Nicolae cerró tras él la puerta del despacho de Romeo sin darse cuenta siquiera si había empleado demasiada fuerza a la hora de hacerlo, por lo que, por un momento, dudó de si el mayor había sido golpeado en las narices, por ello, pero intentó no preocuparse y se sentó en el gran sillón de cuero negro que se encontraba tras el imponente escritorio.
Por un jodido, si se encontrara dentro de una viñeta de un cómic, sus orejas en esos momentos estarían expulsando humo al igual que sus ojos, pero en ese caso sería fuego. No estaba de humor después de ver como el estúpido de Patrick Frost le intentaba arrebatar a su hombre.
¿Quién mierdas se creía para restregarse contra Donati?
Luca tenía razón.
Si Romeo había sido un maldito hijo de puta con todas las personas que pasaron por sus brazos, ¿por qué él sería la excepción?
¡La sangre le hervía!
Su plan no resultó como quería, ni mucho menos el mayor tuvo intenciones de comunicarse con él para intentar arreglar algo jodidamente estúpido.
Se pasó las manos por el pelo con frustración. Quienes se encontraban en la zona del DJ lo habían visto saludarse con Patrick, intentando por todos los medios que su sonrisa no tuviera ni una pizca de falsedad, y después le dio la mano a Romeo, quien miraba expectante todo lo que estaba pasando a su alrededor. ¡Realmente el imbécil no se esperaba que él asistiera al bar aquella noche!
Tuvo que aguantarse las malditas ganas de gritarle a Patrick que dejara de restregarse contra el otro porque, maldita sea, era suyo y nadie tocaba lo que le pertenecía. Menos mal que pensó mucho mejor las cosas y se detuvo de hacer cualquier gilipollez de la que pudiera arrepentirse después.
Se distrajo de sus pensamientos cuando el teléfono móvil vibró bajo el bolsillo de sus pantalones vaqueros. Era Luca preguntándole dónde mierdas se metía.
"¡Ven a la maldita zona VIP! Quiero irme de este lugar, Nicolae."
"Llevo más de media hora viendo una escena que no me está gustando para nada, ¡mueve tu pronto abierto trasero para acá!"
"¡Odio a Hugo! ¿Me puedes explicar por qué ese día te invité a ir a ROYAL? ¡Fui un estúpido!"
Y, finalmente, el último mensaje decía lo siguiente: "¡Arréglate tú solito, yo me largo de este lugar!"
Cuando tuvo intenciones de responder los extraños mensajes de su mejor amigo, alguien entró al despacho dejándolo completamente estático. Sinceramente, no sabía cómo mierdas lo hacía, pero la manera en que Romeo imponía cuando estaba medianamente molesto le intimidaba.
Tenía tantas ganas de hacerle una escena, por un jodido, se la haría ahora mismo si quisiera, pero también recordaba el porqué de Isabella con el corazón roto y se retuvo como pudo. Se levantó del sillón negro con los puños apretados y el ceño fruncido, intentando mostrar que la presencia de Romeo no le afectaba en absoluto.
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Una venganza casi perfecta ©
Romance"Era un plan infalible, la venganza perfecta, hasta que me enamoré. " [...] Ella está rota por dentro. Él ansía una cruel venganza. Y el culpable es el objetivo a destruir. Después de ser cruelmente dejada, con el corazón roto y la dignidad por los...