17. CONFUSIÓN.

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Miranda:

Siento el pulso cardíaco acelerado y las mejillas me están ardiendo. No quiero retroceder, porque si lo hago estaría rozando con algo... Delicado.

- Hubieras bajado la mascarita en primer lugar...- le menciono, tratando de no retroceder.

Controlarte mujer... Puede que él te haya despertado el líbido pero no eres presa fácil.

- Te habías alejado... - responde el mayor bajando la mascarita.

- ¿Que te impedía decírmelo?- le cuestiono sintiendo la tela de la mascarita en mi rostro, aún tenía el pulso acelerado, debía respirar profundo para controlar la aceleración cardíaca.

- Para la próxima te lo diré- responde alejándose.

Podía escuchar sus pasos lentos y pesados a causa de su malestar, pasaron unos segundos hasta que escuché el sonido asqueroso que se hace cuando se regurgita, minutos después el sonido del WC.

- Ya entiendo porqué estabas apresurado con el tema del suero- menciono buscando la orilla de la tina para sentarme, gracias a dios estaba cerca.

Todo seguía oscuro para mí, apenas escuchaba sus pasos y el sonido del agua del lavamanos caer, de seguro se está enjuagando la boca. Minutos después siento el calor del arácnido a mi lado.

- Aún sigo mal - resopla - odio sentirme así.

- Ya voy a atacar esa parte para que te sientas mejor y puedas hacer lo que quieras - le menciono alzando la mirada para darle una sonrisa, pero me termino sonrojando cuando mueve mi rostro en la dirección correcta - esto es de humor negro...

- Si lo veo de esa manera... Si tiene su humor - lo escucho con un tono... ¿Bromista?

- ¿Siempre eres serio?- le cuestiono alejando su mano de mi rostro. Hubieron segundos de silencio, eso me dió la conclusión de que no quería hablar de eso - Tranquilo... Creo que no es necesario que respondas - menciono dándole una pequeña palmadita en su brazo cosa que el mayor evitó ya que me detuvo.

- ¿Podrías preparar el fármaco?

Tras escuchar la interrogante del mayor, me levanto de la orilla de la tina para caminar hacia las cosas, aunque mis ojos ven oscuridad recuerdo donde esta todo... Más o menos.

- Me voy a quitar la mascarita, espero que te cubras porque si no lo estás no me va a importar saber quién eres- le menciono en tono autoritario.

La verdad me da curiosidad saber quién es...

Esperé por unos segundos, hasta que escuché la palabra "listo", ya con tener esa luz verde me puse manos a la obra. Me quité la mascarita para luego acceder a mi reloj que poseía los datos de los síntomas del grandote, para ser más precavida y no excederme en la dosis que voy a utilizar para el fármaco, le pregunté su estado actual, me dió una buena respuesta ya que los síntomas se habían reducido pero igual tenía que ser cuidadosa por si volvían.

- Ya falta poco- le digo agitando la ampolla - sólo te diré que está inyección te dará sueño... Aunque... Si lo pienso, te sentará bien una siesta y así puede que la regeneración sea más rápida- finalizo dejando la ampolla en el maletín para buscar el inyector automático.

Mereces Ser Felíz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora