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La noche fue larga para Jennie, se quedó despierta mientras pensaba en todo lo que había pasado, realmente nunca se perdonaría haber sido una mala persona con el pelinegro, y todo lo que estaba pasando con Bin también le pesaba, es que aun sintiendose enojada por el engaño a Eunwoo no podia dejar de lado que el rubio era también su amigo y que estaba pasando por una situaccion muy complicada, se debatia entre la vida y la muerte, los medicos informaron que mientras el corazón de Bin no se estabilizara había un gran riesgo de perderlo.

En medio de la noche los medicos fueron notificados acerca del estado de Moon Bin, estaba teniendo un paro cardiaco, su corazón parecía no soportar, luego de que fue estabilizado Sua se quedó con el en la habitacion, estaba conectado a varios aparatos, el sonido de la mascarilla de oxigeno sonaba demasiado alto, habia frio en la habitacion y Sua solo podía observar a su hermano allí en una cama sin poderse mover ni hablar.

—Binnie, despierta por favor, no me dejes sola, no se que voy a hacer sin ti— dijo ella aferrandose a la mano de su hermano —Se porque lo hiciste, pero ya está Binnie, papá irá a la cárcel en cuanto salga de aquí, ya somos libres, por favor ya despierta, hay cosas que debemos enmendar, tienes que hablar con Eunwoo, se que lo amas, pero el se siente engañado, Binnie, este puede ser un nuevo comienzo para nosotros.

Las pulsaciones de Bin aumentaron y fue notorio en el monitor, la enfermeras acudieron a revisar nuevamente el estado del muchacho, pero parecia haber sido solo un pequeño episodio.

Sua le hizo saber a Jennie que había sucedido, se acercó a la habitación de Eunwoo para saber como estaba, el pelinegro estaba profundamente dormido y Jennie estaba sentada al lado de la camilla tomandolo de una mano y observandolo, Sua no quiso hacer mucho ruido para no despertarlo, solo le dijo a Jennie que habia pasado y pidió noticias acerca de su amigo y volvio a la habitación de su hermano.

Finalmente a altas horas de la madrugada Jennie se quedo dormida, sentada al lado de la camilla y con su cabeza recostada sobre la misma sin soltar la mano del chico, al dia siguiente, el fue el primero en despertar, la vio ahi recostada a su lado en una posicion que parecia ser incomoda, sin embargo, ella se veia tranquila, el sonrio al verla y sentirse acompañado, le acaricio la cabeza con cuidado de no despertarla, en ese momento su madre ingresó a la habitación y él le hizo señas de no hacer ruido.

—Le traje algo de comer— dijo la mujer.

—Esta bien mamá, dejalo ahi— dijo el señalando la mesita al lado de la camilla.

—Tu doctor ya firmo tu alta— informó la madre.

—Que bueno, mamá, solo me quedare mientras Bin recupera la consciencia, luego de eso me iré.

—¿A qué te refieres con irte?— preguntó la azabache saliendo de su sueño.

—Buenos días Nini ¿No te duele el cuello? Dormiste en una posición incomoda.

—Estoy perfecta ¿Cómo te sientes hoy?

—Fisicamente, bien— la chica lo miro con tristeza, ella sabía que reparar un corazón no era fácil, había pasado ya por el engaño y aunque nadie lo noto ella sufrió por aquella ruptura.

—¿A qué te refieres con irte?— preguntó de nuevo ella.

—Bueno, veras, ayer mientras pasaban tantas cosas escuché a mis padres hablar, justo antes de colapsar, logré escuchar que a papá le ofrecieron un puesto en un hospital de Busan— dijo el pelinegro viendo a su mamá.

—¿Lo escuchaste?— el chico asintió.

—Tambien escuché que se lo estaba pensando, que no quería sacarme de aquí justo cuando estaba mostrando avances y se lo agradezco, el pensar en mi. Pero mamá, necesito salir de aquí y alejarme de todo, dile a papá que acepte ese puesto y vayamos a Busan, el año escolar casi termina puedo hacerlo allá y luego entraré a la universidad.

El sonido de tu vozDonde viven las historias. Descúbrelo ahora