Extra: Una noche erótica en el hotel de lujo

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Irina tenía ganas de sexo. Hacía tiempo que no lo hacía con su novio, Marco, y empezó a tener miedo de que este ya no la deseara como al principio. Por un descuido, habían tenido un bebé demasiado jóvenes y eso había apagado la chispa. O al menos eso sospechaba ella.

Aún así, no quería creerlo y, en la fecha del aniversario de Marco, le regaló una noche en un hotel de lujo que también tenía SPA. Irina tenía claro que si ni en esas condiciones mantenían relaciones sexuales es que algo malo pasaba. Sabía que lo más inteligente sería hablarlo con él y sincerarse, y lo había intentado, pero le daba demasiado miedo que eso fuera verdad y nunca se atrevía a sacar el tema. Llevaban más de ocho años de relación y no podía imaginar una vida sin él. Tenía que hacer algo.

-Has elegido un sitio fantástico, cariño -le dijo Marco mientras estaban ambos estirados con bañador en el jacuzzi del SPA.

-Sí, es maravilloso. Me lo recomendó Laura hace un tiempo y tenía ganas de venir contigo.

-¿Cómo le va con su pareja? -preguntó Marco con curiosidad.

-Están muy felices juntas. Dice que sus padres ya han aceptado que es lesbiana e incluso han integrado a su novia en la familia -le contó Irina.

Estaba muy contenta que Laura pudiera retomar su vida después de todo lo que pasaron.

-¡Vaya, qué bien! Me alegro por ella -dijo Marco moviendo su brazo y apretando sin querer uno de los botones del jacuzzi.

Irina entonces notó como un chorro potente le impactó justo en su zona erógena. Al principio se asustó, pero inmediatamente encontró el gusto. Después de tanto tiempo sin que nadie la tocara, se sentía muy sensible y no quería moverse para nada. Por otra parte, Marco veía extraño que Irina, de repente, dejara de hablar.

-¿Te encuentras mal, cariño? -le preguntó Marco algo preocupado.

-Estoy... bien... -le contestó Irina con la respiración algo alterada.

-¿Estás segura? No lo parece...

Irina intentó calmarse, pero le resultaba imposible.

-Marco, tócame -le dijo, algo desesperada.

No podía aguantar más la excitación. Casi desnudos y mojados dentro de ese jacuzzi, lo deseaba más que nunca.

-¿Qué dices? -dijo sobresaltado-. No estamos en el sitio adecuado...

-Da igual, Marco. Ahora no hay nadie -dijo impaciente.

-Aún así...

Pero antes de que terminara de hablar, se sentó encima de su regazo y le dió un beso muy lascivo, restregando sus senos contra su pecho mientras entrelazaban sus lenguas con gran pasión. Marco nunca se había sentido tan excitado por un solo beso, tenía incluso una erección y se dejó llevar por el momento. Se entregó totalmente a sus labios y bajó sus manos hasta sus nalgas, apretando con fuerza como sabía que le gustaba. Por otra parte, su novia, que notó su erección, le agarró su sexo y empezó a frotarlo por debajo del agua, haciendo que su excitación fuera más intensa de lo habitual.

-Uff -suspiró Marco-. Me estás volviendo loco.

-Lo sé -contestó ella con una sonrisa.

En ese momento, Marco levantó a Irina para ponerla en uno de los bordes del jacuzzi.

-¿Qué vas a hacer? -le preguntó Irina muy excitada, notando como su interior se humedecía.

Inmediatamente, Marco le quitó la parte de abajo del bañador para poder practicarle sexo oral y empezó a lamerle de abajo a arriba, como si estuviera comiendo un dulce helado.

IRINA (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora