Capítulo 9: Veneno

41 2 0
                                    

Irina empezó a engordarse cada vez más, se sentía muy rara porque siempre había estado muy delgada. Estaba de seis meses de embarazo. Las cosas empezaban a ir bien. Sonreía mucho y auque cada vez estaba mas hinchada, cada vez se la veía más bonita. La gente se quedaba embobada mirándola.

Tres meses antes...

Irina entró en su casa después de un día muy duro, el funeral de su hermano. Pero la puerta estaba abierta y la persona que estaba dentro era su padre.

-¿Papá? -dijo Irina sorprendida.

-Sí, soy yo. Cuanto tiempo sin verte - respondió como si nada.

-¿Qué haces aquí?

Aún no podía creérselo, llevaba tres años sin saber nada de él.

-¿Cómo que qué hago aquí? Está es mi casa, ¿no puedo entrar? -preguntó con descaro.

-No me lo puedo creer -dijo Irina en voz alta, mientras empezó a reírse a carcajadas-. Ni siquiera sabes lo que ha pasado hoy y te atreves a decir que esta es tu casa. Es tan gracioso.

Y empezó a reírse aun mas. El padre se quedó mudo unos minutos.

-¿Qué quieres decir?

Tragó saliva, la seguridad se le había ido.

-Iñigo, mi hermano y tu hijo, ha muerto hace dos días en un accidente de coche. ¿Y sabes de quién fue la culpa? -apretó los dientes con mucha fuerza-. Mía... ¡Fue mía! Así que ya te puedes ir de esta puta casa, porque no vas a entrar- dijo Irina chillando, mientras lo empujaba hasta la puerta con todas sus fuerzas y llorando de rabia -. No eres nadie para mi.

Y cerró la puerta con todas sus fuerzas.

Él se quedó sin palabras. Era la primera vez que vio a su hija expresarse de esa manera pero, ¿qué esperaba? ¿Qué le diera un abrazo de bienvenida como cuando era una cría? ¿Después de no saber nada de él durante años? La verdad, era bastante ingenuo o se creía que Irina lo era. Pero ahora no era tan solo la cuestión de haber desaparecido durante años, sino no haberse ni enterado de la muerte de su propio hijo. '¿En quién se había convertido?', se preguntaba. Recogió las maletas que Irina le tiró por la ventana, se subió en otro taxi y fue a ver a su hermana. Cruzó los dedos para que le dejara entrar.

Dos semanas después...

El padre de Irina tuvo que alojarse en un hotel porque aun que su hermana quería abrirle la puerta, su marido no podía permitírselo. Esto ya había pasado antes, estaría meses chupando del bote y sin hacer una mierda. Incluso invitaría sin preguntar a sus amigos, provocando solo dolores de cabeza. 'Este no vuelve a entrar en mi casa', se dijo el marido.

En estos días también intentó volver a casa con Irina. Primero le enviaba mensajes por whatsapp y facebook pero lo bloqueó, después empezó a presentarse en la puerta de su casa, incluso en el instituto. Irina ya no sabía qué hacer. Le pidió ayuda a Rouse, también quería decírselo a Marco, pero aun no se atrevió a hablar con él después de todo lo que pasó en el hospital.

-Irina sé que tu padre es la persona que te ha hecho más daño en tu vida pero me tienes preocupada, ya te desmayaste una vez por trabajar demasiado. ¿Y si le pides ayuda? Ya sabes, solo económicamente, que te ayude con la casa, el instituto, para que no tengas que trabajar o almenos no tanto -dijo Rouse esperando que se lo tomara bien, ella solo estaba preocupada. Irina se quedó pensando.

-Pero pedirle ayuda significa tenerle que abrir la puerta de casa, no sé si quiero eso -dijo con plena sinceridad.

-Irina no te estoy diciendo que lo perdones, es más, ni se te ocurra hacerlo pero creo que es tu única opción en este momento -las palabras de Rouse se incrustaban en el corazón de Irina, dolía, dolía mucho pero era la cruda realidad. Así que le hizo caso.

Esa misma tarde lo llamó, le dijo que si quería volver a entrar en su casa tendría que ayudarla en todo, sobretodo económicamente. Él aceptó.

Pasaron los meses, y aun que el principio fue muy duro empezaron a entenderse de alguna forma. Y una noche, Irina se vio con las fuerzas de contarle todo lo que había pasado durante esos años. Los problemas que tuvieron en casa después de su desaparición, la enfermedad de la madre, sobre cómo tuvo que llevar ella sola todos los gastos de la casa y sin dejar el instituto, el embarazo y lo que más le dolía, la culpabilidad que sentía hacia la muerte de su hermano.

-Si no me hubiera desmayado, no le abrían llamado del hospital, no hubiera cogido el coche corriendo y por tanto, no hubiera muerto en un accidente -le dijo a su padre entre lágrimas y se decía ella cada día.

Su padre la abrazó al instante, le pidió perdón por todo lo que había hecho.

-No es tu culpa Irina, es mía. Lo siento mucho, he sido un desastre como padre. -dijo emocionado.

Después de esa charla tan intensa, el padre se mostraba cariñoso, le hacía la comida, no le permitió volver a trabajar, le pagaba todos los gastos, hasta tenía pequeños detalles con ella como regalarle ropa o dejarle la casa sola para estar con Rouse. Aun así, Irina tenía claro que no podía perdonárselo y el padre lo hacía aun saberlo.

Lo de su hermano aun le perseguía pero al mismo tiempo sentía que de alguna forma, aun que no lo olvidaría en su vida, sería capaz de seguir viviendo con ello porque las cosas volvían a ponerse en su sitio. Al dejar de trabajar, las notas le iban mejor, visitaba casi cada día a su madre, estaba con Rouse mejor que nunca, incluso se hizo muy amiga de Laura, y una cosa muy importante, habló con Marco. Pero que se dijeron?

Esa misma noche...

Mientras estaba en la cocina haciéndole sopa para cenar, el plato favorito de Irina, cogió la pequeña botella de la despensa, que compró por la tarde, y puso unas pocas gotas en el caldo, para que no notara el sabor. Había quitado la etiqueta, para que si alguien la encontrara, no viera la calavera en ella y se diera cuenta que eso no era para realzar el sabor.

IRINA (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora