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Todas las hojas amarillas de la agencia habían desaparecido, también algunas blancas y otras rojas, nadie sabía dónde estaban o quién se las había robado y Kunikida estaba de los pelos y por matar a alguien, quien sea, pero queria matar a alguien.

-Rampo, ¿Quien se llevó las hojas?- dijo totalmente estresado, pero al bebé del presidente no le podía hacer nada.

-Ya te dije que ya me sobornaron de ante mano, Kunikida-kun, deberías haber sido más rapido- dijo sin ánimos, era la onceava ves que kunikida le preguntaba.

-¡Pero como iba a saber yo que esto pasaría!- grito ya estresado, estaba al punto de querer renunciar.

Al otro lado de la ciudad, en una graaaaaan y elegante oficina de tonos oscuros, un pelirrojo recibía un gran ramo de bellas flores amarillas, simulando la forma de camelias, estaban envueltas con papel blanco. También se podían destacar algunas flores rojas a los bordes del ramo, este estaba atado con una sinta color azul.

Chuuya miraba el ramo expectante, eran exactamente 38 flores, ya las habia contado cinco veces, no sabía si enojarse por qué estaban hechas con hojas que debían ser informes o alegrarse por qué ese desperdicio de vendas le aya regalado algo.

Pues si, ¿que otro psicópata le regalaría un ramo de flores de papel hecha con hojas destinadas al trabajo?, solo a su psicópata se le ocurriría.

Escucho unos golpes en su puerta y luego vio a Akutagawa entrar.

-Buenos días, Chuuya-san- saludo como siempre.

Él no respondió, solo volvió a ver las flores.

Akutagawa salió rápido de la habitación y se fue corriendo.

Chuuya no entendió nada.

Al otro lado de la mafia Akutagawa entraba corriendo a la sala de descanso.

-¡CHUUYA-SAN RECIBIÓ FLORES AMARILLAS!- grito como nunca, Gin, Higuchi, Tachihara, Hirotsu y de casualidad, Mori, se sorprendieron e inmediatamente se levantaron.

Mori paso por Kōyō y todos se dirijieron a la oficina de Chuuya, este todavía seguía viendo el gran ramo de exactamente 8 flores rojas y 30 flores amarillas.

-No puede ser......- Mori fue el primero en comentar.

-Era cierto....- dijo Higuchi.

-Tenga, usted gano- Kōyō le paso dinero a Mori, quien lo recibió orgulloso.

-Ella sabía que él sabía....- Tachihara empeso a cantar.

-Que algún día pasaría, que vendría a buscarla- le siguieron Higuchi, Gin y Elis, que recién llegaba.

-Con sus flores amarilla- termino de cantar una vos muy singular, era Dazai. -Hola percherito- entro bien tranquilo a la oficina, como si no fuera el ex demonio prodijio, el ejecutivo mas joven y el único traidor que logró salir de la mafia con vida y que no lo busquen para matarlo.

-¿Dazai?-

-En único y detergente ¿Listo para nuestras cita, babosa?-

-¿Cita?- dijieron todos los expectantes, incluso Chuuya.

-¿No leíste la tarjeta? Bueno ya que, vamos dale, que se hace tarde, no pensé que fueras tan impuntual, Chuuya- agarró la mano del pelirrojo y se lo empezó a llevar a rastras.

-¡Pe-pero, Dazai! ¡Sueltame, imbecil! ¡Jefe, haga algo!- intentaba safarse pero ya era tarde, todos solo se quedaron viendo como Chuuya era llevado.

Nadie supo de su paradero hasta el día siguiente a la misma hora cuando desapareció; Chuuya no quería responder y nadie quería preguntar.





























































¡FELIZ DIA DE LA PRINAVERA!
Demeter por fin se reunió con Persefone, ella está tan feliz que ya empezaron a florecer las flores.

¡TAMBIÉN FELIZ DIA DEL ESTUDIANTE!
Para todos aquellos que se esfuerzan por levantarse de la cama e ir a estudiar, muchas felicidades.

Y si no les dieron flores amarillas, yo les doy una, todo mundo se merece un poquito de amor.

🌻🌻🌻 para tu uwu

No olviden su estrellita~

~Adiu

Las Mamadas De Los Perros Callejeros - One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora