La hermana de Lily Evans (Severus Snape x Cala Evans) *Harry Potter

Capítulo 1 Ojos penetrantes

Cala Evans estaba teniendo un tiempo en verdad complicado.

No pudo despedirse de sus amigos en Massachussets. Apenas había alcanzado a pedir un permiso extendido del trabajo - que recién había comenzado -, por una emergencia familiar, tomar lo necesario y moverse ella, y a su equipaje, rumbo a Londres.

Todo eso había sido poco comparado con lo que la recibió al llegar.

Nada.

No había nadie cuando llego al número 4 de Privet Drive.

La casa de dos plantas con un tono austero marrón claro y beige se encontraba cerrada, las flores al costado de la puerta de entrada se veían secas, y las ventanas tenían las cortinas cerradas.

Intento llamar, tocar varias veces con los nudillos haciendo ruido en la madera, pero después de unos minutos se rindió, y se quedó viendo la casa con expresión cansada.

Suspiró.

Su hermana Petunia había sido breve. Menciono que Harry la necesitaba, y que era una ayuda que ella no podía darle.

Rápidamente entendió que era respecto al mundo mágico.

Fue una sorpresa cuando escucho quien hablaba a través del teléfono. Llevaba años sin saber de ella y nunca la llamo pese a que hace un par de años había mandado una carta con su número.

Había recibido - cuando cumplió 9 años - una carta de su hermana mayor, y después de eso, cada año siguió recibiéndolas.

Nunca decía mucho, solo le hacía saber que ella y su familia estaban bien, a veces mencionaba alguna hazaña de su hijo Dudley, sin embargo, era corta al mencionar a su otro sobrino.

En un par de ocasiones había mandado fotos de su familia, y en una de ellas pudo ver a su sobrino Harry ya mayor, apareciendo al fondo de la foto. Debía tener unos 13 años.

Solo pudo ver con cariño la imagen de su sobrino, supuso que la cercanía inmediata que sintió - a pesar de no conocerse - era porque ambos habían crecido sin sus padres, pero mientras que él creció con Petunia, ella había crecido muy lejos con parientes en los Estados Unidos.

Harta de esperar, volteó rápidamente a las casas de alrededor, y después utilizo su varita para abrir la puerta de entrada.

Sabía que no debía utilizar magia tan cerca de no magos por el peligro de ser vista, pero era una emergencia.

Al abrir se encontró con una casa vacía, no había muebles, el polvo se había acumulado y un horrible papel tapiz era lo único que decoraba las habitaciones, no necesitaba recorrer toda la casa para saber que, en definitiva, no había nadie.

Lo había dejado todo - Pensó. Y Petunia no se había molestado siquiera en mencionarle que no habría nadie.

No tenía la menor idea de donde encontrar a Harry.

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Mientras se aseaba un poco en el pequeño baño al costado del pasillo, recordó que Audrey - una de sus mejores amigas -, había mencionado en alguna ocasión que tenía familia en Devon, y en especial, una prima segunda estaba cursando en Hogwarts.

Rezó dirigiéndose al teléfono para que aun tuviera línea. Por el estado de la casa llevaba semanas, si no es que meses, deshabitada.

Al levantar el teléfono escucho la línea sonar.

Suspiro con alivio antes de marcar para ser comunicada al contacto de su amiga en los Estados Unidos.

Quince minutos más tarde, tenía no solo la dirección y nombre de la familia Lovegood - para contactarlos en caso de emergencia -, sino las instrucciones necesarias para llegar a Hogwarts.