Naruto - Lazos de Nuestro Destino ✔️

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Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Naruto

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Capítulo 44

"Así es, Hina-chan". Naruto miró con orgullo. "Hazlo girar muy rápido". Ella sostenía un globo de agua en la mano.

"¿Cuánto tiempo dices que has empleado en esto?". Naruto evitó el contacto visual.

"Uhhh... un par de semanas...". De algún modo, Hinata sintió que mentía por su bien, pero no podía estar segura.

Naruto y ella habían pasado los últimos tres días entrenando juntos después de que acabaran de dar sus clases. Para sorpresa de Hinata, Naruto se estaba adaptando a la enseñanza como un pez al agua. Al principio se había hinchado ante la oportunidad de estar a cargo de los demás, pero ahora parecía encontrar verdadero interés en la instrucción. Y lo que era aún más asombroso, estaba provocando un cambio drástico en su forma de enfocar las cosas.

Ya gritaba mucho, mucho menos; aunque ahora sus gritos eran menores que cuando salieron de la aldea con Sora, hacía tantos años. Al parecer, no había tardado mucho en llegar a la conclusión de que nunca sería un gran profesor si intimidaba o enfadaba a sus alumnos.

Naruto también parecía poner especial cuidado en asegurarse de que todos los alumnos que tenían problemas recibían ayuda antes de seguir adelante. Para él, el mentor que nunca tuvo era "el último muerto". Era algo que formaba parte de él.

Pero quizá lo más drástico era su proceso de pensamiento. Cuando se veía forzado, Naruto siempre había sido un pensador muy lógico en el campo de batalla, creando algunas estrategias muy elaboradas, o al menos muy creativas. Pero nunca había ido más allá de eso, casi como si pensar así le resultara agotador.

La verdad, Naruto lo sabía, era que las cosas a menudo le costaban mantener su atención el tiempo suficiente para pensar lógicamente en ellas. Para cuando necesitaba aplicar algún tipo de lógica, Naruto ya había concluido lo que era correcto, y a menudo no le importaba por qué era correcto.

Sin embargo, enseñar no era otra cosa que el porqué, e incluso en los pocos días que llevaban enseñando se había dado cuenta de que todo el proceso de enseñanza le estaba ayudando a aprender a ralentizarse lo suficiente como para poder pensar lógicamente, y no sólo sobre la enseñanza.

Naruto sonrió para sus adentros mientras Hinata agitaba el líquido cada vez más deprisa. Se le estaba dando muy bien.

Pensó en la semana pasada, cuando la anciana Tsunade le había asignado la tarea de enseñar. Se había burlado de la idea de que enseñar a los alumnos de la Academia le ayudaría a ser mejor ninja, pero sólo unos minutos después lo había pensado más detenidamente.

Iruka parecía un ninja excelente, y se le daba bien enseñar. Kakashi no era necesariamente bueno enseñando, pero había aceptado el encargo del Equipo 7 y su entrenamiento y lo había hecho bastante bien. Y el entrenamiento de "100 Técnicas" de Sora realmente le había ayudado a convertirse en un ninja mejor al final.

Naruto era más impaciente que la media, pero no era tonto. Todas aquellas personas le habían dicho que algo era cierto, y luego le habían demostrado que lo era, y suponía que debía empezar a confiar en su juicio.