─¿Qué paso? ─le preguntó Mila cuando ella entró a la cocina─. Los regaños de Luke se escucharon hasta aquí.
─Luke se molestó conmigo porque Annabeth tuvo una crisis por mi culpa.
─Por tu culpa, pues, ¿qué hiciste niña? ─le preguntó Carlota.
─Yo ─bajo la mirada apenada─... yo hablé sobre cosas que no debía, le pregunte sobre su mamá.
─Ahora entiendo ─comentó Mila rodando los ojos─. Mira Lizeth ─dijo guiándola hasta una silla─, si no quieres meterte en problemas y provocar otra de esa crisis jamás menciones a la señora Atenea frente a Annabeth, ella se pone muy mal como lo pudiste ver... a y tampoco se te ocurra mencionar sus años en el psiquiátrico o al papá de Perla.
─Yo no sabía que le afectan tanto esos temas ─dijo disculpándose.
─Pues ahora ya lo sabes ─le dijo Carlota con un ligero tono represivo─, ahora esperemos que su crisis no sea muy fuerte.
─Sí, no queremos que pase lo de la última vez.
─¿Qué paso la última vez? ─le preguntó a Mila, pues quería saber sobre qué no debía hablar.
Mila miró dudosa hacia Carlota y después hacia ella, parecía indecisa sobre hablar o no.
─Cuéntaselo de todas formas se va a enterar ─dijo Carlota.
─Bueno te lo diré, pero tienes que ser discreta con esto ─Lizeth asintió y Mila miro nerviosa hacia la puerta─. Hace casi dos años la señorita Annabeth tuvo una de sus peores crisis y no sabemos cómo, pero ella se escapó de la finca.
─¡Se escapó! ─repitió Lizeth recordando lo que le había dicho Annabeth sobre irse con Perla.
─Sí, nosotras no estábamos ese día, pero cuando regresamos el señor Frederick estaba furioso con Luke y los de seguridad, Luke se salvó gracias a la señora Beatriz y fue horrible, pasaron varios días antes de que la encontraran... y cuando regreso estaba aún peor, ella no hablaba y estaba como ida, pero lo peor paso después.
─¿Qué paso?
─Pues un par de semanas después descubrieron que la señorita Annabeth estaba embarazada.
─Entonces cuando ella se perdió...
─Sí ─la interrumpió Mila con algo de pena─. Al parecer mientras estuvo perdida algún desgraciado se aprovechó de su estado y bueno ya te imaginaras lo que paso.
─Eso debió haber sido horrible para ella ─expreso cubriendo su boca con sus manos─, pero acaso cuando la encontraron no la reviso algún médico o algo así.
─Pues supongo que sí, pero la verdad no lo sé y cuando la señora Beatriz y el joven Percy la trajeron ella ya estaba totalmente perdida.
─¿Quién es el joven Percy? ─preguntó curiosa, pues en toda esa semana jamás había escuchado nombrar ese nombre.
─El joven Percy ─dijo Mila suspirando─, él es el hijo de la señora Sally la que era la mejor amiga de la señora Atenea y como comprenderás, ellos también se unieron en la búsqueda cuando se enteraron de la desaparición de Annabeth.
─Vaya en esta casa hay muchos secretos y sobre todo pasan muchas cosas extrañas.
─Sí, tal vez aquí todos compartimos un poco de la locura de Annabeth.