Naruto - Lazos de Nuestro Destino ✔️

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Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Naruto

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Capítulo 31

La mente de Hinata estaba en algo vagamente parecido a una sobrecarga. Durante años le habían pedido que hiciera cosas que le resultaban imposibles. Día tras día, año tras año, le habían pedido que sobresaliera en técnicas que ni siquiera podía completar. Una de las cosas que había significado para ella irse con Sora era aprender la diferencia entre las exigencias irrazonables y los empujones. Su padre siempre se le había acercado con un ideal y le había pedido que se convirtiera en eso. Sora sostenía su potencial y le pedía que lo alcanzara. Nunca le pidió que hiciera cosas para las que no estuviera preparada.

Al menos hasta ahora.

"Tienes que invocar un halcón lo bastante grande para que montemos los tres", dijo Sora solemnemente.

Hinata la miró como si estuviera loca. "¡Pero si nunca he convocado nada más grande que un halcón peregrino!", gritó.

"Pues ahora sí", dijo Sora. "Ahora mismo no tengo chakra y cualquier otra forma va a ser demasiado lenta. Incluso a máxima velocidad, estamos a cuatro o cinco días de Yasu y Nori. Tenemos que llegar rápido, y eso significa que tenemos que volar".

"Pero yo...", se le cortó la voz, sin saber qué decir. Se volvió hacia Naruto en busca de apoyo, pero él asintió con la cabeza.

"Tiene razón, Hina-chan; es la única forma de hacerlo".

Se mordió el labio inferior y miró al suelo. No lo entendían; ambos eran de los que simplemente deciden que van a hacer algo y lo hacen, sin consentir demasiado la realidad de la situación. Naruto era mucho peor que Sora, pero ella era igual de buena clavando los talones.

Pero lo cierto era que, aunque le quedaba más chakra que a Sora, no estaba ni de lejos al nivel necesario para invocar algo lo bastante grande como para que pudieran montar en él. Iba a necesitar mucho más de lo que tenía, y no había forma de conseguirlo. Sus reservas estaban agotadas; todas las de ellos estaban...

Levantó la cabeza y miró a su novio. Sus reservas de chakra nunca se agotaban. Gracias al Kyuubi, su propio chakra se restauraba rápidamente, además de disponer del chakra del Kyuubi cuando estaba completamente agotado. Eso significaba que no sólo tenía más chakra que ellos, sino que se restauraba más rápido. Si tenía un contrato y algo de experiencia con los halcones, probablemente tendría suficiente para invocar al halcón (que necesitaban).

O podría hacerlo si tuviera algo de su chakra.

Se volvió hacia él. "Naruto-kun, necesito que me des un poco de tu chakra".

Naruto la miró como si hubiera perdido la cabeza.

Utilizar el chakra de otra persona para realizar un jutsu no era, desde luego, una técnica terriblemente avanzada. Era ligeramente más difícil moldear el chakra que te daban que el que producías tú mismo, pero al fin y al cabo chakra era chakra.

A menos que fueras Naruto.

Sora nunca había dejado que Naruto le diera chakra, por mucho sentido que tuviera para ellos como compañeros, debido a la posibilidad de que ella recibiera una dosis del chakra de Kyuubi. Era demasiado arriesgado; no sabían cómo iba a reaccionar nadie, excepto Naruto, al hecho de que le inyectaran chakra demoníaco.