Rät

Día 152

Tocaba la puerta con algo de fuerza.

Con la esperanza que abrieran.

Que él aun siguiera ahí.

Que aún lo recordara y quisiera ayudarlo.

Porque más nadie lo haría.

Nadie.

Vio como la puerta fue abierta, pero a diferencia de la otra vez abrió el bicolor.

Lo primero que hizo fue abrazarlo con fuerza y llorar en su hombro sin dudarlo tanto.

Sabía que él no lo juzgaría ¿Verdad? El no lo haría...

Podría expresarse como lo sentía con él.

Después de todo así lo hacían desde pequeños.

Era tan injusto, se enamoraron en épocas diferentes y ahora cada quien se había ido para su propio lado.

Pero el había vuelto.

No lo amaba, claro que no lo hacía. Al menos no de forma romántica como era seguro que el otro esperaba.

Lo hizo en su momento.

Pero ahora su corazón le pertenecía a otra persona, y la peor parte es que siempre lo haría.

No importa cuánto lo intentará, él se había llevado una parte de su corazón, ya sea que se lo llevo en una red de mentiras o en verdad se enamoró de aquella persona hasta tal grado. Hasta tal grado de seguir con apesar de todo lo que le había echo

Sintió como los brazos de Sigma también lo rodeaban lentamente, como si dudarán. Y no culpaba por eso, era entendible, era lo lógico.

Después de lo que había pasado lo entendía. Hasta el mismo dudaría a tal manera.

—Lo siento—Se disculpo con la voz quebrada. Quería disculparse, necesitaba disculparse con él,por lo que había pasado antes.

En verdad lo sentía, en verdad lamentaba todo, se disculpaba con sinceridad.

Pero era tan difícil comprenderlos a ambos.

Jamás había sido bueno en ello.

¿Pero quién lo era en realidad? Sinceramente¿Quién podría comprender a ambos?

No podía ver a ambos de la misma manera.

En todo este tiempo era ahora cuando pensó en Sigma, en todo lo que había pasado aquel día.

No podía seguir ignorando lo que había pasado.

—¿Te has divorciado?—Pregunto el Omega con una pequeña sonrisa. Tal vez de de alegría, de satisfacción. No lo sabe

Pero, en todo este tiempo jamás había pensado en divorciarse.

Apesar de todo no había pensado eso.

Pero hace una semana para acá, había sido diferente.

El divorcio había empezado a parecer una opción viable.

Había empezado a sonar razonable.

Porque en serio ya no podía, ya no aguantaba. Ya no quería seguir así.

—No—Dijo en voz baja mientras veía un punto muerto en el suelo—No lo he echo...

Levantó la mirada y noto como el departamento se veía más apagado que hace algunos meses.

Se veía triste.

Después de unos segundos más se alejo de Sigma. Sintió como se aferraba a su camisa con Fuerza.