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*Pedri*

-Deja de reírte de mi y ayúdame!-me dijo aurora intentado no reírse también, pero era imposible.

-Toma, anda-dije agachandome para cogerle las llaves de su casa, su barriga impedía que ella pudiera cogerlas.

-Gracias-me dijo sonriendo y abrió la puerta ofreciéndome pasar.

-No hay nadie en casa?-pregunté y ella se encogió de hombros.

-Mamá?-gritó pero nadie contestó-pablo tenía hoy una sesión de noseque y mi padre creo que estará en el padel-dijo soltando las llaves en la entrada-Quieres algo de beber?-preguntó y yo negué, por lo que nos sentamos en el sofá.

-Tampoco puedo tardar mucho en irme, ela esta sola y no quiero dejarla sola mucho tiempo-le dije y ella asintió.

-Si, no me puedo imaginar como debe sentirse-dijo y yo asentí-se sabe algo ya?-me preguntó.

-Adrián dice que está esperando la orden del juez para poder mirar las cámaras de varias casas de alrededor, pero aún no han dado noticias-dije y ella asintió-espero que den con ese hijo de puta pronto, solo de pensarlo me hierve la sangre-dije suspirando y ella tocó mi brazo.

-Tranquilo, van a dar con él-dijo acariciando mi brazo y yo solo pude mirarla atontado como un tonto mientras asentía-gracias por llevarme al centro, mis padres no quieren que coja el coche y si hubiese tenido que coger el bus me agobio-dijo y yo sonreí.

-Denada, sabes que puedes llamarme siempre que necesites-le dije y ella sonrió, yo también, y por un instante ninguno dijo nada.

-De verdad que no quieres tomar nada?-insistió y yo negué levantándome.

-Tengo que irme ya aurora-le dije y ella también se levantó.

-Ya?-dijo y a mi me salió una sonrisa inconscientemente.

-Te gusta pasar tiempo conmigo eh-dije vacilandole y ella sonrío rodando los ojos.

-Si, dices tantas tonterías que no paro de reir-dijo y yo reí mientras ambos andábamos hasta la puerta.

-Bueno pues...mañana nos vemos?-pregunté y ella dudó por un segundo, pero luego sonrió en mi dirección asintiendo.

-Hasta mañana-me dijo acercándose y dejándome dos besos de regalo.

-Hasta mañana-le dije obligándome a salir de su casa.

Cuando llegué a mi casa ela estaba con su ordenador en el salón, dejé un beso en su cabeza sonriendo y me senté a su lado en el sofá.

-Como estas?- Le pregunté y ella miró en mi dirección.

-Tan contenta como tú seguro que no-dijo sonriendo-de donde vienes?-me preguntó curiosa.

-Eso es información confidencial, rubia-le dije y ella me miró.

-Venga ya, no vas a decirle de donde vienes a tu prima favorita?-me dijo y yo recordé que esa fue la misma frase que usé yo cuando ella empezaba a tontear con gavi y pasó lo del desayuno, asique decidí pagarle con la misma moneda.

-Mi prima favorita es aroa-le dije y ella me dio una colleja riendo.

-No me copies pepi-dijo y yo sonreí, se le veía mucho más tranquila.

-Que tal con Andrea?-Le pregunté y ella sonrío.

-Muy bien, solo que tiene que ser poco a poco-dijo y yo asentí-y los chicos? Ya nunca vienen a casa-preguntó.

-No quiero incomodarte, al principio puse excusas de que tenias que estudiar y no quería ruidos en casa, pero desde que gavi se enteró es él el encargado de hacer los planes en su casa para que ninguno sospeche-dije y ella asintió-tu quieres que vengan?-pregunté y ella negó.

-No por el momento-dijo y yo asentí-si todo va bien más pronto que tard...-mi móvil comenzó a sonar.

Aurora me estaba llamando.

-Dime-dije y escuché un sollozo desde el otro lado.

