Las Mamadas De Los Perros Callejeros - One Shots

~28~

17 años Soukoku

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-¡Buenos días, Chuuya!- Kōyō entraba en el departamento de Chuuya, él le había dado una llave después de todo, venia con una canasta con un rico desayuno para compartir con su protegido.

Chuuya y Dazai en la habitación se despertaron de inmediato, asustados, aterrados, afligidos y todos los sinónimos de eso.

-¡Rápido, rápido, escóndete!- grito susurrando Chuuya a Dazai.

Ozaki sabía de la relacion de los dos adolescentes, Chuuya se lo había dicho, lo que no sabía era que ellos dos se acostaban, osea: cojian, tenían sexo, fornicaban; bueno, se entiende.

Y algo que ellos dos tenían muy en claro, es que ella definitivamente no se podía enterar, no por que esperaba que su "hijito" llegara virgen al matrimonio y esas cosas, Kōyō no era religiosa, sino por que era una mamá sobreprotectora que quería cuidar la "inocencia" de su pequeño lo más que se pudiera.

Lastima que con Dazai Osamu al lado eso era un poco difícil.

-¿Chuuya? ¿Querido?- llamo hacercandose a la habitación.

-¡Ya voy! ¡Ya voy!- susurro Dazai mientras hagarraba su ropa tirada y se metía al armario, si, al armario, gran lugar para esconderse.

-E-estoy despierto, Anee-san, puede pasar- dijo con algo de duda Chuuya.

La mujer entró y ahí nomas se dio cuenta de ese pequeño detalle que ninguno de los dos pendejos se dio cuenta, recién cuando Dazai estuvo en el armario viendo su ropa se dio cuenta de que algo faltaba.

-Buenos días, Anee-san-

-Buenos días, querido- ya con la sonrisa que puso Kōyō, Chuuya sabía que algo se había dado cuenta.

-¿Y esa camisa, Chuuya?- pregunto con vos afable.

-¿La camisa?- pregunto Chuuya mientras se fijaba en algo raro que esta tuviera.

Ahí es cuando palidecio, esa camisa le quedaba como dos talles más grande de las que el usaba normalmente....

-¿Esta en el closet, cierto?- pregunto la dama mientras aun tenia esa pequeña sonrisa y su tono amable.

-E-eh... yo... em.... eto... eh....- Chuuya no parecía poder modular alguna palabra, solo balbuceos podían salir de su boca.

Ozaki se giro hacia el mueble de la pared y avanzo un par de pasos hacia el para poder dar unos toquecitos a la puerta.

-¿Dazai-kun, querido? ¿Estas en el closet?-

Dazai ahí ya se estaba replanteando cada decisión de su corta vida, el quería morir, pero no a manos de Ozaki Kōyō. Definitivamente esa mujer le cortaría los huevos por quitarle la "inocencia" su hijo, ya se estaba imaginando toda su vida siendo castrado.

-Si....- dijo luego de unos segundos, ya resignado a su destino.

Y bueno, por lo menos la paso de diez la noche anterior, aunque se lamenta de no haberle dicho a Chuuya que se pusiera en cuatro, aunque su rostro ya de por si era perfecto y hermoso de ver, como le gustó poder tenerlo de frente y fo-

-¿Estas decente?- sus pensamientos fueron cortados por la vos de la mujer.

Unos segundos de silencio.....

Definitivamente no estaba decente....

-No...- termino por decir. Ozaki tuvo un tik en la ceja.

-¡Entonces ponte decente y después sal!- casi que gritó, y eso era mucho para una mujer que raramente levantaba la vos cuando estaba enojada, lo que ella solía hacer era vengarse silenciosamente pero con gracia de las personas que la hacían molestar.

Luego de decir eso ella salió de la habitación y cerró la puerta.

Dazai salió del armario solo con sus vendas mal colocadas y ropa interior.

-Nos va a matar....- dijo Chuuya.

-A ti te quiere demasiado, no creo que te mate, pero yo.... de seguro a mi me corta la pija...- respondió Dazai.

Al final ambos se cambiaron, se arreglaron un poco, Chuuya se puso una de sus remeras que menos mostraba la parte del cuello y luego salieron a enfrentar su destino....

Y ahí fue cuando Dazai y Chuuya tuvieron una "charla" de dos hora y media con Kōyō explicándoles sobre las relaciones sexuales, métodos de protección, etc, etc.

Definitivamente el día más incómodo para Chuuya, quien fue obligado a tomar nota.

Recuerden informarse gente, nunca esta de más el conocimiento.

No olviden dejar su estrellita~

~Adiu