Día 65

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Día 65

—Moya K'ola, ty moya, ty prinadlezhish' mne, tak pochemu ty razgovarivayesh' s drugimi Omegoy?—Escucho a hablar a Fyodor en ruso.

Su voz en ruso se escuchaba tan diferente. Le daba algo de miedo.

El peli-negro decia que era de él, prácticamente reclamando o mejor dicho, informándole que era de él y que no tenía que buscar a más nadie.

Eso lo incomodo si era sincero consigo mismo.

No contesto a la pregunta que se le había echo.

No sabía que contestar, porque sabía que dependiendo de la respuesta que diera, definiría su día de una manera significativa.

Aunque Fyodor no había echo nada al respecto, se le notaba bastante celoso por la salida que el había tenido¿Había estado mal?

Por eso no quería seguir probando su paciencia. O mejor dicho, su suerte.

El peli-negro Acaricaba su cabello con cariño, pero con esas palabras se sentía amenazante.  Mientras estaban en el mueble, se sentía pequeño apesar de que era más alto que el Omega.

Ahora se encontraban en silencio, mientras el peli-negro le hacía mimos con cariño.

No podía negar que le agradaban. Pero aún así le hacía sentir un poco incómodo.

Recordando cuando el peli-negro lo agarraba fuerte de su cabello mientras tenían intimidad, o mejor dicho, cuando el complacía a el Omega.

Ahora se sentía mal, se sentía algo usado y sucio.

Dejo que su mirada viajará por la sala en busca de alguna distracción para dejar de pensar en sus sentimientos.

Después de todo, no tenía el porque pensar en ellos.

Pero cada vez se sentía más hundido en un agujero del cual ya estaba dudando se podría salir algún día. Sentía que estaba cayendo tan hondo que jamás podría levantarse.

Pero aún sentía una pequeña esperanza dentro de él, Fyodor aún lo Amaba y tal vez no lo ayudaría a salir o no podria sacarlo, pero al menos le estaba haciendo compañía y apreciaba mucho eso.

Tener alguien que apesar de todo siguiera aquí con él.

Amaba a Fyodor. Aunque aveces lo negaba o incluso decía dentro de él que lo odiaba, pero tal vez eso era mentira.

No podía reprimir o ocultar sus sentimientos de amor hacía Fyodor.

¿Por qué habia pensando que Fyodor era malo?

¡Le estaba acariciando el cabello con cariño! Estaban sentados con confianza y amor entre ellos, no sabía porque había escrito en su cuaderno que lo odiaba.

Lo ayudaba a editar su libro, le mostraba cariño y lo amaba.

¿Por qué había pensado mal de él?

Había avanzado, tal vez si había sido él el del problema y no lo había querido aceptar. Tal vez había sido demasiado orgulloso.

Solo había que adaptarse a las peticiones de Fyodor y se sentía feliz, le gustaba la atención que esté le daba.

Empezó a ver a Fyodor, recordando todo los buenos momentos que habia pasado juntos.

Sentía que su propia mirada detonaba amor en ella y esperaba que fuera así y que Fyodor lo notará. Que lo estaba volviendo a ver cómo lo veía al principio, con amor, como un tonto enamorado y eso era.

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