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Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Naruto

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Capítulo 2

Hinata sonrió. Y eso había sido todo, al menos en la mente de Sora. Pronto aprendería que Sora era casi una fuerza de la naturaleza en sí misma. Hinata había hecho las maletas, habían llamado a Naruto y se habían sentado los dos en el despacho de Tsunade para hablar de su nueva misión. Todo había pasado muy rápido: apenas cuatro horas entre el momento en que había estado sentada en la cama del hospital evitando mirar a su padre y el momento en que se encontraba ante las puertas de la aldea para partir. Sora había querido salir rápido de la aldea, dejando que todo lo demás se hiciera a toda prisa...

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"Se trata de una misión de clase A con dos componentes clave", dijo Tsunade, mirando a la pareja al otro lado de su escritorio. La chica era tan bajita que sus pies apenas tocaban el suelo y se miraba las manos cuidadosamente cruzadas sobre el regazo, lanzando de vez en cuando tímidas miradas a los otros dos ocupantes de la habitación. El chico estaba casi fuera de sí.

"¡Clase A! Jaja, por fin te has dado cuenta de mi fuerza, ¿verdad?", dijo saltando sobre su silla y levantando el puño.

Tsunade frunció el ceño, exasperada, y le lanzó una mirada molesta. "Es principalmente una misión de entrenamiento, para nada peligrosa". Naruto se congeló y la miró, confundido por un momento. Se distrajo el tiempo suficiente como para no darse cuenta de que el baile que había estado haciendo había provocado que la silla empezara a volcarse. Empezó a mover los brazos, pero ya era demasiado tarde. Aterrizó en el suelo con un gran estrépito.

Hinata jadeó. "¡Naruto-kun!", dijo con una voz tan suave que Tsuande apenas pudo oírla. La chica saltó de su silla y corrió a su lado. "¿Estás bien?"

Naruto se llevó una mano a la cabeza y empezó a intentar reírse de todo. "Sí, sí, sólo tropecé, ya sabes".

Tsunade casi podía ver cómo la realidad descendía sobre la chica. Ahora que el shock había pasado, ella había empezado a darse cuenta de lo que había hecho, se sonrojó y rápidamente volvió a tomar asiento. Tsunade observó como la chica le lanzaba otra mirada de reojo a Naruto mientras este volvía a sentarse en su silla y de pronto se dio cuenta de que Hinata estaba enamorada del chico rubio demasiado ruidoso. Probablemente debería decírselo a Sora. Por otra parte, la mujer no tardaría en darse cuenta de que iba a tener que lidiar con hormonas adolescentes. Se lo tenía merecido por decidir de repente que quería llevarse a Hinata con ella. No iba a ser fácil explicarle todo esto al padre de la chica.

"Como iba diciendo, esta misión tiene dos partes. La primera es el entrenamiento. Sora os lleva a los dos como un favor personal para mí. Ella no es ninja de la hoja. De hecho, estoy bastante segura de que nunca ha pertenecido a ninguna aldea. Podréis aprender cosas de ella que nunca podríais aprender de otra manera".

"¿De una chica?" Preguntó Naruto.

Tsunade puso los ojos en blanco. Algún día descubriría quién le había metido esas ideas en la cabeza y le arrancaría con jutsu cada hueso de su cuerpo.

"Sí Naruto. Sora es una ninja muy hábil. Probablemente podría rivalizar con Kakashi,"

¿"NEH"? ¿Rivalizar con Kakashi-sensei? ¡Imposible!"

Naruto - Lazos de Nuestro Destino ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora