Giada.
Maxime me ha estado evitando, ¿será que ya se cansó de mí?
¿Será que ya se dio cuenta que no quiere estar conmigo?
Intento no prestar atención a esos pensamientos que solo me sabotean y decido salir a hacer ejercicio, pero me es difícil no hacerlo cuando sé que él nunca ha tenido ninguna relación, pero decido confiar en los sentimientos que dice tener por mí.
La tarde en mi trabajo me ayuda a despejar mi mente y cuando estoy por llegar a la residencia, veo a Max sentado en los escalones que guían a la entrada y cuando me mira se pone de pie, toma su maleta y la cuelga en uno de sus hombros mientras camina hacia mí, cuando está frente de mí, no puedo evitar tomar un poco más de aire porque huele riquísimo y a juzgar por su cabello, recién salió de su entrenamiento y vino directo a mí.
—Lamento haberme ausentado estos días —susurra—, los entrenamientos, las practicas...todo me está consumiendo, pero quería verte.
Le sonrío aún más cuando acuna mis mejillas.
—Vine directo del gimnasio...creo que ni siquiera me seque bien el cabello.
—Aún se ve muy húmedo.
Asiente y mira mis labios antes inclinarse y devorar mi boca en un beso que me hace jadear y enterrar mis dedos en su cabello, sus manos se mantienen en mis mejillas, no puedo evitar soltar una risa baja y eso hace que nos separemos.
Maxime me ve con un gesto de desconcierto, pero con ternura a la misma vez.
— ¿Qué pasa, cariño?
—Nada...solo pensé que te habías hartado de mí y estabas renunciando a sea lo que sea que tenemos.
Asiente y entrelaza sus dedos con los míos.
—Ven, necesito enseñarte algo.
Camino a su lado hasta que entramos a su residencia, arroja su maleta en un sillón y noto algo extraño en él y su residencia, no comento nada mientras tira de mi mano y me guía a la cocina para poder salir al jardín trasero, es ahí cuando entiendo su comportamiento.
Mis pies no se mueven mientras miro lo que hay frente de mí, él me mira por encima de su hombro y sonríe.
—Anda, no te quedes ahí.
Niego con la cabeza mientras sigo observando el precioso picnic, que está planeado para que podamos ver una película y ni qué decir del ramo de flores que hay.
—Nunca nadie había hecho algo tan bonito por mí —susurro.
Él sonríe y se posiciona a mi lado.
—Me encanta ser el primero y el único —responde.
Me da un beso en la mejilla, antes de que me levante como una princesa y me lleve hasta la manta, las velas incluso son aromáticas y cuando veo la comida no puedo evitar sonreír, ambos nos acomodamos en la manta y me entrega un plato y suelta un suspiro.
—He estado pensando mucho en nosotros —dice—, sé que nos gusta comer y fluimos mejor cuando ambos tenemos nuestra comida favorita así que no fue tan difícil pensar en el picnic...se supone que sería por la tarde, pero bueno ambos estábamos ocupados.
—Prefiero que sea así, el calor en la tarde era un poco insoportable.
Asiente y me dice que pondrá la película, empiezo a servir nuestros platos con comida y acomodo los cojines para que estemos más cómodos, cuando se posiciona a mi lado, empiezo a comer y disfruto de este momento.
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Irresistible Amor
RomanceNunca debes de meterte con el chico malo del campus a menos que te guste sufrir. Maxime Gallager, no tiene la mejor reputación, rompecorazones, imbécil, él todas mías, fiestero y la que más destaca, un patán que es muy bueno dando orgasmos. Nunca de...