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*Elaya*

El médico pasó a la hora para hablarnos de aurora.

Indicando que tanto ella como la niña estaban bien pero que necesitaba estar varios días de reposo absoluto por el golpe.

Al oír eso todos suspiramos más tranquilos y el nos indicó que podíamos pasar a verla.

Los cinco entramos a la habitación de aurora y su madre fue la primera en abrazarla.

-Cariño como ha pasado?-Le preguntó belén.

-Me resbalé al coger el teléfono-dijo ella y suspiró cerrando los ojos-menos mal que no ha pasado nada y que la niña está bien-aun tenía el susto en el cuerpo.

-Mucho reposo ahora-dijo ahora su hermano acercándose a ella serio y ella asintió, si antes todos estaban encima de ella ahora mucho más.

Después su padre también la abrazó y yo le seguí repitiendo el gesto.

-Gracias por venir-me susurró y yo besé su barriguita.

-No podía permitir que nada le pasara a mi sobrina-dije sonriendo y ella también sonrió, al igual que todos.

-Pedri, muchas gracias a ti también por traerme, si no llega a ser por ti no se que hubiera pasado-dijo y mi primo, tímido se acercó a ella.

-No dudes en llamarme nunca-le dijo suave antes de abrazarla y dejar un beso en su barriguita, ella sonrió.

Por un momento vi como se miraban ambos, e intenté ocultar una sonrisa.

Por qué no me había dado cuenta antes de como se sentía pedri? Lo conocía como la palma de mi mano.

Fue una enfermera la que entró después a sacarle sangre a Aurora y hacerle algunas preguntar rutinarias.

Pero más que pendiente de aurora, lo estaba de Pablo, no hacía más que sonreírle o soltar alguna gracias para captar su atención.

-Bueno, pues ya lo tenemos todo-dijo despidiéndose de nosotros, pero justo se giró-bueno, a menos que te apetezca quedar algún dia-le dijo fresca a pablo y yo abrí los ojos al escuchar eso.

Un sentimiento de insegurar me llenó, yo lo había dejado, y aunque me jodiera, el ahora estaba soltero y podía quedar con ella si le apetecía.

Pero una vez más el me demostró que está conmigo hasta el final, porque se giró hacia ella y frunció el ceño.

-Creo que te estas equivocando, porque yo tengo novia y estoy muy enamorado de ella-le dijo pablo y la chica carraspeo la garganta incómoda.

-Perdona, no quería incomodarte, todo olvidado-le dijo antes de salir por la puerta.

Solté un suspiro y todos dirigieron sus miradas a mi, pero nadie dijo nada más.

Pablo me quería, y yo de eso no tenía la menor duda, solo necesitaba sanar.

Nadie pudo quedarse acompañando a aurora esa noche, asique todos volvimos a casa poco después, ya que no nos permitieron quedarnos más rato.

Al día siguiente me desperté temprano, fui a comprar chocolate y después cogí el coche hasta el hospital para ir a verla.

-Se puede?-pregunté abriendo la puerta y aurora asintió-te traigo chocolate-dije sacándolo del bolso y ella sonrió.

-Como me conoces cuñada-dijo sonriendo y yo reí mientras se lo daba-que tal la noche?-pregunté.

-Bueno, he podido dormir la mayor parte de ella asique bien-dijo-mi hermano y pedri vendrán después de entrenamiento a por mi para llevarme a casa, ya tengo el alta-me dijo y yo sonreí.

-No sabes lo que me alegro de que mi niña esté bien-dije mordiendo mi labio mientras acariciaba su tripa y ella sonrió.

-Ya sé como le voy a poner-dijo y yo fruncí el ceño, al final a pedri no le había dado tiempo a decirle su nombre.

-Como?-pregunté y ella sonrió sonrojandose.

-Ayelén-dijo y yo ensanché mi sonrisa-significa mujer feliz-dijo orgullosa, y yo reí, mi primo no había perdido el tiempo.

-Qué bonito-le dije y ella asentió-pues estoy deseando conocerte, Ayelén-dije acercándome a su barriguita y ella rió pero siguió mi broma hablándole a su barriga.

-La tita elaya es la persona más especial que vas a conocer-le susurro haciéndome sonreír.

                                *******

-Hola, se puede?-dijo pablo entrando en la habitación y yo me levanté de la cama de su hermana.

-Hola cabezón-le dijo su hermana mientras el dejaba un beso en su tripita.

-Hola-dije y el sonrió mirándome.

-Hola-dijo-como estas?-me preguntó.

-Mejor-le dije intentando sonreír.-y tu?-le pregunté.

-Bien- dijo con la boca pequeña-tienes que firmar algo o podemos irnos ya?-le preguntó a su hermana.

-No, podemos irnos, y pedri?-preguntó.

-Abajo con El coche en la puerta-dijo cogiendo la silla de ruedas para aurora.

-Pablo, reposo absoluto pero andar puedo-dijo su hermana.

-Reposo absoluto-le dijo su hermano serio sentandola en la silla mientras ella rodaba los ojos y yo reía.

-Tiene razón aurora-le dije y ella suspiró asintiendo.

Cuando llegamos a casa entre los dos llevaron a aurora a su habitación y justo cuando estaba sola en el pasillo, saltaron los plomillos, las persianas estaban bajadas y la casa se quedó a oscuras.

Sentí miedo, la oscuridad nunca me había gustado y después de los sucedido mucho menos.

Sentí a alguien bajar las escaleras con la linterna encendida.

-voy a subir los plomillos-me dijo pablo y yo andé hasta el.

-No me dejes aquí sola-le pedí y él entrelazó nuestras manos, como yo había hecho la tarde de antes.

-Sabes que nunca más voy a dejarte sola-me dijo apretando nuestras manos, dándome seguridad y andó conmigo hasta el sótano para llegar al cuadro de luces.

Eso fue lo más cerca que estuvimos ese día el uno del otro...

(CONTINUARÁ...)

YO TE QUIERO-(PABLO GAVI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora