14. LICÁNTROPO.

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Miguel:

Después de salir del Penthouse me sentí raro, creo que no debí dejar que ella me tomara de la mano, pero puede que esté mal interpretando la situación, la chica es una médico. Una muy especial, su inteligencia y el cómo mantiene la mente fría en algunas situaciones son admirables. Su tranquilidad es lo opuesto a mi carácter.

- Es muy peculiar.

Me seguía columpiando entre los edificios, no podia evitar pensar en cómo no huyó por mi descontrol, cualquiera se hubiera largado y no hubiera vuelto, no sé si catalogar a esa mujer cómo una doble de riesgo o porque tal vez no tenía alternativa.

- Ya casi estamos cerca- indica Lyla apareciendo del Gizmo, señalando la ubicación de los disturbios - Por cierto... ¿Qué fue eso del Penthouse?

-¿En serio me vas a hacer esa pregunta ahora?- Exclamo balanceandome entre los edificios de la ciudad.

- No es por ser chismosa pero... hubo un momento de tensión entre ustedes dos, además Miguel, te preocupaste por un simple sangrado nasal. Eso no es común viniendo de tí.- responde la chica de pelo corto mostrando su típica sonrisa.

- Sólo es una mujer la cual estoy custodiando, así que no te hagas ideas erróneas, además que haya tenido un sangrado nasal junto con un mareo es raro.- respondo escalando uno de los edificios para tener mejor visión del enemigo.

- Cómo tú digas miguel.- Lyla termina encogiéndose de hombros y desaparece del gizmo.

Suspiro pensando en la situación, puede que Lyla a veces sea un poco bromista pero tambien noto que se preocupa por mi, ella sabe más que nadie que hace mucho tiempo decidí alejarme de esas sensaciones y darle prioridad a mi labor de spider-man, no quiero que esas distracciones sean un obstáculo para mis deberes ya pasé por esa situación y de verdad no quiero pasar por eso de nuevo. Por lo menos no ha ocurrido una anomalía multiversal. Una molestia menos pero igualmente debería ir a la sociedad arácnida para leer los reportes de los demás spider-man.

Gracias a las múltiples vigilancias de Lyla no se ha roto ningún evento canónico y el equipo ha estado muy activo últimamente. Por lo menos se qué puedo confiar en Jess y en... Parker...

- se escuchan muchos gritos...

Maldición.

Mejor me apresuro, hay mucha gente en pánico y a lo lejos puedo ver qué el enemigo es como un hombre lobo deforme.

Lanzo una de mis telarañas para moverme más rápido, el lugar es una vía pública muy concurrida llena de restaurantes y una estación de metro, la gente estaba gritando y corriendo.

- ¡Mami!

Al otro lado de la calle se encontraba su madre gritando y forzejeando con los policías que le impedían acercarse.

- ¡Owen!¡Por favor déjenme pasar!¡Es mi hijo!

El niño con lágrimas en sus ojos gritaba por su madre, la escena era escalofriante. El hombre lobo veía fijamente al niño como un bocadillo mientras soltaba saliva, el menor temblaba de miedo y sus lágrimas seguían en aumento. La bestia se acercaba con cautela, el niño dominado por el pánico comenzó a correr, dando luz verde para la bestia quien lo estaba siguiendo para comercelo vivo.

No te dejaré hacerlo...

Con rapidez, suelto una de mis telarañas dirigiendola hacia el infante para traerlo a mis brazos, el licántropo apenas le había rozado el suéter. El niño no paraba de llorar ya estábamos a varios metros del enemigo, ubicados en la línea de evacuación creada por los policías.

Mereces Ser Felíz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora