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POV BIN

—Será expulsado por su conducta— dijo el rector de mi escuela.

—Me vale— respondí yo, además sabía que ya nada se podía hacer.

Papá me sacó a rastras de allí, en el auto pude notar lo enojado que se encontraba, no me sorprendía, de hecho, ese era el estado normal de mi padre desde hace muchos años, pero se acentuaba mucho más con el alcohol y claramente estaba ebrio.

Sua se posó en mi mente, era la única persona a la cual yo no quería lastimar y mi padre siempre desquitaba con ella sus rabias, por eso tenía miedo, no quería llegar a casa y que ella fuera testigo de cómo mi padre acababa conmigo, así como en otras ocasiones, no quería que ella tratara de defenderme y terminara siendo golpeada también.

—Papá— Dije teniendo cuidado con mi tono de voz y mis palabras.

—¿Y te atreves a hablarme? — Dijo enojado.

—¿Q-que vas a hacer? — pregunté, sentí como me temblaba el cuerpo, no recibí respuesta en cambio sentí como su puño se estampaba en mi pómulo, dolió como un demonio y la cabeza me dio vueltas sentí literalmente a mi cerebro retumbar dentro de mi cráneo, lo miré con los ojos nublados por las lágrimas entonces solo pude identificar que su puño venia directo a mi nariz no pude esquivarlo, el mareo aumento y de pronto todo se puso oscuro.

—Despierta maldita sea— algo me sacudía, empecé a sentirme más consciente —Que despiertes ya, marica— logre abrir mis ojos, me sentía pesado, desorientado y mi cabeza dolía intensamente lo ví abrir la puerta del auto me quito el cinturón de mala gana y me arrastro del brazo, caí al suelo por lo mareado, me tomo por el cabello y me arrastro, pude ponerme de pie aun siendo arrastrado, al entrar a casa me arrojo al suelo.

—¿Papá? —esa era Sua, mi hermana estaba llorando, la sentí llegar a mi lado —¿Binnie? ¿Qué le hiciste?

—No te metas mocosa estúpida—lo escuche decir, trate de hablar, pero estaba muy confundido, mi lengua parecía no obedecer a mis ordenes, no salían palabras de mi boca.

"Sua no te metas por favor" fue todo lo que pude pensar, no quería que el la lastimara más, de pronto un nuevo golpe se atesto en mis costillas, pude reconocer la punta del zapato de papá, creo que mi cuerpo ya lo tenía grabado, empecé a sentir que me faltaba el aire no quería dejar sola a Sua ¿Que sería de ella sin mí? mi padre la tomaría a ella como saco de boxeo, no podía permitir eso, ¿Qué demonios estaba pensando cuando decidí hacerlo enojar?

—Déjalo papá por favor— rogo ella, y empecé a sentir su voz cada vez más lejos —Binnie, no cierres los ojos por favor, no me dejes.

Si algo me rompía el corazón era escucharla a ella angustiada, Sua era mi todo, y yo lo había echado a perder por un polvo, bueno, no era solo un polvo, pero justo en ese momento ya daba igual, mi padre estaba acabando con mi vida y la dejaría sola.

—Binnie, no te rindas— ese era ¿Sanha? pude abrir un poco mis ojos y entonces me había trasladado, me encontraba en la sala de su casa, pero, el piano aún se encontraba allí, ese donde pasábamos tardes practicando ¿Qué hacía ahí? — Vamos bonito solo aguanta un poco ¿Sí? — él estaba llorando —Por favor ya déjelo, señor Moon, lo va a matar, déjelo.

—A ver si así se te quita lo marica— grito mi padre, un nuevo golpe se sintió en mi estómago.

—Binnie, aguanta solo un poco, ya llamé la policía, ya vienen para acá— los golpes se detuvieron, parece que papá le teme a la policía y salió de la casa de Sanha y él se acercó a mí y me arrulló.

—De... De verdad lla-maste a la policía— tosí, mi boca sabia a sangre.

—No amor, aun siendo un salvaje tu padre, no puedo tomar esa decisión, no sin consultarlo contigo primero.

El sonido de tu vozDonde viven las historias. Descúbrelo ahora