Querida Larissa:No sé qué estoy haciendo.
Es decir, sí lo sé.
Estoy huyendo de mi propia boda, y de mis malas decisiones, pero a lo que me refiero es que no tengo una idea de lo que va a suceder con mi vida después de esto. La empresa está en juego. Mi corazón está en juego.Harry me va a odiar. Casi puedo visualizar la citación de la corte. Me va a demandar y tratará de quitarme acciones. ¿Qué pensaría papá de todo esto? Por Dios, ¿qué estoy haciendo?
Lo siento, estoy muy nerviosa.
Acabo de estacionarme en la entrada de tu casa y no sé qué hacer. Dejé al pobre chófer a la deriva, y a cincuenta invitados esperándome en la iglesia. ¿Puedes creerlo? Me iba a casar por la iglesia.Tengo el corazón a mil por hora y aunque estoy escribendo esto en un papel me aseguraré de que también lo recibas en tu correo electrónico por si por algún motivo llego a perder las hojas. O por si las arruino con tinta o con mis propias lágrimas. Como sea, aquí voy. Trataré de recordar cada una de las preguntas que me hiciste hace ya algunas madrugadas.
Espero que con estas explicaciones me odies menos y que me aceptes de regreso. También espero que seas tú quien me abra la puerta y no tu madre porque si es así te lo juro que acabaré vomitando sobre sus zapatos. ¿Qué explicación le daré? Yo también soy madre y sé con certeza que odiaré con todas mis fuerzas a cualquier persona que le rompa el corazón a mi hija.
De acuerdo, presta mucha atención y no te saltes ninguna palabra.
1. Te pedí el divorcio porque creí que me estabas siendo infiel. Vi esas fotos, recordé cómo te comportabas con Ellen y me enfurecí. Estaba vulnerable, ¿de acuerdo? Estaba muy deprimida. Creí que ya no me querías; que estabas cansada de soportar mis terribles cambios de humor.
Y también estaba muy pero muy agotada de lidiar con tu desagradable familia. Estaba harta de los comentarios pasivo agresivos de Elizabeth, del racismo de Adeline y del evidente asco que August me demostraba con la mirada. ¿Acaso soy culpable de haber nacido con este color de piel? ¿Es un pecado? ¿Es un pecado haber nacido en Brasil? Pues no. No lo es. Esto es lo que soy y lo que tengo: una hermosa piel morena que amo y que nunca cambiaría incluso si tuviera la oportunidad.
2. Mi relación con Santiago no fue nada más que un absurdo y patético impulso. Por enojo y dolor. Quería hacerte sentir mal por lo mal que yo la estaba pasando. Ahora sé que no debí involucrarme con él de ninguna forma porque si esa relación empezó mal te aseguro que terminó peor. Casi me demanda. Es decir, a la empresa.
3. Diane tiene razón. Sí huí. Huí de ti. Huí del recuerdo de nuestro matrimonio y del recuerdo de mi padre. Debo decir que en cierta forma funcionó porque estar en Noruega me hizo bien. Sané un poco pero no te olvidé. Ni un solo día olvidé tu risa ni tu mirada. Mucho menos tu mirada. ¿Cómo olvidarte si tenemos una hija que a diario me recuerda lo mucho que te amo? Sam es el fruto del inmenso amor que nos juramos y no me cansaré de repetirlo: me arrepiento mucho de alejarla de tu lado.
4. Sobre la invitación a mi cumpleaños... Eso tiene que ver con Sam. Ella me la pidió para ti. Y ya sabes que no puedo decirle que no. Con esa mirada tuya es imposible que le diga que no.
5. Me comprometí con Harry porque creí que sería lo correcto para mi vida. Puede que sea un tonto la mayor parte del tiempo (así son los hombres, ya sabes) pero en estos tres años me demostró que me ama y que estaba dispuesto a formar una familia con una niña que no es suya.
