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Giada.

Estar con Maxime se siente como esa etapa que dicen que es la luna de miel, ambos siempre queremos estar encima del otro y dándonos cariño. Sigo sonriendo como tonta hasta que llego a la cocina y tomo un vaso para poder servirme agua, pero no logro ni siquiera servirme, porque Melissa me observa desde un taburete, su mirada persiste en mi hasta que logro entender.

La maldita sudadera de Max.

Ella carraspea y me acerco lentamente a la barra.

—Pensé que ya estaban durmiendo —digo.

—No podía dormir.

Muerdo mi labio sin saber que decir.

— ¿Esa es la sudadera de Maxime? —Si bien me está preguntando, el tono de su voz me hace saber que ella ya sabe la respuesta.

—Sí.

— ¿Están juntos?

—Es oficial...estamos juntos.

Melissa niega con la cabeza y suelta una maldición.

—No te creí tan tonta, Giada —la sigo observando sin saber que decir—. Él nunca tiene relaciones serias, cuando se canse de ti, te dejara tirada con el corazón roto y terminara con otra y lo verás haciendo todo lo que hacía contigo con ella.

—Sé que fue un cabrón y tal vez todavía lo sea, pero está cambiando.

—Él no va a cambiar nunca —murmura con enfado—. No seas idiota, no puedo creer que te ciegues por una polla.

Aprieto la mandíbula y tomo una respiración.

—Escucha Melissa, si piensas que soy una tonta está bien. No me importa, pero él es diferente conmigo —la apunto con mi dedo mientras hablo—. Sino lo fue contigo, fue por algo, tal vez nunca despertaste esos sentimientos en él y eso te duele, porque solo basto una maldita noche conmigo para que cayera por mí y que no haya caído por ti después de tantos acostones no es mi culpa. Madura y deja de tratarme como si fuera estúpida, porque sé con quién estoy.

Sus labios tiemblan mientras me observa y cuando empieza a llorar me hace sentir que tal vez fui demasiado dura. Se abraza hacia misma mientras solloza y yo la sigo observando.

—Él dijo una vez...me dijo que iba a intentar cambiar y después...después me entere que se había acostado contigo —solloza—. Iba a cambiar por mí, pero te vio y cayo por ti... ¿Soy muy poco para él? Mírate... ¿cómo se supone que compita contigo? Eres bonita, alta, delgada y con una personalidad que le atrajo y yo...yo solo soy bonita, porque soy una mierda de persona.

No sé qué decirle, pero suelto un suspiro y me siento a su lado.

—No se trata de una competencia entre tú y yo o las chicas con las que salió, se trata de química o no sé, pero si las cosas con Max no funcionaron, tal vez otra persona sea para ti y cuando lo conozcas vas a entender porque las cosas con él no funcionaron.

Ella sonríe, se pone de pie y me abraza, le regreso el abrazo. Cuando nos separamos ella suspira.

—Te tengo un poco de envidia —susurra—, pero lo voy a superar.

Me aprieta el brazo y luego se aleja, me quedo en la cocina sin saber qué hacer. Tomo una respiración profunda y me retiro a mi habitación.

⟡⟡⟡

Ha terminado la clase, guardo rápidamente mis cosas y cuando tengo intenciones de atravesar la puerta, me detengo porque escucho a la profesora hablarle a Maxime y aunque intento escuchar, la profesora habla de manera baja con él y decido dejar de estorbar en la entrada y me apoyo en la pared cercana.

Irresistible AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora