Antes de que el par de asesinos más famosos de toda la historia de la mafia llegaran a ser conocidos como tal y que empezarán a ser molestados por Mori por estar de novios, justo antes, a meses de conocerse, era bastante común pasar las tardes en los arcades de la cuidad.
-¿Hoy a cual vamos?- pregunto Chuuya.
-¿Probamos quien saca más peluches de las máquinas del arcade cerca de la estación?-
-Hecho-
Y acto seguido ambos se dirigieron al arcade antes dicho.
Al entrar vieron un montón de máquinas de garra, teniendo cosas como dulces, celulares, cosas electrónicas y las que más abundaban, peluches. Cómo siete u ocho máquinas con diferentes clases de peluches y muñecos.
Primero fueron a las de dulces, ganaron algunos cuantos chocolates y otras chuches, iban muy parejos con respecto a la frecuencia con la que sacaban cosas.
-¿Ahora con cuál seguimos?- pregunto Chuuya con un chupetín en la boca y una bolsa en la mano.
Dazai miro todo el arcade, hasta que sus ojos vieron algo interesante.
-A que saco un peluche más grande-
-Ja, en tus sueños-
-¿Apostamos?-
-Mm... Dale-
-El que pierda, tiene que hacer lo que el otro diga sin enojarse o negarse- dijo Dazai con una sonrisa malvada en sus labios.
-De acuerdo- respondió Chuuya con determinación.
Le ganaría cueste lo que cueste y así le diría que dejara de llamarlo su perro.
Entre intento e intento, la garra no agarraba nada.
-¡Esto está arreglado!- dijo Chuuya ya harto de que todo se callera.
-A pesar de tu diminuto cerebro, tienes razón, la mayoría están arregladas-
-¡A quien le dices que tiene cerebro diminuto, estúpido desperdicio de vendas!- grito en respuesta, pero Dazai no le hizo caso, solo se empezó a caminar hasta otra máquina -¡Oi, no me ignores, caballa estúpida!-
-Ya ya, deja tus ladridos para después Chuuya-
-Tu, pequeño hijo de...-
-¡En está estoy seguro que te voy a ganar!-
Chuuya lo vio bastante emocionado, miro la máquina, no era nada del otro mundo, solo varios peluches de animales.
Dazai intento, agarro el peluche de la cola y lo dejo bastante cerca de la salida.
-No puedo creer que de verdad vas a sacar eso, Dazai- dijo como indignado y molesto. Aunque Dazai estaba bastante concentrado.
Lo agarro justo del medio y casi, casi lo saca, solo basto un tercer intento y... VOILÁ. Lo saco.
-No te puedo creer...- dijo Chuuya con una mano en su rostro mientras Dazai agarraba el peluche.
Un enorme y blandito peluche de babosa.
-¡Mira, Chuuya, es tu hermano!- dijo con alegría y burla con la babosa en manos, acercándolo a la cara del pelirrojo.
-¡No tengo hermanos! ¡Y no me compares con esa cosa!-
De repente algo atrás de Dazai llamo la atención de los ojos azules de Chuuya.
Mientras Dazai le contestaba quien sabe que sobre que si era una babosa, Chuuya se acercó a la máquina que había visto.
Los ojos de Dazai brillaron al observar lo que Chuuya había visto y los de Chuuya brillaron al ver por primera vez esa luz inocente y curiosa en los ojos castaños.
-A que lo saco- dijo el pelirrojo.
-No vas a poder, mejor lo hago yo-
-Yo puedo-
-No puedes-
-Si-
-No-
Luego de una larga pelea, Chuuya metió la ficha para que la máquina andará.
El primer intento, Dazai no se despegaba del cristal, casi lo agarra, pero la pinza se resfalo. Segundo intento, la mirada de Dazai lo ponía nervioso. Tercer intento, casi, casi lo agarra, pero está simplemente se resfalaba.
-Esta máquina es de las arregladas, Chuuya- dijo Dazai desanimado.
-Ya lo se, idiota- Chuuya respiro viendo que podía hacer, no se quería ir sin el peluche. -Haber, quítate, estorbas- le aparto las manos a Dazai de la máquina.
Miro a los lados y volvió a meter una ficha, la máquina brillo en un pequeño tono rojo, casi imperceptible, las luces de todo el lugar ayudaban a qué se notará menos. Y en menos de un minuto, el peluche salió, se agachó para sacarlo y cuando se levantó su voz no salió.
Los ojos de Dazai brillaban viendo el dichoso peluche de un cangrejo. Era más grande que la babosa que el castaño saco, Chuuya quería hablar y reclamar su premio, pero parecía que su boca se había secado y sus cuerdas vocales se habían cortado.
Dazai veía con tanta ilusión al bendito cangrejo, que no lo pudo evitar, agarró la maldita babosa y le tiró en la cara al cangrejo.
-Me tengo que ir- dijo saliendo rápidamente del lugar.
Dazai solo se quedó ahí, con el enorme cangrejo de peluche en sus manos y una pequeña sonrisa que Chuuya no alcanzó a ver.
Durante todo el mes siguiente Dazai no se despegó del peluche, Mori y Kōyō le preguntaron sobre este, pero el solo dijo que lo ganó por ahí.
Y Chuuya perdió la oportunidad de reclamar su premio por sacar el peluche más grande. Aunque estaba seguro que si lo intentaba Dazai diría algo como que no valía por qué lo saco con su habilidad y bla bla bla. Por ahora se conformaba con verlo relativamente feliz durante ese tiempo, durara lo que durara, Dazai pareció parar un poco sus atentados.
No voy a decir que volví, por qué después me voy. Así que voy a decir que me voy, para volver.
En fin.No olviden su estrellita~
~Adiu
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Las Mamadas De Los Perros Callejeros - One Shots
FanfictionComo dice el titulo, aquí van a encontrar pequeños One-Shot de los personajes de Bungo Stray Dogs. Van a encontrar diferentes ships, como: *Soukoku *Shin Soukoku *Fukumori *Rampoe *Yosano x Ozaki *Tachihara x Tanizaki Para que pasen un rato diverti...