La ciudad de las luces

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Nico: Se me olvidó. Fue rápido. Solo la vi, la saludé y me fui. Tenía ganas de llegar a casa. ¿Hiciste la tarea esta tarde? Lo estaba pensando ahora. Sabés cuál es el trato: ensayás después de hacer la tarea
Caro: No tenía tarea, estudié un poco matemática. Tengo examen el martes que viene, pero lo tengo controlado, tranqui. Ahora contame qué onda con Emilia
Nico: Ya te dije. No entiendo por qué admiras tanto a esa mujer de repente, antes ni siquiera sabías quién era
Caro: En las clases de comedia musical hablan mucho de ella y se habló mucho también de su casting. Y obvio antes de presentarme al casting la investigué y vi que es una genia, deberías verla actuar

Caro busca un vídeo y lo pone. Se acerca a su padre y pone el celular delante de su cara.

Nico: Hija, estoy cocinando
Caro: Mirala un segundo nada más

Nicolás mira el vídeo totalmente desinteresado y prestando la menor atención posible por miedo a caer de nuevo bajo el hechizo producido por aquella mujer de ojos verdes e infinita sensualidad.

Nico: Sí, lo hace muy bien. Tiene muy buena voz, pero le falla un poco la técnica. Igual, hay mejores que ella
Caro: ¿Por qué te la agarrás así con la chica? No te hizo nada. Por ahi hay gente mejor, no lo dudo, pero ella también es muy buena
Nico: No te dije lo contrario
Caro: Estas celoso porque te encantaría tener su vida. Siempre me lo dijiste, tenías una banda y soñaban con grabar el CD, crecer en el mundo de la música
Nico: No digas estupideces
Caro: Ella actuó en Europa, en varios países de Latinoamérica, fue parte de shows en Broadway y tiene su propia productora de espectáculos mientras vos solo das clases de canto en un conservatorio
Nico: Ya entendí, gracias por la parte que me toca. Que te ayude ella a preparar la audición y te dé plata cuando la necesites
Caro: Me da risa que te pongas celoso
Nico: Ok, sí, me pongo celoso, claro que me pongo celoso
Caro: A vos también te admiro. Venís a buscarme a todas las fiestas a la hora que sea, me pagás la ropa, me invitás al cine. Sabés de sobra que te amo, pa. Mi admiración por Emilia es diferente, es a lo que aspiro ser de grande ¿entendés? No es que ser profesora de canto esté mal, pero...
Nico: Ibas muy bien con la parte de "te amo" pero pinchaste al final. A ver, chamuyame más para subirme el ego de padre

Los dos se ríen Nico pone las milanesas en el plato y apaga el fuego.

Nico: Esto ya está, solo falta el puré
Caro: Si la ves mañana ¿me prometés que le vas a decir algo?
Nico: No tengo nada que hablar con esa mina
Caro: Decile que sos mi papá, hablale de mí
Nico: Eso es trampa
Caro: Es solo un poco de ventaja
Nico: Llevame esto a la mesa
Caro: ¿Por qué no la invitás a salir? Está soltera. Se casan y yo protagonizo todos los espectáculos que produzca
Nico: Frená, frená, frená. Estás volando demasiado. No le voy a pedir salir y mucho menos que se case conmigo
Caro: Ya sé tarado, es un chiste. A parte, ni loca te daría bola. No es que seas feo ni nada, pero ¿sabés con los chongos que debe codearse esa mujer?
Nico: ¿Con los qué?
Caro: No dije nada. Me llevo esto a la mesa. Te espero, no tardes con ese puré o empiezo a comer sin vos. Tengo hambre

Una vez los dos sentados en la mesa con sus respectivos platos frente a ellos, Caro pasa un par de canales hasta encontrar el reality show favorito de ambos.

Nico: ¿Coca?

Caro le pasa el vaso. Nicolás le sirve y después llena su vaso sin apartar la vista de la TV. Los dos beben un sorbo, dejan el vaso y miran el plato de comida. Agarra los cubiertos. Caro corta la milanesa y Nico agarra un poco de puré para ponerlo sobre la milanesa.

Nico: ¿Cómo te fue el día en general? A parte de estudiar y ensayar
Caro: Como siempre, ninguna novedad. ¿Vos?
Nico: Lo más raro que me pasó fue encontrarme con esta tipa loca
Caro: Emilia
Nico: Como sea
Caro: ¿Como le está yendo la preparación al chico ese que iba a presentarse al casting de ópera?
Nico: Muy bien, ya está casi listo. Tiene muy buena técnica, estoy seguro de que le va a ir muy bien