- Betty no puedes ir a ahí!- exclamó el pelinegro.
- Sweet pea, tu no entiendes porque tu no tienes a tu novia peleando en una guerra en otro país!
- Betty, entiende! Es por tu bien!- dijo y la rubia lo miró con sus ojos cristalizados .- Ven aquí tonta.- murmuró abriendo sus brazos. Betty se escondió entre los brazos de su mejor amigo, y rompió en llanto.- No quiero que te pase nada, Betty.
- Lo extraño...- murmuró y Sweet Pea asintió.
- Lo se, créeme que lo sé pequeña, pero pronto regresara junto a ti, y podrás llenarlo de besitos, pero no en frente mío, es horrible.- se quejó haciendo una mueca y Betty solo lo abrazó.- ¿Quieres que vayamos a ver enredados?
- ¿De verdad?
- Mhm.
Betty sonrió, y luego recostó su cabeza en el hombro de su mejor amigo, quien solo acarició su cabello mientras caminaba con ella en sus brazos.
Los pongo un poco en contexto...
Jughead y Betty eran una pareja, la cual llevaba más de 6 años juntos, pero ese último año, al pelinegro lo habían enviado a combatir junto a las fuerzas armadas para pelear contra los italianos, quienes estaban en guerra hace algunas semanas atrás.
Y hace ya varios meses que ella no sabía nada de su pelinegro, y eso le dolía. Lo extrañaba demasiado, y eso empeoró cuando se enteró de que estaba embarazada.
Y para colmo, las noticias no ayudaban.
Cada día, al parecer la situación empeoraba, y sumado a esto, los títulos de los programas de noticias eran cada vez peores.
"Alerta roja, más de 1.100 fallecidos en el ataque contra Di Matteo"
" Italia le declaró la guerra de manera formal a Di Matteo"
" Toman rehenes en Italia"
" Más de 1.000 muertos en jornadas sangrientas tras el ataque de Di Matteo"
"Afirman que hay más de 1.200 heridos en el combate contra Di Matteo"
Y miles de titulares así invadían los medios.
『✨️』
Habían pasado 4 meses desde aquel día, y tristemente la situación no mejoraba, y Betty cada vez perdía más la esperanza de volver a ver a su novio.
Y eso le dolía, y más sabiendo que estaba a pocas semanas de dar a luz.
『✨️』
La rubia se encontraba llorando sobre su cama, mientras que acariciaba su vientre abultado de tan solo 8 meses.
- Betts... no puedo verte así...- susurró su mejor amigo, y Betty solo se limitó a esconder su cara en su almohada, llorando sobre esta.
- Vete Sweet Pea... quiero estar sola...
- Iré abajo, cuál cosa llamame, ¿De acuerdo?
- Mhm...
El pelinegro suspiró y antes de irse de su habitación se acercó a la rubia, y besó su cabeza, tratando de darle seguridad de cierta forma.
Betty le dio una débil sonrisa a su amigo, y luego vio como el se iba, dejándola sola como ella le había pedido minutos antes.