Día 131

118 13 22
                                    

Dia 131

Sintió como tocaron sus mejillas, presionandolas y moviendo las hacía arriba, para que en su expresión se mostrara una sonrisa, una expresión que genuinamente no tenía o no expresaba hacía días o semanas... Incluso meses, carajo.

-¿Dime si los días de tu celo no te hicieron sentir mejor?-Pregunto el Omega con una sonrisa mientras obligaba a el alfa albino a verse en el espejo-Me hizo sentir tan bien, me hacía tanta falta eso, kyola.

A él no le había echo falta, de echo, se sentía horrible y despreciable por hacerlo.

Y...

Y...

Ya no sabía que hacer.

Cuando recupero su conciencia del todo...

Solo había querido llorar sin parar, ya no quería aguantar más, ya no lo quería. Ya no aguantaba más, solo quería desaparecer, por dios, hasta morir ya parecía una opción razonable.

¿Desde cuándo se había echo tan sentimental, tan llorón?

-He pensado ir a nadar en un lago ¿Te gusta la idea?-Pregunto el Omega dejando un pequeño beso en su cuello-Porque eres un excelente esposo, ya sabes para liberarnos un poco.

No quería ir, sinceramente no quería.

Quito las manos de Fyodor de su rostro y luego salio del baño. Dejándolo atrás.

Pero sintió como agarraron su muñeca, una mano tan pequeña y delicada era capaz de detenerlo por completo.

Porque era verdad, no podía mentir, se sentía indefenso ante aquel omega, recordando las caricias que le dio aquel día que se conocieron.

Aquel día que se día que había sido hechizado.

Y aún lo seguía.

-¡Ya se!-Exclamo con una sonrisa el Omega mientras lo jalaba un poco- Vamos a un bar ¿No te gustaba ir cuando aún éramos novios?

Notaba como el Omega sonreía, tratando de convencerlo.

¿Por qué de repente Fyodor quería salir?

Frunció el ceño, soltó su muñeca del amarre de Fyodor.

-Realmente no quiero, Fyodor, no quiero¿Si?-Su voz había salido tan pequeña que hasta el mismo se había sorprendido.

Había sido tan diferente a la voz de hace unos minutos.

Sintió como Fyodor lo abrazo con fuerza. Y Acarcio su mejilla y espalda.

Se sentía bien, no podía negarlo. Le gustaba estás caricias, está atención,este cariño.

Cerro los ojos un momento, se sentía tan bien. Las caricias del Omega lo hacían sentir seguro.

Lo hacía sentir en casa. Lo hacía sentir seguro.

Llevo sus manos lentamente para devolverle el abrazo a el Omega.

Lo abrazo, como lo hacía hace tiempo. Cómo si fuera los primeros meses de matrimonio.

Sintió un beso en su mejilla.

RätDonde viven las historias. Descúbrelo ahora