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Maxime.

Tengo novia.

Ya no soy un hombre soltero y me encantaría gritar a los cuatro vientos que por fin tengo novia.

Mierda, se siente raro decir que estoy de novio con mi italiana, porque yo jamás he tenido novia.

Giada ríe por algo que ve en su celular y yo la contemplo como el idiota que soy, una ligera línea aparece en su frente cada que ríe y sus mejillas se ponen aún más rojiza, porque hace rato hemos tenido un momento que involucraba mis labios por todo su cuerpo y muchos gemidos por parte de ambos.

— ¿Todo bien? —Le pregunto mientras acaricio su espalda desnuda.

Ella asiente mientras bloquea su celular y me observa por encima de su hombro.

—Estaba viendo un video de un gatito —murmura—, de que pequeña le daba de comer a los gatos de la calle, mi madre siempre se enojaba, pero creo que le gustaban.

— ¿En serio? ¿Qué más?

—Solo eso...nunca tuvieron nombre porque no quería encariñarme de ellos.

Me inclino hacia ella y le doy un suave beso que la hace suspirar.

—A veces eres muy romántico.

Estoy por responderle, pero unos golpes en su puerta nos sobresaltan y ambos nos miramos cuando escuchamos la voz de Melissa.

—Giada...las chicas y yo iremos a la fiesta de los de primero —dice desde el otro lado de la puerta—, va a ir el chico ese moreno que te gusta.

—No creo ir...me siento un poco mal...mejor me quedo en casa —responde.

—¿Segura? Puedes tomarte un ibuprofeno y acompañarnos.

—Estoy bien.

—Bueno...nos vemos al rato —canturrea.

Ambos nos miramos mientras escuchamos a Melissa retirarse y arqueo una ceja en dirección a mi novia.

—Entonces...te gusta ese misterioso moreno.

Ella sonríe y me señala con su dedo.

—Me gustas tú.

Giada se pone de pie antes de buscar algo en el piso y la veo tomar su sudadera, se la coloca y me sonríe.

—Hay que darnos un baño.

—Tengo hambre —le digo.

—Cuando se vayan podemos ir a la cocina y preparar ramen picante.

—No quiero que me sigas escondiendo—murmuro—, sé que lo haces principalmente por Melissa, pero tarde o temprano nos verá juntos.

—Eso lo sé, pero no quiero que nos vea ahora...aún es muy temprano.

—Bien.

Ella me observa mientras se sube encima de mí y acuna mis mejillas.

—Le diré que estoy formalmente contigo, ¿sí? —Susurra—, solo que no quiero hacerla sentir mal.

—De acuerdo —respondo.

Ambos nos miramos y me sonríe haciendo que su mirada luzca más brillante.

—Vamos a darnos un baño.

⟡⟡⟡

Nos han cambiado el día del partido, se supone que primero sería el de mi novia y días después el mío, pero ahora nos toca jugar el mismo día, si ya estaba estresado por todo, ahora estoy peor y ahora mismo detesto haber metido mis prácticas profesionales, porque todo se ha estado volviendo un caos en la empresa, ni qué decir del clima que es una mierda.

Irresistible AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora