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Pov Tn:

— ¿Sigue entrenando en esa capsula? — preguntó Bulma dejando sobre la mesita que estaba en el jardín, una bandeja que traía sobre ella una jarra llena de agua.

— Si, al parecer ese hombre no conoce los descansos. — mencioné. Hacia días que no lo veía por que se la pasaba metido allí, se había obsesionado demasiado con volverse mas poderoso de lo que ya era.

Sabíamos de lo que sucederia dentro de tres años y que era necesario volvernos más fuertes, pero él no lo hacia por ese motivo. Lo hacía por su estúpido orgullo.

— Papá dijo que tal vez la capsula no resista mucho, con todo el daño y sobrecarga que le impone no dudo en que sea así. — comentó mi hermana. — ¿Y tu? Creí que estarías con Goku, recuerdo haber escuchado cuando te invito a entrenar junto con él, Piccolo y Gohan.

— Ya deben haber empezado, además no creo poder con los rigurosos entrenamientos que tendrán. Estaré bien con mis propios métodos. — dije tomando un vaso y bebiendo un sorbo del liquido en el. Agradecía que Goku me tuviera en cuenta para eso, pero en verdad no creía estar a su nivel como para pasarme tres años enteros entrenando juntos. Sin embargo seguramente me daría alguna que otra vuelta para observar sus peleas.

Estábamos a unos metros de la dichosa capsula y algunos estruendos que venían desde dentro nos llamaron la atencion, haciendo que volteáramos con Bulma a observar de que se trataba. De repente se empezó a ensanchar mas y mas, hasta el punto en que exploto. De inmediato no dude en cubrir a Bulma de que alguna parte de la capsula cayera sobre ella y la lastimara.

Demonios la capsula había explotado y las partes de ella estaban repartidas por el jardín. Rápido fui corriendo a ver como se encontraba Vegeta y Bulma vino por detras mio, lo sentí bajo los escombros de la pequeña nave, así que empecé a quitar todo lo que estaba sobre él hasta poder sacarlo. Que idiota, pensé. Casi pudo destruir mi casa con tal explosión, claro que después de esto me escucharia seriamente.

En cuanto lo saque de allí, se puso de pie a duras penas para tambalear un poco y volver a caer al suelo en el que anteriormente estaba. Todo su torso descubierto estaba lastimado, tenia varias pequeñas heridas abiertas; en verdad estaba mal. Y sin embargo no dejaba de verse atractivo; negue, no podia tener estos pensamientos respecto a este tipo. 

— Preocupate por tus asuntos niña entrometida, debo seguir entrenando. — soltó a duras penas.

— Deja de hacerte el fuerte. No podras seguir en estas condiciones.

— Estas heridas son insignificantes. Soy el principe Vegeta, el saiyajin mas poderoso del universo y tengo que sobrepasar el poder que tiene Kakaroto. — habló. No hice mas que escucharlo y casi rodar mis ojos, aún en esas condiciones era en todo lo que pensaba.

— Bien, se que lo haras. — dije lo cual me sorprendio hasta a mi. — Pero no volveras a entrenar hasta que vea que te hayas recuperado por completo, ni siquiera puedes ponerte de pie ahora.

— ¿Que? ¿Quien te crees dandome ordenes? — se molestó e intentó levantarse pero fue en vano por que volvio a caer al suelo.

Lo dude por unos segundos, podria haberlo dejado alli tirado, pero mi corazón de alguna manera se estrujaba de verlo en ese estado y eso me molestaba. Asi que le pedi ayuda a Bulma para que lo llevaramos adentro. 


[...]

— Es un milagro que siga caminando con una explosion de esa magnitud y con tan pocas heridas. Nunca he visto tanta resistencia como la que poseen los saiyajines. — comentó mi padre.

Todos estabamos en la habitacion que se encontraba Vegeta en cama. Estaba conectado al oxigeno y tenia varias vendas por su cuerpo. Si tan solo no hubiera forzado la máquina esto no hubiera pasado.

Dragon Ball // Vegeta y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora