Giada.
Vivir en las fraternidades de la universidad sí es como lo proyectan en las películas y tal vez un poco más intenso, muy intenso. Vivir en ellas es vivir de fiesta casi todos los días.
Antes de abrir los ojos, sé que bebi de más y probablemente voy a despertar con la más grande resaca.
Así que al abrir los ojos lo primero que veo es la espalda tatuada de alguien me paralizo y entro en pánico, mi garganta se cierra impidiéndome gritar y empujo con fuerza al hombre que tengo en mi cama, pero cuando el gruñe y se queja, yo me incorporo y me doy cuenta de que no es mi cama y tampoco es mi habitación.
—Joder, ¿qué mierda te pasa? —La voz ronca del hombre hace que lo voltee a ver.
NO, no, no.
Mierda y más mierda.
No, él no, por favor. No pude acostarme con él.
Maxime Gallager, se frota el rostro y lo observo que solo tiene su ropa interior y su cuello tiene marcas rojizas.
—No, no pude...no —digo mientras cierro los ojos y golpeo mi cabeza con mis manos como si esto fuera una pesadilla.
—Deja de hacer eso, te vas a lastimar.
Intenta acercarse a mí, pero abro los ojos y me pongo de pie tomando las mantas para cubrir mi desnudez.
—No, no me acosté contigo...esto es una broma —susurro— ¡Dime qué es una broma!
—Preciosa, follamos y mierda que bien se sintió cuando estabas...
— ¡Cierra la maldita boca!
Arquea la ceja y se cruza de brazos haciendo que sus músculos luzcan más grandes y esos malditos tatuajes que tiene lo hacen ver más imponente.
—Por favor, dime que no me acosté contigo —susurro y aprieto las mantas contra mi cuerpo.
— ¿De verdad no recuerdas nada?
Niego y él luce ¿ofendido?
—Solo diré que fuiste tú quien me busco ayer después del maldito reto.
Estoy por hablar, pero unos golpes en la puerta me sobresaltan y a Maxime, parece que le fastidia que lo molesten, me observa antes que se acerque a la puerta.
— ¿Qué quieres? —Sisea y sigue mirándome.
—Escucha, afuera están las amigas de la chica y están buscando a su amiga, dice que si no la dejas salir llamarán a la policía.
Ni siquiera sé porque lloro, pero él rueda los ojos.
—Dile que irá en un segundo.
Voltea a verme y lo veo recoger algo del piso.
—Vístete —sisea.
Miro mi vestido y lo tomo antes de correr al baño y me miro en el espejo. Jadeo al ver mi reflejo.
Estoy igual que él, marcas en mi cuello y por encima de mis pechos. Mi maquillaje está corrido y me veo horrenda así que decido lavar mi rostro y atar mi cabello en un moño alto, me coloco mi vestido y salgo del baño para ver a Maxime recostado y con su celular.
— ¿Usamos condón? ¿No debo de preocuparme por ninguna enfermedad?
—Lo usamos y estoy limpio —responde, pero no me mira.
Asiento y camino para salir de aquí, pero me quedo en la puerta.
—Fue un error —susurro—, no, olvida lo que pasó.
—Claro, ahora sal necesito dormir.
⟡⟡⟡
Ya es lunes y sigo sin recordar nada, bueno tengo algunos recuerdos. Estaba en la fiesta, las cosas se pusieron intensas con ese juego de mesa y luego creo que me toco besar a Maxime y ya.
¿De verdad yo lo busque?
Termino de enjabonar mi cuerpo y miro mi piel, mierda. Todavía no desvanecen las marcas, suelto un suspiro y cierro el grifo del agua y salgo de la ducha para envolver mi cuerpo con la bata y hago mi rutina de cuidado diario, puedo saltarme alguna comida, pero el cuidado de mi piel jamás.
Cuando termino de mi rostro y mi cabello, me visto de manera rápida y salgo de la residencia y empiezo a caminar hacia la universidad, observo pasar a varios estudiantes y me estremezco cuando el aire frio golpea mi rostro.
Al llegar a la universidad, me acerco a mis amigas y ellas me saludan antes de que empecemos a caminar para ir al edificio donde nos toca clase y nos adentramos al aula, siempre me gusta sentarme lejos de mis compañeras pues me distraigo con facilidad así que me despido de ellas y me siento un poco más lejos de ellas y espero a que se empiece a llenar el salón.
La hora más aburrida de mi vida la he perdido en esa clase que solo es de relleno.
Me acerco al siguiente edificio para tomar mi siguiente clase cuando me encuentro a mi grupo de compañeros afuera.
—¿Qué pasa? ¿Por qué no entran? —Le digo a una de las chicas.
—Van a fusionar dos grupos, nuestro profesor ya no dará clases y ahora debemos de tomar clase con el otro grupo.
—¿Eso es posible?
Ella se encoje de hombros y la profesora nos indica que podemos pasar, bueno solo espero que esta profesora si le entienda ya que estoy a nada de reprobar la materia.
Camino hacia uno de los lugares que están en medio y me dejo caer en la silla.
Me acomodo en mi lugar y apoyo mis brazos en la mesa para acomodarme y recargar mi cabeza para descansar un poco, escucho los leves murmullos de las personas que entran y se acomodan en su lugar y me sobresalto cuando alguien se sienta a mi lado y me incorporo para observar a la persona
—Cariño.
Oh, mierda. La vida me odia definitivamente.
Maxime Gallager está enfrente de mí.
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N/A:
Holaaa, esta es una de las nuevas historias que estoy escribiendo, espero les guste mucho y puedan apoyarme.
Por favor, eviten mencionar personajes de otros libros. Se me hace una falta de respeto que comenten personajes que no tienen nada que ver con mis historias.
El libro será catalogado como +18, ya que tendrás escenas sexuales, si no les gusta leer este tipo de escenas, les invito a saltarlas.
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Irresistible Amor
RomanceNunca debes de meterte con el chico malo del campus a menos que te guste sufrir. Maxime Gallager, no tiene la mejor reputación, rompecorazones, imbécil, él todas mías, fiestero y la que más destaca, un patán que es muy bueno dando orgasmos. Nunca de...