Una pequeña pelinegra se adentró en su casa, en la cual vivía junto a sus padres, y su pequeño hermano de apenas 4 meses.
Cerró la puerta principal tras ella, colgó su mochila en el perchero, y corrió rápidamente escaleras arriba sin notar la presencia de sus padres, quienes solo cruzaron miradas, y notándose preocupados al escuchar como la puerta de la habitación se cerró de un portazo.
- Iré a ver que ocurre, ¿si?- dijo el ojiazul, y la rubia asintió.
- Yo iré al jardín a tomar aire.- murmuró la rubia, y Jughead asintió, para luego subir escaleras arriba hasta la habitación de su hija, y al quedar frente a la puerta de aquel cuarto, dio dos toques en esta.- Princesa, ¿Puedo pasar?.- preguntó, y sonrió ampliamente al escuchar como su hija murmuró un leve "pase" desde adentro de su habitación. Abrió la puerta, adentrándose allí, y con cuidado cerro la puerta tras el, para luego acercarse a su hija, quien se encontraba llorando en su cama, abrazando a su almohada.
- ¿Qué pasó pequeña?.- preguntó el pelinegro mientras acariciaba su cabello.
- Soy una inútil papá, eso pasó.- explicó la ojiverde mientras intentaba no soltar más lágrimas.
- Hey, no mi vida, tu no eres inútil, tu eres muy inteligente pequeña.
- Si, soy tan inteligente que me saqué un 8 en el examen, y no logre sacarme un 10, papá, lo arruiné.- dijo ella, y Jughead negó, sentándola en su regazo para luego besar su cabeza.- lo siento papi, fracasé.- murmuró entre sollozos.
- Pequeña no, lo hiciste muy bien princesa.- aseguró el azabache.- No arruinaste nada pequeña, además un 8 es una muy buena nota, no debes exigirte tanto cariño.
- Pero no es un 10 papá, yo siempre eh sacado 10 en todo, y siento que te eh decepcionado a ti, a mamá, a mi profesora, eh incluso a mi misma.- explicó entre lágrimas
- Princesa, está bien tener un buen promedio como el que tienes, entiendo la frustración que sientes, ¿Sabes por qué?- ella negó.- porque yo también era así, como tú.
- ¿Tú también te ponías así por una nota?
- Si mi niña, yo incluso solía hablar con los profesores para intentar levantar la nota.- respondió él.- pero volviendo al tema.- suspiró.- eres muy inteligente, y estoy muy orgulloso de ti, al igual que tu madre.- afirmó él.- eres nuestra pequeña, eres mi princesa, la princesa de papá.- sonrió.- y no importa si te sacas un 8 o lo que sea, porque se lo mucho que te esfuerzas para cada examen, y cada tarea que haces, y por eso estoy muy orgulloso de ti.- aseguró él.- ya no llores mi niña.- murmuró mientras acariciaba su cabello.- te amo princesa.
- Y yo a ti, papi.- respondió la pelinegra, abrazando con fuerza a su padre.
- Ve a lavarte la carita, y ponte ropa cómoda, iremos a almorzar afuera.- dijo con una sonrisa
- ¿De verdad?
- Si pequeña.- aseguró el, dándole una tierna sonrisa. Besó su frente y luego se levantó de la cama, poniéndose de pie.- Cuando estés lista avísame, cualquier cosa estaré en mi habitación.- dijo él, y la pelinegra asintió, dándole una débil sonrisa a su padre, quien le devolvió el gesto, para luego irse de la habitación.
Jughead caminó hasta el jardín, y frunció el ceño al no ver a su esposa junto a su bebé, Ethan Jones de 4 meses. Pero antes de que el pudiera decir algo, su teléfono comenzó a sonar, y sonrió al ver el nombre de su rubia en la pantalla, por lo que rápidamente contestó.
- Betts?
- Hola Jugh.
- ¿En donde estas, linda?
