Cuando sintió el roce de la tela contra su cuerpo, Nobara se revolvió entre las sábanas y abrió los ojos, percatándose de que ya no se encontraba en la pizzería elegida por Yuuji, sino en la que era su habitación dentro de la escuela. Megumi aguardaba a que despertara en una silla al lado de la cama y, apenas la notó lúcida, se incorporó.
—Siento haberte besado. Me di cuenta de que fui tu primer beso —fue lo primero que ella le comentó, mientras frotaba sus labios con el pulgar.
—No importa —él le contestó manteniendo su usual tono seco y cortante.
Nobara suspiró, con la cabeza aún en la almohada, volviendo a sentir esa repetitiva punzada en el pecho que relacionaba con la arritmia cardíaca.
—Veo que no te significa nada —le dijo con un quiebre en la voz—. ¿Sabes? Hay quienes creen que un primer beso es especial.
La voz de Yuuji los llamó desde afuera, interrumpiendo junto a unos golpes a la puerta, pidiéndoles entrar.
—¡Kugisaki! —Se aproximó a Nobara—. ¿Cómo estás, Kugisaki?
Nobara estiró la mano y la colocó sobre la de su amigo. Megumi creyó verla acariciar a Yuuji como solía hacerlo con él y lo invadió una desagradable sensación de vacío, como si hubiese perdido algo que solía tener, pero no lograba identificar el porqué.
—Bien, ahora que estás aquí —la chica dijo deslizando la mirada hacia Yuuji—. Ya no sufras por mí, bobo. Ven.
Demandante como la recordaba, Nobara estiró los brazos. Yuuji la imitó, pero antes de unirse con ella, dudó.
—Estás convaleciente. ¿Un abrazo no te lastimará?
—Déjate de tonterías, Yuuji, abrázame.
Yuuji terminó obedeciendo y ambos se fundieron en un abrazo, no diferente a los que ya habían tenido antes. Sin embargo, Megumi, todavía presente, se pensó inexistente en aquel lugar, pese a serle tan doloroso y real.
—Iré a mi recámara —dijo y, sin esperar a que sus amigos se despidieran, se retiró.
Los oyó reírse juntos desde el pasillo y esa sensación intrusa, expandió dominio en él como una maldición. Siempre habían sido Yuuji y Nobara, compartiendo juegos y bromas infantiles, entendiéndose el uno al otro. Incluso, ahora que Yuko había salido de la ecuación, ambos podrían dejar que aflorasen sus verdaderos sentimientos. Megumi sabía que sería de esa forma desde el primer día: Yuuji era un chico noble y divertido que, además, congeniaba con ella. Él, en cambio, a los ojos de Nobara seguramente no era más que un aburrido con el que había sido obligada a hacer equipo y al que buscaba cuando Yuuji no estaba disponible.
Qué tontería. Definitivamente, involucrarse en relaciones afectivas no era para él. ¿Cómo se le ocurría si quiera fingirlo? Aunque lo negase, era un Zenin, parte de una familia que veía las uniones entre personas como medios para extender el clan y obtener poder con más usuarios de sus técnicas malditas. No le estaba permitido sentir por alguien algo más allá del afecto. Nobara ni siquiera le gustaba de esa manera, solo era una amiga y compañera que probablemente le agradaba tanto como Yuuji y debía mantenerse así.
—Megumi —Maki, pasando con Panda y Toge, lo nombró cuando él se decidió a salir de su habitación para regresar a la de Nobara—. ¿La estás buscando? Salió con Yuuji hace un rato.
Megumi sintió otro fuerte estrujón en el pecho. Lo que Panda le dijo después solo lo agravó.
—Mejor no te quedes esperándolos, parece que van a demorar. Yuuji mencionó que irían a ver una película... ¿La lombriz humana 4...? No sé, pero es de ese tipo de películas que dan miedo y las parejas usan como excusa para abrazarse y acurrucarse. A pesar de no verse como Jennifer Lawrence, Nobara tiene chance.
—¿Pero qué dices, Panda? —Maki inquirió apretando los dientes—. Te recuerdo que hablas de mi amiga.
La expresión neutral de Megumi cambió, como si hubiera recibido un ataque maldito sorpresa, por la espalda.
—¿Mo... mostaza? —Toge, al notarlo, le preguntó—. Atún con mayonesa. Huevas de salmón.
—Estoy cansado, los veo al rato.
—¿Le digo que la buscabas, Megumi?
Megumi no le respondió. Maki, al momento, lo olvidó. Después de todo, ¿por qué Megumi buscaría a Nobara?
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Juego absurdo┊FushiKugi
FanfictionKugisaki no podía permitir que Itadori tuviera una pareja antes que ella, por lo idea un juego absurdo para el que involucra a Fushiguro, sin pensar en las consecuencias.