YO TE QUIERO-(PABLO GAVI)

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*Elaya*

Los días pasaron muy rápido, pablo me estuvo mareando los primeros días de mis vacaciones viendo casas por todos lados, pero ninguna nos encajaba.

O eran muy grandes, o estaban muy alejadas, o simplemente no tenía nada que nos llamara la atención.

-Esta va a ser-dijo aparcando y yo rodé los ojos sonriendo, siempre decía lo mismo.

-Buenos días pareja-dijo Megan, la chica de la inmobiliaria y nosotros la saludamos para que ella nos guiara hasta una casa de esa misma calle.

La zona parecía tranquila y la entrada de la casa era sencilla pero bonita.

Nos abrió la puerta, y entramos dentro cogidos de la mano, había un pequeño recibidor y directamente entrabas al salón, ni pequeño ni grande, con una cocina abierta preciosa, en tonos marrones.

Tenía un ventanal que daba a un jardín modesto. Y nos enseñó la parte de arriba, con dos habitaciones, una de ellas con baño incorporado. Otro baño pequeño parecido al de la planta de abajo.

Pablo me miró buscando mi respuesta cuando megan nos miró y yo me encogí de hombros sonriendo.

-A mi me gusta-dije y el me miró.

-Entonces esta?-preguntó sonriendo y yo lo miré.

-A ti te gusta?-le pregunté y el echó una ojeada a la casa para después buscar mis ojos.

-Si-dijo y yo sonreí apretando su mano-Nos la quedamos, megan-le dijo y ella aplaudió contenta mientras sacaba los papeles del contrato de alquiler.

-Cuando podremos entrar a vivir?-pregunté.

-Mañana mismo, esta tarde llevaré los papeles a la inmobiliaria y mañana por la mañana os entrego la llave-dijo y yo asentí nerviosa.

-Entonces mañana nos vemos megan, muchas gracias por todo-dijo pablo y tras despedirnos, andamos hasta el coche.

Mientras Pablo conducía no paraba de sonreír.

-De qué sonríes tanto?-Le pregunté y el me miró mientras posaba una mano en mi pierna y la acariciaba.

-Estoy deseando estar ya instalado en nuestra casa-me dijo y buscó mi mano para cogerla con la suya y besarla.

Acaricié su nuca y sonreí embobada.

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-Cómo puedes tener tantas sudaderas?-le pregunté a Pablo mientras empacábamos sus cosas, con ayuda de aurora, pedri y sus padres.

-Y porque cuando se deja de poner alguna al tiempo se la tiro, sino tengo que salirme de casa-me dijo su madre y yo reí-y prepárate, porque es la persona que más ropa mancha en un solo día, hasta cuatro mudas distintas!-me dijo y yo abrí los ojos.

-Mamá me la vas a espantar-le dice Pablo haciéndonos a todos reir y yo me acerqué a él besando su mejilla.

-Ya tarde-le dije con cariño y el me sonrió devolviéndome el beso.

-Solo queda el armario de la esquina y las cosas del baño-dice aurora cerrando una caja más y pedri le coge la caja para que ella no coja peso.

-El baño está listo practicamente-dice Pablo-además, que si se me olvida algo pues vengo y lo cojo, que me mudo a 15 minutos-dijo.

-Ela y tus cosas?-dijo mi suegro.

-Cuando acabemos aquí ya vamos para mi casa-le dije y el asintió.

Belén me abrazó pillandome desprevenida.

-Ay dios mio, quien me iba a decir a mi que iba a dar mi pablo con una mujer tan maravillosa-dijo y yo sonreí, siempre tenía bonitas palabras para mí-lo próximo que es, la boda o el niño?-me preguntó sonriente.

-Vamos con calma, haber como se da la convivencia-digo y pablo me mira ofendido.

-pues estupendamente, como hasta ahora!-dijo y yo reí chinchándolo-lo próximo será la boda mamá, pero antes ella tiene que terminar su carrera-le dijo a su madre y mi pecho se encogió al oírle a él tan tranquilo.

-Tendrás que pedirme su mano-le dijo pedri para picarle y mi novio le miró pillín.

-Pedri, no me hagas reír hermano-dijo y aurora y yo reímos.

-Si porque yo no veo que tu me hayas pedido la de aurora a mi-le dijo mi suegro con una sonrisa pillina y pedri abrió los ojos sorprendido mientras aurora buscaba apoyo en mi.

Mi primo cada vez se ponía más rojo y carraspeó la garganta nervioso, pero después dijo algo que ninguno esperábamos.

-Tienes toda la razón pablo-dijo y aurora le dio un manotazo en el hombro roja como un tomate.

-Pedri!-dijo y el se encogió de hombros.

-Nos han pillado parece, o alguien se ha ido de la lengua-dijo mirándonos a gavi y a mi y ambos negamos.

-Nadie se ha ido de la lengua, pero una madre sabe esas cosas-le dijo su madre a aurora y ella sonrió timida- desde hace meses me doy cuenta de que os miráis como se miraban pablo y ela cuando venían a casa-dijo.

-No estás enfadada por no habértelo contado?-le preguntó aurora y su madre negó.

-No, eso sí, con calma los cuatro, estáis juntando demasiado la familia y yo me llevo muy bien con rosi y la abuela para que os peleeis-dijo y nosotros reímos.

-dame, que esa esta muy llena-me dijo pablo cogiéndome la caja de las manos y yo sonreí.

-Pues esto está ya listo-dijo pablo mirándome sonriente, como yo a él.

-Mañana iré por la mañana a ayudaros a desempacar en la casa y así me la enseñais-dijo aurora y yo asentí sonriendo, pero mi sonrisa se esfumó cuando ella cambió la cara totalmente.

-Pasa algo?-le pregunté y ella miró hacia abajo dándome cuenta que un líquido bajaba de sus piernas.

-Ai dios mío....-susurró aurora poniéndose algo pálida, por fin la pequeñaja iba a dejarnos verle la carita...

(CONTINUARÁ...)