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POV T/N:

Estaba que explotaba. Vegeta había vuelto a hablar con mi padre, pero esta vez no fue nada amable o al menos eso me comentó Bulma.
Mis padres habían sido muy solidarios al permitir que se quedara más tiempo como para que él viniera a tratar mal a quien quisiera y eso era algo que ya no se lo iba a permitir.
Recorrí toda mi casa hasta llegar a la parte trasera donde lo encontré entrenando. Estaba completamente solo y no pude evitar admirar su torso completamente descubierto, ya que solo lucia unos shorts. Tanto fue mi atontamiento que no me di cuenta de que él ya se había percatado de mi presencia.

— ¿Se te perdió algo, o que tanto es lo que miras? —habló esbozando una sonrisa ladina al final.

— Ya quisieras que te estuviera observando. — le contesté y al no recibir respuesta alguna fui al grano. — Óyeme bien, no quiero que vuelvas a molestar a nadie de mi familia por tus estúpidos asuntos.

— Esta bien.— no puso ninguna objecion de su parte, lo que me dejo confundida. — Pero te voy a proponer algo.— soltó.— Entrenemos juntos.

Separe mis labios tratando de expresar alguna palabra en ese momento, pero no supe que decir. ¿Entrenar juntos? Apenas si lo soportaba desde lejos. Esa explosión no lo había dejado nada bien.

— ¿Que? — hice énfasis en la cuestión. Su rostro era serio, claramente como siempre.

— Tsk, no lo voy a repetir dos veces niñita.

— ¿Por que me propondrias tu eso? — indagué. — ¿Por que entrenar con alguien de patetico nivel? — recordé sus palabras del otro día. Me crucé de brazos y el rodo sus ojos al parecer cansado de la situación. De seguro no estaba siendo nada fácil para su enorme orgullo proponerme esto.

— Supongo que querras defender en el futuro a tu amado planeta. Y entrenando de la manera tan ridícula en que lo haces no creo que consigas nada.— fruncí mi seño levemente al escucharlo.— Piénsalo niñita.

— No tengo nada que pensar y deja de llamarme niñita. — rechisté.

— De cualquier forma no te necesito para poder... — lo interrumpí antes de que dijera algo que me hiciera retractarme. 

— Aun no he dicho que no ¿O si? — inquirí. — Acepto, pero claro, con una condición. Quiero que me cuentes más sobre nuestro planeta.— él me observo asombrado.

— ¿Eso es todo?— asentí.

— Si... eso creo. — dije observando mis manos y cerrándolas en puños. No sabia que tan bien estaba esto de entrenar con el enemigo. Me daba pena después de haber rechazado la invitación de Goku.
Era estúpido de mi parte aceptar la propuesta de Vegeta, ni siquiera sabia con que intenciones era todo esto, él no seria de seguro nada suave a comparación de como lo seria mi amigo. Pero es que en verdad quería indagar mas respecto a mi lugar de origen y para mi mala suerte su majestad era la única persona que me podía dar respuestas mas exactas.— ¿Cuándo iniciaremos?

— Hoy mismo.

— ¿¡Que!? ¿No podrías esperar al menos hasta mañana? — exageré un poco.

— Tómalo o déjalo.

— Bien, pero definitivamente no será acá.— aclaré. Por nada del mundo dejaría que Bulma y los demás se enteraran de esto, podían llegar a enojarse por la decisión que tomé o peor aun, podrían molestarme con el asunto.— Conozco un lugar que es casi perfecto, te traerá recuerdos.— mencioné y le indique que me siguiera. Lo escuche resoplar por detrás mío y antes de que nos fuéramos de allí se puso rápidamente su traje.

Por mas que esto fuera a ser interesante, no podía negar que estaba nerviosa. Muy por dentro él me causaba eso, desde el momento en que llegó una sensación de calidez se instalo dentro mío y conforme fue pasando el tiempo esa sensación a crecido más y más.

Dragon Ball // Vegeta y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora