La ciudad de las luces

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Nico: ¡Caro! Caro, son las 17:00

Carolina, la hija de 15 años de Nicolas, aparece corriendo por el pasillo, sus pies se deslizan por el parqué en un resbalón que consigue frenar antes de caerse al piso. Baja corriendo los escalones, saltando los 2 últimos.

Caro: LISTA. VAMOS

Corre hacia el sillón y agarra su mochila y su buzo.

Caro: Te espero en el auto

Nicolas se ríe negando con la cabeza. Agarra las llaves del auto del primer cajón del mueble que hay junto a la puerta y descuelga del perchero su blazer. Sale detrás de su hija, que ya lo espera delante del auto arreglándose el pelo torpemente mirando su reflejo en el cristal de la ventanilla.
Nicolás abre el auto y sube. Caro entra por la otra puerta y toma asiento. Los dos se abrochan el cinturón. Nico la mira.

Nico: Estás bien, tranquila
Caro: No, estoy nerviosa

Nicolás arranca el motor del auto y prende la radio.

Nico: No tenés que estarlo, ensayaste muchísimo
Caro: Es la audición más importante de mi vida
Nico: Lo sé, por eso tenés que relajarte un poco, solo un poco para poder dar lo mejor de vos. Yo estoy 100% seguro de que vas a brillar, y antes de que me digas nada: no, brillar no siempre va ligado de la mano del éxito, no te puedo mentir. El "no" está ahí, pero
Caro: Eso no quiere decir absolutamente nada, ya sé pa. Siempre me decís lo mismo
Nico: Porque es importante que lo tengas en cuenta, el mundo del arte es así

Caro lo mira sonriendo con una mezcla de ternura y sorna. Extiende su brazo y sube el volumen de la radio. Cierra los ojos y respira profundamente.

Caro: Tranquila Caro, va a salir todo bien. 1, 2, 3

Nicolás se ríe, alguna vez él estuvo en su lugar (más o menos), y sabe lo que se siente.

Abril de 2003

Dos chicos de más o menos la misma estatura y edad, uno rubio oscuro con ojos claros y otro morocho de ojos oscuros entran corriendo por la gran puerta del teatro. Cruzan el hall a toda velocidad intentando esquivar a los trabajadores que los miran con mala cara, pero es que llegan tarde.

Nico: ¿Donde es?
Gonzalo: No me hagas mucho caso, pero siento que es allá

Gonzalo señala una larga fila que baja a lo largo de las escaleras que conectan con el piso de arriba. En la fila todo el mundo parece visiblemente nerviosos y nerviosas; algunos hablan entre ellos, otros balbucean lo que ambos suponen el tema que van a cantar ante el jurado. Cada quien parece estar en su mundo.
De repente unos dedos frente a sus ojos chasqueando los devuelven a la realidad. Una voz femenina les recrimina su impuntualidad, es Emilia, la cantante de la banda "Presuntos Culpables", su banda.

Sí, aquella era una audición para buscar la banda del momento, el grupo ganador tendría la magnífica oportunidad de grabar un sencillo.

Emi: Tenemos que audicionar en unos minutos

Les muestra el papel con el número de su turno. "57".

Emi: Y ustedes no sólo llegan tarde sino que además caminan a paso de tortuga y se quedan ahí mirando no sé qué
Gonza: No fue culpa nuestra
Nico: Tuvimos un par de inconvenientes con la camioneta de papá
Emi: No me sirven las excusas vamos

Emilia le estampa Nicolás en el pecho una mochila.

Emi: Los baños están allá

Señala una puerta junto a la entrada.

Emi: Los quiero listos YA

Los dos salen corriendo hacia la puerta del baño e ingresan.

Gonza: Cómo está tu novia eh