño —la mujer le cogió de las mejillas para que se miraran a los ojos directamente—. Estoy muy feliz por ti —ella desvió la mirada hacia el moreno y con una mano, agarró la de éste, acercándolo a ellos—, no importa lo que haya ocurrido en el pasado, se aman y es lo único que importa.
—Mamá...
Poco después de que Romeo y su madre estuvieran hablando por un par de minutos más, hasta que fueron atacados por Luca y Hugo, como era de esperarse.
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Una venganza casi perfecta ©
Любовные романы"Era un plan infalible, la venganza perfecta, hasta que me enamoré. " [...] Ella está rota por dentro. Él ansía una cruel venganza. Y el culpable es el objetivo a destruir. Después de ser cruelmente dejada, con el corazón roto y la dignidad por los...