La ciudad de las luces

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Emilia termina de hacer los últimos segundos en la caminadora. Agarra la toalla y se seca el sudor de la frente mientras hace respiraciones profundas para recuperarse después de sus 40 mins. diarios de carrera continua. Después bebe un poco de agua y se gira hacia Lali que todavía sigue corriendo.

Emi: Como te decía, no entiendo qué le pasa

Elonga un poco los cuádriceps.

Emi: Yo esperaba encontrarme a un hombre y parece que sigue teniendo 15
Mariana: Suele pasarle a los hombres
Emi: Me gustaría poder pegarle una cachetada y gritarle que vuelva a la realidad
Mariana: No entiendo por qué te molesta tanto. Olvidalo. El mundo es enorme, hay mil candidatos más
Emi: ¿Cómo "olvidalo"? ¿Vos de verdad te pensás que a mi me importa él? 0. No. Pero como él hay mil hombres más. Inmaduros, infantiles, irresponsables emocionalmente, con actitudes de mierda. Y los que no son todo eso, juegan para su mismo equipo. Así que acá estoy yo mirando la vida pasar sientiendo que tengo AHÍ ABAJO el desierto del Sáhara

Lali estalla en una carcajada que le hace perder la fuerza de las piernas y se ve obligada a parar.

Emi: Menos mal que paraste, pensé que te ibas a pasar 1 hora ahí arriba. ¿Vamos con los ejercicios de brazos?

Lali agarra su toalla y se seca el sudor. Pone los ojos en blanco y agarra su botellita de agua.

Mariana: Vamos drama queen. Sos más exagerada, no entiendo cómo te soporto. Yo ya te dije que tenés que ser más liberal, probar el sexo sin compromiso. Entiendo que te sentís un poco cohibida por tu imagen pública, pero tenés que olvidarte. No vas a volver a ser joven nunca más. Aprovechá el tiempo. Te curtís a uno una noche, obvio en SU casa para que así después no lo tengas que echar. Algunos se hacen los remolones y te piden que les invites a desayunar, te buscan charla. Un garrón. Así que vas a su casa, te despertás bien temprano, rajás y lo bloqueás de cualquier lado para no verlo nunca más. Fácil y rápido
Emi: No me parece
Mariana: A vos nunca te parece lo que yo te digo. No te acostás con nadie desde que lo dejaste al pelotudo de Naim
Emi: Eu, era buen manager y buen amante, no lo insultes pobrecito. A parte no era tan malo en la cama
Mariana: Me repugna que me digas estas cosas, tenía 20 años más que vos Emilia por favor callate. No quiero saber
Emi: ¿Por qué te caía tan mal?
Mariana: Una energía oscura, mala onda
Emi: Boe
Mariana: Te tenía absorbida. No ibas a casi ningún lugar sin él y si no te podía acompañar a veces ni siquiera ibas
Emi: Okey, eso no estaba bien, pero...
Mariana: Nada. Menos mal que se fue a Brasil y te volvió tu esencia porque había veces que parecías una señora de 60 años. No eras vos
Emi: Que mala que sos a veces
Mariana: Tengo que ser sincera, sino ¿para qué estoy? El punto acá igual no es mi opinión, es tu sequía sexual

Emilia le tapa la boca tentada de risa. Un par de chicos las miran. Emi sonríe entredientes.

Emi: ¿Podés no decir las cosas en voz alta?
Mariana: Perdón

Ambas se instalan en un huequito de la zona de pesas y agarran un par de ellas para empezar con sus ejercicios.

Emi: Igual exageré, sí. Acordate que hace un par de meses me estaba viendo con el chico este
Mariana: El basquetbolista. Que bombón

Se muerde el labio inferior.

Mariana: Lo tenía olvidado, es verdad. El que te pedía que le metas un pene de goma por el ort...
Emi: ESE. Pobre, le hice un ghosting increíble
Mariana: Y...no sé como serían sus sesiones ¿no? Pero pinta exótico que te pidan eso
Emi: Ay no me hagas acordar, Lali
Mariana: ¿Qué? Es como si él te lo hace a vos
Emi: No porque...da igual, no quiero hablar de eso ahora
Mariana: Che y también recuerdo a un director de cine, ¿puede ser?
Emi: Nunca pasó nada mas allá de unos besos y un poco de toqueteo. Era casado. Llamó su mujer y el pito corto se asustó así que se fue. ¿No te había contado?
Mariana: No, no sabía. Alto pelotudo
Emi: No sabés cuanto