Harry quiere a Sam, eso es indudable. Le cumple todos sus caprichos y se preocupa por ella, por el asma. La ha cuidado en muchas madrugadas de crisis y casarme con él era rentable para la empresa. Es decir que gran parte de la decisión de casarnos se basó en la idea de un negocio. Y tú estabas con Lorraine, que es una modelo hermosa, y además, joven. Tenía celos de ella. Creía que la amabas. Tú me lo dijiste, Larissa. Dijiste que te veías en el altar con ella. Así que vi la oportunidad de devolverte el dolor que me causaste aquella noche que la llevaste a casa y no dudé en aprovecharla.
6. En estos tres meses me comporté como la más imbécil contigo. Y la razón es porque te amo. ¿Suena ilógico, cierto? Pero es así. Te amo tanto que me dolía. Quería sacarte de mi corazón y de mi mente y tuve la estúpida idea de que si fingía odiarte acabaría haciéndolo de verdad. Pero fue un fiasco. No lo conseguí.
Yo jamás podría odiarte, mi vida. Y ahora te amo más. Con cada mirada, con cada encuentro, con cada conversación que tuvimos en este tiempo... bueno, solo conseguí amarte más. Y esa noche de la despedida, además de recordarme que solo tú eres capaz de encender a mi cuerpo, también hiciste que aceptara de una vez por todas que esto es más fuerte que yo.
He luchado en vano, Larissa. Porque aunque quise engañarme a mí misma, ya no puedo ocultarlo: mi alma y mi corazón te pertenecen. Solo a ti. Mi corazón late por ti. Esa noche que Harry nos encontró en la sala quise seguirte pero fui una cobarde. Tuve tantas oportunidades para ir tras de ti pero fui una maldita cobarde. Y cuando me decidí a luchar por ti, resultó que te habías comprometido con Lorraine.
¿Lo recuerdas? ¿Recuerdas la sorpresa de la que te hablé? Pues era eso. La noche anterior había discutido con Harry y habíamos cancelado la boda. Pero fui a buscarte y me encontré con la escena más terrorífica y desgarradora que he visto nunca. Solo faltó que Lorraine me estampara el anillo en la cara. Y escucharte decir que ya no había un nosotras fue mi destrucción. Me lo merecía, sí, pero me destruyó de mil maneras.
7. Acepté pasar la noche contigo porque te amo. Simple. Y además estaba borracha. Siempre he hecho estupideces cuando estoy borracha. Como aquella vez que en tu cumpleaños número veintisiete me subí a bailar sobre una mesa. Hice que nos sacaran del restaurante pero aún así, aunque te hice pasar la vergüenza de tu vida, tú no dejaste de quererme. Me sostuviste mientras vomitaba en un arbusto y te reíste conmigo. Pero como sea, haber pasado la noche contigo no fue una estupidez. Todo lo contrario, ha sido hasta ahora la única cosa buena que hecho estando borracha.
8. Te dije que te amaba porque esa es la verdad. Es mi pura verdad. Te amo.
Han pasado diecisiete años, doscientos cuatro meses, seis mil docientos nueve días y ciento cuarenta mil novecientos veinte horas; enfrentamos un divorcio; estuvimos a siete mil docientos cinco kilómetros. Y aún así no he dejado de amarte. Te amo y te voy a amar para toda la vida. Así que por favor perdóname, y permíteme demostrarte que puedo ser mejor.Por favor, Larissa. Por favor.
Tuya para siempre, Loi.
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𝐏. 𝐃. 𝐀𝐮𝐧 𝐭𝐞 𝐚𝐦𝐨 | 𝐋𝐚𝐫𝐢𝐬𝐬𝐚 𝐖𝐞𝐞𝐦𝐬
FanfictionPara Larissa solo ha existido un gran amor. Y en sus planes no está dejarla ir. ─ ⊱✦⊰ ─ Larissa cree que la fiesta de cumpleaños de Loise, su ex esposa, es la oportunidad perfecta para que su relación con ella resurja. Pero en medio de la reunión...