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-¡Rampo, voy a salir!- grito Fukuzawa desde la puerta mientas agarraba sus llaves.

-¿Puedo invitar a Poe?- él había salido de su habitación a saludar a su papá.

-.......- el presidente simplemente no podía decirle que no, suspiro resignado -bien. Vuelvo en un par de horas-

-Oki, adioooos, saluda a Mori de mi parte- lo saludo con la mano mientras veía como salía de la casa.

Fukuzawa salió de la casa y empezó a caminar, no hiba muy lejos así que no era necesario ir en tren o pedir un taxi.

Vio el reloj en su muñeca, eran las 16:25, iba temprano, siguió caminando tranquilo, viendo las tiendas a su alrededor, hasta que escuchó a alguien muy conocido.

-¡Fukuzawa!- le saludo desde el otro lado de la calle, se dio la vuelta para ver quien era.

-Hola, Genichiro- saludo con calma.

-¿Como estas? Tanto tiempo- tan energético como siempre, Fukuchi fue y le dio un abrazo apenas estuvo serca.

-Estoy muy bien, ¿y tu, viejo amigo?-

-Estoy excelente, ¿que hacías? ¿Trabajo?-

-No, no es nada del trabajo. Solo voy a verme con alguien-

-Tan misterioso como siempre, Yukichi. Vamos dime ¿será que ya encontraste a ese alguien especial?- dijo levantando repetidamente ambas cejas.

Fukuzawa suspiro con una sonrisa. -Tan perspicaz como siempre- Genichiro sonrió aún más cuando escucho como su antiguo amigo usaba sus mismas palabras -Si, creo que ya encontré a ese alguien especial-

-Entonces ya no te retraso más, puedes ir a tu cita entonces-

-No me retrasas, pero esta bien. Nos vemos otro día, querido amigo-

-Nos vemos, amigo-

Ya luego de la despedida, cada uno siguió su camino, Fukuzawa siguió caminando, pero Fukuchi, cuando ya perdió de vista a su amigo, se metió a un callejón. Sacó su secular con desesperación y luego busco "ese" número al cual le tenía recelo.

-¡Poe!- Rampo fue a habrir la puerta, abrazo a su novio apenas lo vio.

-Ho-hola Rampo-kun ¿Como estas, ca-cariño?-

-Muy bien, Fukuzawa se fue a su cita, así que puedes estar tranquilo- le dijo mientras lo dirigia hacia adentro.

Estuvieron en su habitación hablando de diferentes cosas, hasta que él celular de Rampo sonó.

-Hola- dijo con algo de apatía.

-Hola, Rampo, querido, ¿Como estas?- dijo con vos amable al otro lado de la linea.

-Si, si. Directo al grano, Fukuchi-

-¿Quien es la cita de Fukuzawa?-

-Que celoso.... Ougai-

-¿Ougai?- pregunto con duda.

-Ougai Mori, él me trae dulces y me cae mejor que tu-

-¿El jefe de la Port Mafia?-

-Si, él. Ahora déja a mi papá en paz, él solo te considera su "amigo"-

-Maldito niño-

-Me ama más que a ti-

-Eres un- y Rampo corto la llamada.


Por el lado de Fukuzawa, él siguió su camino, sin tener conciencia de lo que estaba pasando a sus espaldas.

Miro su reloj, eran las 16:45, doblo por una calle y luego entró en un café, era simple pero elegante, las mesas estaban más separadas de lo común, lo que era perfecto para poder hablar con tranquilidad; además de estar en un territorio medio. Todo era perfecto.

Busco con sus ojos aquel cabello azabache tan conocido, sonrió levemente al enfocar su mirada en la persona que buscaba.

-Buenos dias ¿esta ocupado?- pregunto refiriéndose al asiento enfrente de Mori.

-Puedes sentarte, Yukichi- sijo con obviedad, el presidente hizo caso y se sentó.

-¿Ya ordenaste?-

-¿Ni siquiera un "¿como estas, Ougai?" "¿Todo bien con tu vida?" "No sabes lo que te extrañe" "Mi vida se siente bacia cuando no estas conmigo"- habló con total dramatismo; Fukuzawa rodo los ojos, entendió de donde Dazai sacó su dramática personalidad.

-¿Como estas, Ougai? ¿Todo bien con tu vida? No sabes lo que te extrañé; mi vida se siente bacia cuando no estas conmigo- repitió las mismas palabras del doctor.

Ambos rieron en poco y luego siguieron con su tarde con normalidad. Pidieron una dulce merienda y hablaron de trivialidades como lo hacían cada par de semanas en ese bello café.

Un par de horas luego Mori pidió un par de rebanadas de un postre de chocolate que le había encantado para llevar y, luego de pagar, ambos se levantaron para salir.

Caminaron por un bello parque en un cómodo silencio, hasta llegar a una bella fuente en el centro del lugar.

-Llevaselo a Rampo-kun y dile que lo comparta con su novio- vio como el entrecejo de Fukuzawa se arrugaba un poco y no pudo evitar no reír -Yukichi, ya tienes que aceptar que tu "pequeño" ya creció-

-Solo callate....- suspiro de manera pesada para luego tomar el postre.


























































Vamos a fingir demencia y pensar que sigue siendo domingo. ¿Si? 🧐

No olviden su estrellita~

~Adiu

Las Mamadas De Los Perros Callejeros - One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora