Las Mamadas De Los Perros Callejeros - One Shots

~24~

Soukoku de 15 años

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Las armas en la Port Mafia eran normales, todos lo sabían, era normal que cualquiera llevara un arma consigo todo el tiempo, o algún cuchillo, no era raro de ver.

¿Los problemas? También eran normales.

¿Los pleitos? Sip.

¿Que todo eso se combinará y se le agregara a dos adolescentes mentalmente inestables? Era cosa de todos los dias.

Por eso nadie cuestino nada cuando alguien grito:

-¡CORRAN!-

Ahí paso corriendo Dazai con dos pistolas en mano mientras las recargaba.

Algunos pensaron que quizás alguien estaba atacando a la mafia o algo así, pero esos pensamientos se desvanecieron cuando detrás de Dazai paso Chuuya corriendo con una hacha en mano.

Las balas empezaron a volar, todas siendo lanzadas hacia Chuuya. Este solo corría hacia Dazai para intentar darle con el hacha, usaba su habilidad para ir por las paredes o el techo para no ser alcanzado por las balas.

Dazai tenía una sonrisa psicópata y los ojos rojos mientas todavía trataba de darle con alguna bala a Chuuya.

Chuuya solo tenía sus ojos sobre Dazai, también con una sonrisa que prometía que correría sangre; algunas balas le rosaban la piel o la ropa, pero eso no lo detenía.

Todos a su alrededor trataban de huir o que una bala perdida no lo terminará matando.

En un momento Chuuya logró hacercarse a Dazai, se hagacho y tiro la punta del hacha apuntando directamente a la garganta del otro.

A muchos se le fue el aire en ese momento, todos pensaron que le iba a cortar la cabeza, pero el filo paso apenas rozando las vendas de Dazai, dejando una fina línea del suabe corte en las mismas, mientras se marchaban lentamente con la poca sangre que salió.

Afortunada o desafortunadamente Dazai logró apuntarle con una de sus pistolas a Chuuya en la cabeza, disparó, obligando al otro a separarse y alejarse un poco, por que estando tan cerca de Dazai no podría usar su habilidad si lo tocaba.

Ambos se miraron, la tensión se sentía en el aire. Dazai con su raspón en el cuello y Chuuya con uno en la cara, otro en uno de sus brazos y uno último en la pierna, por el muslo.

Ya para este punto todos los presentes que se encontraban, desgraciadamente, en el pasillo, miraban sus movimientos y trataban de no morir.

-¿¡Es todo lo que tienes, Chuuya!? ¡Me he hecho más daño yo mismo que tu con un hacha!-

-¡Te voy a matar, maldito desperdicio de vendas!-

En un movimiento demasiado rápido Chuuya le tiro el hacha a Dazai, por suerte se hagacho y quedó clavada en una puerta, luego Chuuya le siguió tirando cuchillos que quien sabe donde estaba sacando y Dazai le seguía disparando.

Para infortunio o para fortuna de los miembros de la mafia, la puerta esa daba a la oficina del jefe.

Mori salió al ver el hacha clavada en su puerta, le pareció raro que los guardias que siempre estaban custodiando la misma estén escondidos atrás de dos plantas, pero cuando vio las sonrisas sádicas de Dazai y Chuuya ya no le pareció raro.

Dazai hagarro uno de los cuchillos que Chuuya le tiro y se lo devolvió, querido darle en la cara. Aunque la daga quedó a estática a milímetros de uno de los ojos de Chuuya gracias a su habilidad.

Las dagas, balas, cuchillos grandes y chicos, e incluso una granada, que si no fuera por Akutagawa ubiera explotado a mucha gente, siguieron siendo lanzadas.

Una le corto en la mejilla a Mori, mientras se cuestionaba todas las decisiones de su vida, trataba de habirir la puerta de su oficina y en su cabeza sonaba:

"Teenagers scare the livin' shot out of me
They could care less as long as someone'll bled"

Al ya no poder habrir la puerta se escondió con uno de los guardias atrás de la planta, esperando no morir.

Chuuya volvió a correr hacia Dazai, para este punto él se había quedado sin cuchillos y el otro sin municiones.

-¡Vuelve aquí, maldito bastardo!-

Dazai intentó buscar más balas, aunque era en vano, Chuuya siempre le ganaría en una competencia de velocidad. Solo pasaron un par de segundos cuando sintió una patada en las piernas y de inmediato callo al piso, si no fuera por sus manos se hubiera hecho mierda la mandíbula al caer.

-¡Perdiste!- le grito Chuuya y le puso un pie en la espalda para que no se levantara.

-¡Quítate de encima, perchero!-

-¡No! Ahora debes pagar la apuesta-

-¡Bien! Yo invito el almuerzo.....- dijo ya rendido mientras suspiraba.

Chuuya lo ayudo a levantarse y luego ambos se fueron tranquilamente mientras Chuuya le decía a Dazai lo que quería comer y todos los que estaban en el pasillo los veían irse como si no se ubieran tratado de matar.

Volví uwu

No olviden su estrellita~

~Adiu