-Pedri, me he caído por las escaleras y estoy sangrando mucho, aun no hay nadie en casa y nadie me coge el teléfono y...-la corté.

-Voy para ya, no te muevas-dije levantándome y colgando el teléfono nervioso.

-A donde vas?-me preguntó elaya.

-Aurora se ha caído por las escaleras y está sangrando, me voy-dije buscando las llaves del coche y ella se levantó rápidamente.

-¿Qué?-dijo levantándose y poniéndose los zapatos-voy contigo-dijo y yo asentí.

Sin perder mucho más tiempo ambos nos dirigimos a casa de los Páez.

Al llegar elaya cogió la llave que ellos tienen escondida en el jardín y abrió la puerta.

Aurora estaba sentada al final de las escaleras llorando y con toda su entrepierna llena de sangre.

Corrí hasta ella.

-Pedri, estoy sangrando mucho, mi niña pedri!Mi niña!-gritó desesperada mientras yo la cogía en brazos.

-Voy a llevarte al hospital, tranquila, la niña va a estar bien-le dije mientras andaba con ella hasta el coche.

Elaya se subió atrás con ella, que no paraba de llorar y estaba muy nerviosa.

Cuando llegamos al hospital yo entré con aurora en mis brazos mientras elaya aparcaba El coche.

Rápidamente los médicos la tumbaron en una camilla y ella cogió mi mano.

-No me dejes sola-me pidió y yo negué agarrandola.

-No puede pasar-me dijo el doctor.

-No voy a moverme de aquí te lo prometo-le dije secando sus lágrimas para después dejar un beso en su cabeza antes de que se la llevaran.

Llamé a belén, que me cogió el teléfono a la primera y tras explicarle lo que pasaba dijo que tardaría nada en llegar con su marido.

Elaya estaba sentada conmigo en la sala de espera mientras yo tenía la cara tapada con mis manos y no podía dejar de mover mi pierna.

-Es aurora-me dijo y yo la miré frunciendo el ceño.

-Qué?-le dije confundido.

-Es aurora tu amor imposible-me dijo y yo la miré y después solo asentí desganado.

-No vayas a decírselo a nadie, porfavor-le dije y ella asintió besando mi hombro mientras me abrazaba.

-Ella va a estar bien, y la niña también-dijo y yo asentí tragando saliva.

-Ayelén-dije y ella me miró frunciendo el ceño-significa mujer feliz-dije.

-Así va a llamarse?-preguntó y yo me encogí de hombros.

-Aurora me dijo que si quería ayudarla a elegir el nombre debía darle uno original, y ese fue el que más me gustó, pero no me he acordado esta tarde de decirselo-dije y ella sonrió.

-Estoy segura que le encantará escucharlo-dijo y fuimos interrumpidos por los padres de aurora, que entraban en la sala preocupados por su hija..

*Elaya*

Gavi no tardó en llegar apresurado, se acercó a su madre y la abrazó.

-Se sabe algo?-preguntó y todos negamos, ya había pasado mucho rato.-gracias por traerla, tio-le dijo a pedri.

El asintió nervioso, intentaba ocultarlo pero no podía evitar que se notará lo preocupado que estaba.

Pablo se sentó en una silla poniendo las manos en su cabeza mientras miraba al suelo y agitaba sus piernas, y me armé de valor para hacer lo que me apetecía hacer.

Me acerqué a él y me senté a su lado entrelazando su mano con la mia, el me miró.

-Tranquilo, que tu hermana es muy fuerte y tu siempre dices que la peque va a salir a ti, y tu no te das por vencido con nada-dije y el sonrió triste-ellas van a estar bien-dije mirándole y el asintió con sus ojos cargados de lágrimas pero sin dejar escapar ninguna.

-Estoy seguro que si-dijo y yo asentí sin soltar su mano en ningún momento, aunque por dentro me sentía como un flan...

(CONTINUARÁ....)

YO TE QUIERO-(PABLO GAVI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora