Besos de una Traición

19. Intoxicación

—Estás equivocada, la mejor comedia romántica es 10 cosas que odio de ti —Marina le respondió a Kerani.

Estábamos cenando y no estoy segura de quien había iniciado la conversación, pero ahora estaban discutiendo sobre cual tenía que ser la mejor comedia romántica, había partido discutiendo sobre cuál era la mejor película de acción, habían llegado a la conclusión de que era misión imposible, lo cual creo que se vio afectado principalmente por Tom Cruise, a mi parecer la mejor es Señor y Señora Smith.

—Y no hay discusión al respecto. No puedo creer que digas que la mejor comedia romántica de la vida es el Stand de los besos, lo único bueno que tiene esa película es cuando se acaba.

—Dorian, vamos ayúdame con esto —me dedica toda su atención Kerani, prácticamente rogándome con la mirada para que la ayude.

—Lo siento, Kerani, pero estoy con Marina en esta, el Stand de los besos definitivamente no es la mejor comedia romántica, no es nada en contra de los actores o la película, pero no es buena. 10 cosas que odio sobre ti si es buena.

—Ugg, ustedes no saben lo que es una buena película —Kerani se cruzó de brazos.

—Hey, si hay alguien en esta mesa que no sabe lo que es una buena película eres tú, de todo el gran repertorio de comedias románticas que hay en el mundo tenías que elegir una de las más malas.

—De nuevo, no creo que sea precisamente mala, es solo que no es la mejor —traté de defender un poco la elección de Kerani.

—Al menos elige la segunda, es mejor que la primera.

—Eso lo dices solo porque te gusta el actor que hace de Marco.

—Duh, ¿Acaso no lo has visto? Es extremadamente guapo, daría lo que fuera por estar con él.

—¿Y qué hay de Van? —Kerani preguntó sacando a Marina de su fantasía—. Y del hecho de que es 12 años mayor que tú.

—Qué importa la edad cuando es amor verdadero.

—¿Amor verdadero? Creo que me perdí cuando se conocieron y cuando se enamoraron, además y te pregunto de nuevo, porque creo que no me escuchaste la primera vez. ¿Y Van?

—Van entendería y aún no lo conozco, pero no necesito conocerlo para saber que es amor verdadero.

Se tomaron una pausa de su conversación para seguir comiendo, ya que aún tenían sus platos llenos, al parecer no eran capaces de hacer las dos cosas.

Yo por mi parte no estaba comiendo mucho porque la comida tenía un sabor raro.

—Dorian, ¿no vas a comer? —Kerani, que estaba sentada frente a mí, me preguntó.

—Tiene un sabor extraño, no sé si quiero seguir comiéndolo —revolví mi plato de comida y luego alejé un poco la bandeja de mí.

—Quizás puedes ir a pedir que te lo cambien.

—No, da igual, creo que me voy a ir a dormir mejor. Ha sido una semana agotadora. Las veo mañana —tomé mi bandeja y la fui dejar a donde correspondía.

Fui directo a mi habitación y ya podía sentir un poco de malestar estomacal, pero decidí que lo mejor para ellos sería dormir y ya en la mañana estaría mejor.

***

Cuatro de la mañana y seguía sin poder quedarme dormida, tenía un dolor de estómago super fuerte y tenía muchas ganas de vomitar. Kerani a mi lado seguía durmiendo, y no quería despertarla con mis problemas, pero ya no podía aguantar más.

—Kerani —reuní todas mis fuerzas para llamarla—. Kerani.

Ella se removió en su cama e hizo y gruño, pero definitivamente no se despertó.