Extra: Un reencuentro, una boda

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Holis, mi gente hermosa, ¿cómo estáis? ¡Dios mío, cuánto tiempo! Ya casi un año desde que esta historia terminó

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Holis, mi gente hermosa, ¿cómo estáis? ¡Dios mío, cuánto tiempo! Ya casi un año desde que esta historia terminó. Volver aquí se siente tan feliz y reconfortante. Extrañaba demasiado al sexy moreno y mi querido Nico.

Por si alguien no llega a entender, este extra se sitúa meses después del epílogo.

Recuerden comentar mucho o les lanzo brujería (bromis JAJAJA), disfruten de la lectura, la amarán.

Canción: Taylor Swift - Lover.

[...]


Meses después.


La pequeña Carlotta, de apenas cuatro años y rubios cabellos relucientes, corrió a toda prisa, buscando refugio tras la espalda de uno de sus nuevos padres. Romeo, con una sonrisa reconfortante, la levantó en brazos, notando el temblor de la niña y el brillo de las lágrimas a punto de desbordarse.

Ser padres no era una tarea fácil, especialmente cuando hacía apenas un mes que habían adoptado a Carlotta. Nicolae se había enamorado de la niña a primera vista y no descansó hasta completar todos los trámites de la adopción. Gracias a las influencias de Donati, el proceso se resolvió en cuestión de meses.

—Calma, pequeña —le susurró Romeo, depositando un suave beso en su mejilla. Carlotta hundió su cabeza en el cuello de Romeo, aferrándose a él con un temor palpable.

La pequeña familia se encontraba en uno de los numerosos zoológicos de la bella Italia. Donati había decidido hacer el viaje para mostrarle a Carlotta su país natal, así como a la madre de su esposo.

Nicolae apareció de repente, sosteniendo una paleta de caramelo en una mano y con la otra, sostenía la manita de su sobrino de casi cinco años, quien también tenía una paleta en la suya. El castaño miró a su esposo con cierta preocupación.

—¿Qué le pasó a Carlotta, Romeo Donati? —preguntó Nico con voz grave, mientras sus fosas nasales se dilataban en señal de desesperación, inhalando profundamente.

—Te juro que no le hice nada —respondió el moreno rápidamente—. Ella estaba observando a los leones y uno rugió justo cuando yo estaba comprando unos globos...

—¡¿Cómo se te ocurre dejarla sola?! —exclamó Nicolae, visiblemente alterado—. ¡Podría haberle pasado algo, pedazo de idiota!

—Tan solo me alejé unos metros, mi amor —Romeo intentó acercarse, pero la mirada severa de Nicolae lo hizo retroceder inmediatamente.

—Amor, ni leches —replicó Nicolae con firmeza—. Si le hubiera pasado algo, te juro que te enterraba vivo.

Romeo soltó una risa nerviosa y mordió su labio de manera seductora, lanzando una mirada de enamorado hacia su esposo. Nicolae, aunque aún enojado, no pudo evitar desviar la mirada, tratando de ocultar una sonrisa.

Una venganza casi perfecta ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora