Capítulo 12: Un intento de suicidio inesperado

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-¿Cómo pudo hacerme esto? -le preguntó Iriana a Marco, entregándose en sus brazos, sollozando por lo que acababa de descubrir.

-Lo siento cariño -contestó sin saber muy bien qué decir-. Si algún día despierta del coma, podréis hablarlo. Mientras tanto, es mejor que no lo pienses mucho. Ahora no puede hacerte daño.

-Sí, lo sé. Pero ha sido tan de golpe que aún no puedo creerlo.

-Ahora preocúpate por tu salud. El médico nos ha dicho que hemos parado a tiempo la intoxicación antes de que fuera irreversible, pero debes reposar para encontrarte en tus mejores condiciones para el parto. No queremos que hayan complicaciones -le decía a Irina para tranquilizarla, mientras se acercaba a ella para darle un beso. Era muy atento y cariñoso con ella, e Irina sentía que lo quería cada vez más y más.

-Sí, tienes razón. No pensaré más en lo que Laura me ha hecho -contestó Irina.

Entró entonces Rouse por la puerta de la habitación del hospital.

-¿Cómo está mi mejor amiga? -le preguntó al mismo momento que les daba un abrazo de lo más falso. Todo iba como lo había planeado.

Un día antes...

De repente, Laura notó como algo le golpeaba detrás por la nuca y, antes de que pudiera averiguarlo, se cayó al suelo inconsciente. Se despertó una hora después atada de pies y manos sentada en la silla de tétrica habitación. Estaba confusa, le dolía la cabeza, y entonces, cuando vio a Rouse delante de ella, se dió cuenta de lo que había ocurrido.

-¡Socorro! ¡Socorro! -empezó a chillar, pero, antes de que pudiera decir nada más, Rouse le puso un calcetín grande en la boca y se la tapó con precinto para que no pudiera gritar.

-Te vas a callar y me vas a escuchar ahora. Si lo has entendido, asiente con la cabeza -le ordenó.

Parecía no querer hacerle caso, por lo que decidió mostrarle quién mandaba allí. Cogió entonces unas tijeras y, mientras le sujetaba la cabeza, se las acercó al ojo.

-Me vas a hacer caso o te juro que te vas a quedar sin ojo -le dijo para intentar intimidarla.

Laura tenía miedo, pero no creía capaz a Rouse de algo parecido hasta que vió en el suelo algo que le impactó: el cuerpo sin vida de una anciana. '¿Ha matado a su abuela?' pensó. Había subestimado a Rouse. 'No debería haber sido tan imprudente' se dijo a sí misma. Entonces, le hizo caso y asentía o negaba la cabeza con cada una de sus preguntas.

-¿Has descubierto mi pasado, verdad? -me preguntó.

Laura asintió.

-¿Sabes entonces lo que quería hacerle a Irina?

Y Laura volvió a asentir.

-¿Vas a denunciarlo a las autoridades?

Laura negó con la cabeza rotundamente, nerviosa por el miedo de que le hiciera daño por decir lo contrario. Pero Rouse no era estúpida, notó la duda en su ojos y no la creyó.

-Sabes, yo no era así antes -decía mientras buscaba algo en el cajón-. Ellos me hicieron así, me rompieron en pedazos. Pero Marco me salvó... Sin él yo hubiera muerto hace mucho tiempo. Sin él yo no soy nada, ¿entiendes? -preguntó a gritos-. Y cuando estaba a punto de acercarme a él, entonces, esa PUTA de Irina se queda preñada de él. ¡Y ni siquiera me dijo nada hasta meses después! -dijo con un fuerte tono de voz que reflejaba un gran rencor-. Pensaba que por fin había encontrado una amiga y resultó ser como todos los demás...

A Laura no podía perdonarla por lo que quería hacerle a Irina pero, al mismo tiempo, sentía cierta pena por ella. En cierta parte, entendía que su personalidad se hubiera retorcido tanto después de pasar por todo aquello. Nadie podía imaginar el dolor que suponía ser violada por dos profesores durante más de tres años siendo una cría de trece. Según el informe que leyó, parte de los demás profesores lo sabían algo pero no lo denunciaron debido a que tenían miedo a ser despedidos, pues justo aquellos profesores tenían una gran relación con el director. A pesar de las súplicas, todo el mundo la ignoraba y así pasaron casi cuatro años de silencio hasta que Marco la salvó. Descubrió a los profesores a punto de violar a Rouse y, para poder ayudarla, les grabó intentando abusar de ella. Les amenazó con difundir el vídeo y, entonces, todo salió a la luz. Los padres la sacaron de ese colegio y la llevaron a una clínica para tratar el gran trauma por el que había pasado. Lo que no entendió era cómo no había ninguna notícia sobre ello, y porque había la ficha policial pero ninguna denuncia legal sobre el caso. '¿Trataban de esconder algo más?' se preguntaba.

-Sabes, no soy estúpida. Sé que no té quedarás con la boca cerrada -le dijo Rouse a Laura algo alterada.

Cogió un embudo, se lo puso en la boca y se lo ató a la cabeza con más precinto. También ató su cabeza con una cuerda para obligarla con ella a que mantuviera su cabeza mirando hacia arriba, y la obligó entonces a tragar una gran cantidad de pastillas con también un poco de agua para que pasaran mejor por su garganta. Laura empezó a convulsionar y, al cabo de unos minutos, se quedó inmóvil en la silla.

En la actualidad...

Ayer una adolescente intentó suicidarse tras descubrirse que intoxicaba con veneno para ratas a su supuesta amiga embarazada. Según las investigaciones, parece ser que la chica estaba obsesionada con su amiga puesto se encontró en su habitación una gran cantidad de fotografías hechas sin el consentimiento de la víctima. ¿Por qué entonces intentó intoxicarla? Los psicólogos criminales que investigant el caso sospechan que la obsesividad de la agresora se disparó una vez supo de su embarazo y, entonces, empezó a desarrollar una envidia patológica hacia el bebé de su vientre. Aspecto que concuerda con los hechos, pues las dosis de veneno para ratas que le administraba no eran tan elevados para llegar a matar a la madre, pero sí al bebé que llevaba dentro. Les seguiremos informando de la evolución de la investigación cuando tengamos más novedades sobre caso.

IRINA (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora