CAPÍTULO 15

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DÍA 1: "El comienzo del viaje"
"CAM"

Quería que me tragara la tierra.

Me quedé mirando su expresión seria. Aquello estaba siendo más vergonzoso de lo que creí. ¿Qué estaría pensando de mí?

<<Que eres un puto pervertido, qué si no>>

Sin lugar a dudas no la culpaba por ello.

Me revolví nervioso, sin atreverme a dar un paso. No quería que se sintiera incómoda, simplemente no sé, a ver, soy humano. Me pegué un guantazo mental por esa mierda de excusa que trataba de darme a mí mismo. Cam, céntrate.

—N-no... a ver... yo...

Trataba de formular una frase coherente, pero no podía. No es que estuviera nervioso, simplemente avergonzado. A pesar de que, a una parte de mí, una bastante capulla al parecer, todo aquello le resultara gracioso.

Iba a intentar decir algo con sentido cuando de pronto la chica frente a mí hizo algo que me dejó sin palabras. Más aún, quiero decir.

Comenzó a reír. Pero a hacerlo con ganas. Tuvo que sostenerse el estómago y todo.

Yo estaba perplejo, viendo cómo se ponía roja y los ojos se le ponían llorosos, sin dejar de reír. No estaba entendiendo nada. O esta chica había perdido el juicio o a mí me estaban grabando.

—Tu... cara... —trataba de hablar entre carcajadas.

No, sin lugar a dudas mi cara debía ser un cuadro. Pero ahora mismo, en este momento. ¿Se puede saber de qué demonios se reía?

—Bueno —se incorporó, limpiándose los ojos—, ha sido un buen momento. ¿Nos vamos ya?

La miré, aún sin llegar a comprender del todo a esta chica, pero estaba claro que su peculiaridad me gustaba. No podía negarlo.

Meneé la cabeza y entonces sí, sonreí.

—No dejas de sorprenderme, Maya Honey, de verdad que no.

Se encogió de hombros.

—Te he dicho esta mañana que soy una caja de sorpresas.

Se dirigió a la puerta de la casa con una sonrisa victoriosa en los labios.

Yo la seguí, también sonriendo. Sí, me la había devuelto. Yo también había pasado un momento de lo más incómodo. Aunque, a decir verdad, habían sido dos, ya que el primer incidente tampoco es que me hubiera dejado indiferente; pero bueno, me lo merecía, por mirar donde no tenía que mirar.

<<Pero sí, definitivamente tenía buen culo>>

Vi cómo Maya abría la boca de par en par, viendo la colina que teníamos que subir hasta llegar a nuestro destino.

—¿De verdad tenemos que subir todo eso?

—Efectivamente.

—Y no hay nada como... no sé, ¿un bus urbano o algo?

Alcé una ceja.

—Es que hemos andado un montón.

Era cierto, habíamos pasado horas caminando. El pueblo no es que fuera inmensamente grande, pero al ir caminando, nuestras buenas horas habíamos pasado, y eso que no había podido enseñárselo todo, solamente lo que a mí me pareció más importante. Entendía que estuviera cansada, nuestro único descanso había sido sentarnos para comer algo rápido antes de continuar la marcha. Pero había dejado lo mejor para el final.

Miré el reloj y me incorporé del muro donde estaba apoyado. Contemplé a Maya tumbada todo lo larga que era encima de la superficie rocosa y me hizo mucha gracia, verla casi moribunda y dirigiéndome una mirada de pocos amigos.

15 DÍAS PARA CONOCER(TE)ME #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora